La recesión quedó atrás, y con esto emergen nuevos desafíos para la política económica de Paraguay. Todo esto al tener en cuenta la última “foto” que se tiene del 2019, de cómo fue mejorando la actividad, en un año difícil con varios choques, con una recuperación ya desde el segundo y tercer trimestre, señaló la economista Patricia Goto, supervisora del área de economía de CPA Ferrere.
La consultora CPA realizó ayer su presentación de proyección de la región y de Paraguay, ajustando su previsión local de 1,1% a 0,3% para este año, con rebote de 3,4% en el 2020. La reunión se desarrolló en el auditorio de la consultora en Paseo La Galería.
La economista resaltó que la consultora ya decía, en su último análisis de agosto, que no se tenía que hacer mucho foco en la palabra recesión, principalmente por dos motivos. “El primer punto atiende a los factores que atiende a los determinantes de carácter transitorios, que se esperaba se reviertan en el corto plazo. Por otro lado, ya se veía que el proxy del PIB, que es el índice de actividad económica, mostraba ya una tendencia positiva y que ayuda a saber qué es lo que va a suceder”, dijo.
En ese sentido, aclaró que hay todavía muchos sectores que continúan en el escenario negativo, pero suavizaron bastante sus caídas, como las recaudaciones tributarias, entre otros. Ya se observa para el tercer trimestre un escenario positivo para varios rubros de la actividad, lo cual generará un impacto muy positivo para el desempeño de este semestre.
“Con este último diagnóstico que tenemos del 2019, lo que se asume es una confirmación del repunte del segundo semestre del año, y un primer semestre muy malo. El repunte compensa en parte lo que fue la primera parte del año, consistente con el crecimiento del 3% y 4% en el tercer y cuarto trimestre”, acotó.
Para el 2020, dijo, estiman mejores resultados, con crecimiento del 3,4%, buen número para lo que fue el 2019, pero a tasas bajas al tener en cuenta el promedio de los últimos años.
Por un lado, estas perspectivas del 2020 tienen asumido un clima favorable, y que será mirado muy de cerca al tener en cuenta el nivel de los ríos que afectará a varios sectores económicos. De persistir esta situación se realizará un ajuste a la baja de la proyección, sumado a riesgos regionales, como la situación de Argentina, explicó.