La incertidumbre creada por el COVID-19 azotó con fuerza a la economía mundial, que oca­sionó recortes de previsiones económicas, principalmente en la región sudamericana. Paraguay no queda inmune al tema y tras registrar casos de contagiados, las proyecciones de crecimiento empezaron a bajar, tal como menciona la consultora internacional FocusEconomics.

“Se espera que el crecimiento gane fuerza este año al forta­lecerse la demanda interna. Tanto el gasto familiar como el de capital deberían repo­nerse gracias a la recuperación de la actividad en los sectores agrícola y de servicios públi­cos. Además, se observa un repunte en la producción de soja que respalda a las expor­taciones, aunque los vientos en contra externos vinculados a la pandemia de coronavirus nublan el panorama”, señala el informe del mes.

Los panelistas de FocusE­conomics estiman un creci­miento de 3,2% en el 2020, lo que representa 0,2 puntos porcentuales por debajo de la estimación del mes pasado, y 3,7% en el 2021.

Una estimación preliminar reveló que la economía cre­ció 0,2% el año pasado (2018: +3,4%) esquivando la rece­sión, pero marcando la expan­sión más débil en siete años. La desaceleración reflejó en gran medida un bajón en la producción agrícola debido a las condiciones climáticas adversas, lo que a su vez con­dujo a una fuerte caída en las exportaciones.

Por el lado del gasto, el con­sumo de los hogares casi se estancó en el 2019, mientras que la inversión fija se con­trajo por primera vez en cua­tro años. Por otro lado, el con­sumo del Gobierno impulsó el crecimiento general gracias a un paquete de estímulo de US$ 1,5 mil millones entre­gado en el 2019; sin embargo, el déficit fiscal se encontraba en su pico más amplio en casi dos décadas.

En cuanto al primer trimes­tre de este año, el crecimiento probablemente se mantuvo moderado como actividad mediocre en Argentina y Brasil, y los vientos en con­tra vinculados al coronavirus cobran su precio.

Se espera que el crecimiento gane fuerza este año al forta­lecerse la demanda interna. Tanto el gasto familiar como el de capital deberían repo­nerse gracias a la recupera­ción de la actividad en los sec­tores agrícola y de servicios públicos, menciona el reporte elaborado por economistas internacionales.