Si bien en Paraguay la industria de los videojuegos aún es incipiente, los protagonistas no se quedan atrás, ya que mueven anualmente casi US$ 250 millones solo en impor­tación de videojuegos, conso­las, partes de computadoras y más. Si se pudiera expor­tar de la misma forma, sería un aporte interesante para la economía y el Producto Interno Bruto (PIB) local.

“Ahora nuestra tarea como gremio de desarrolladores de videojuegos es crear esa clase de impactos, es decir, apun­tar a exportar más produc­tos en lo que a videojuegos compete, pero los primeros pasos están porque lo que se exportó aún no es de manera masiva. Nosotros con Mala­visión tenemos 50.000 ven­tas en todo el mundo, siendo Rusia nuestro principal com­prador”, mencionó Eduardo Benítez (20), director de Warani Studios, desarrolla­dor de los videojuegos para­guayos Malavisión y Guerra del Chaco. Fue en el marco de la tercera jornada del megae­vento Tigo Campus Party.

Lo que sucede es que la exportación del videojuego paraguayo no es tan nota­ble, por los recortes en los ingresos de divisas porque en el país no existe un marco regulatorio para este tipo de ingresos, lo que les lleva a una reducción de 10 a 15% de las ganancias, es decir, no existe una ley que avale a los desa­rrolladores de videojuegos con impuestos más acordes.

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No obstante, alegó que todo lo que se está realizando ya a nivel local es una oportu­nidad única de empezar a emprender en la industria de los videojuegos, que es bas­tante nueva, y que por sobre todas las cosas hace que los desarrolladores puedan expresarse como tales porque dejó de ser un mero entrete­nimiento para pasar a ser una forma de expresión del desa­rrollador, que es una manera de emprender también.

A lo que se acopló también José Medina Bosleman (26), fundador de Call To Space y director de Space Latam, acerca de la industria espa­cial, como mirarle de una manera distinta, ya que el espacio no se trata solo de cuestiones técnicas, sino que también se relaciona en dis­tintas áreas y puede ser una oportunidad para los empren­dedores. “Les digo a todos los interesados en la industria espacial de que es el momento de probar porque la tecnolo­gía está y es de fácil acceso y costo, por lo que el primer paso puede ser hacer un curso online para aventurarse en la industria espacial”, dijo.

EXITOSO

Por su parte, Francisco Oric­chio, gerente de Marketing de Tigo, resumió la primera edi­ción de Tigo Campus Party como muy exitoso, por la can­tidad de asistentes que superó las expectativas, así como por la calidad de disertantes y en particular por el interés de los participantes, en especial ado­lescentes, de interactuar con las figuras de la primera edi­ción, que ya busca ser un hito en materia de evento de entre­tenimiento, ciencia y tecnolo­gía y los temas del futuro.

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