Thais Vojvodic, gerente senior de Sustentabilidad de Coca-Cola Brasil, dijo que el reto es encontrar cómo invitar al consumidor a que sea parte del cambio e involucrar a todos los actores a nivel país.

–¿Cómo es este nuevo concepto, que es la tenden­cia a nivel global, de hacer una economía circular? ¿Y qué debe hacer Paraguay para aplicarlo?

–El compromiso de Coca- Cola es global, justo porque el problema en la gestión de los plásticos es planeta­rio; es decir, no hay fronte­ras cuando hablamos de los océanos y sabemos el tamaño del reto que tenemos con los plásticos.

Pero es muy necesario que tengamos un diagnóstico local y regional, compren­diendo principalmente las diferencias de países que son emergentes de los países que son desarrollados porque las cadenas de los plásticos, del reciclaje, son muy distintas cuando comparamos.

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–Si pudiera hacer una eva­luación regional y luego observar lo que es en Para­guay, ¿cómo está el país en ese camino?

–Cuando hablamos de Amé­rica Latina y especialmente de Paraguay, el primer paso es tener una comprensión del mapeo de la cadena de los empaques de un solo uso.

En Paraguay es muy similar a los países de América Latina, existe la presencia de la infor­malidad de los recolectores de material reciclado, entonces la colección es una consecuencia del valor agregado del material y es así que se da el reciclado con los materiales como el plástico, el aluminio o los pets.

–¿Cuál sería el reto?

–El reto de la industria es adicionar más valor para esos materiales, para que los que se dediquen al reciclado puedan también ser forma­lizados y más incluidos en la cadena de recupero.

–¿Qué más se puede hacer?

–Si observamos, hay muchas etapas en la cadena del recupero. Normalmente hay muchos actores, muchos intermediarios, cuestiones logísticas y mucha ineficien­cia y muchos trabajos pul­verizados. Entonces, una de las formas que estamos pen­sando cómo hacer regional­mente, al igual que puede ser una oportunidad para Para­guay, es hacer más alianzas entre las industrias porque hoy hay mucha sobreposi­ción. Si trabajamos juntos podemos mirar los retos de una forma más holística y sacar las ineficien­cias. Si logramos eso, automáticamente estamos sacando valores que hoy están siendo desperdiciados y ahí tenemos que redistribuir valores por la cadena y fomentar la colección de los recolectores de una forma más equilibrada.

–Al ser Coca-Cola una de las grandes industrias que impulsan la economía res­taurativa, Paraguay ¿en qué etapa está?

–Comparado con Amé­rica Latina, Paraguay tiene buenos números. En Coca- Cola, específicamente, una de nuestras apuestas es que vamos a aumen­tar el número de embala­jes en empa­ques retorna­bles porque es un tipo de empa­que que ya cuenta con una logís­tica totalmente circular, con toda la operación de recupero de este empaque como modelo de negocio. Y si vamos a hablar de números, hoy en Para­guay el 48% de las ventas es con envases retornables, lo cual es un número muy alto comparado con América Latina que es 27% y a nivel global 14%. Entonces pode­mos observar que Paraguay es un destaque en términos de empaques retornables.

–Además de las ventas, ¿en qué cantidades se recupe­ran los envases?

–Cuando hablamos de núme­ros de empaques retornables, tenemos que el 58% de los pets son recuperados, mien­tras que en Latinoamérica es inferior, con el 43% de recu­pero. Y esto pasa porque hay muchos tipos de plásticos y la verdad es que es más com­plejo que eso, como el pet que está dentro de una industria más establecida, como en la industria textil, de empa­ques, en donde sí hay un mer­cado establecido de la utiliza­ción del pet posconsumo, así como otros tipos de plásticos que son más difíciles de ser reciclados, donde sí las tasas de reciclaje son más bajas.

–¿Cuál sería una de las metas primordiales?

–Por supuesto que queremos subir de ese 48% a 100%, y hay muchos esfuerzos para eso, pero es importante también comprender a las industrias establecidas y cómo fomen­tar las ya existentes. Ade­más, cómo hacer para que esa industria del reciclaje sea sustentable porque debe­mos de asegurarlo, teniendo en cuenta que nuestros enva­ses son 100% reciclables; es decir, no hay que mirarlo como una economía lineal de que el envase es residuo porque se trata del insumo de un nuevo ciclo productivo, lo cual tiene que ser susten­table en el tiempo y para que funcione se requiere de ese insumo permanentemente.

–¿Alguna tarea pendiente como país para aumentar esta corriente?

–Uno de los retos que veo en Paraguay y también en otros países es cómo invitar al con­sumidor para que sean ellos quienes nos ayuden a hacer el cambio; es decir, creo que podemos utilizar nuestras marcas para comunicar y trasladar la importancia de este tema al consumidor, que es algo en lo que esta­mos comprometidos a hacer desde Coca-Cola, pero es claro que vamos a depender del cambio de hábito del con­sumidor. Por ejemplo con los retornables, es también una gestión de comprensión del cambio de hábito porque el de uso único a veces es más conveniente, pero el com­prender que es más sosteni­ble uno retornable dependerá mucho de la comunicación que se logre. Lo mismo pasa con los plásticos de un solo uso y el qué hacer después con ellos, y toda esta información depende mucho de nosotros, de las industrias y de los con­sumidores, al igual que de la gobernanza estatal.

PERFIL

THAIS VOJVODIC

Profesión: Comunicadora social por la Escuela Supe­rior de Propaganda y Mar­keting de Brasil. Construyó su carrera integrando el cre­cimiento del negocio con el desarrollo social y ambien­tal. Llegó a liderar la agenda de reciclaje inclusivo del Instituto Coca-Cola para luego pasar a ser gerente senior de Sustentabilidad en Coca-Cola Brasil, donde actualmente es respons­able de la estrategia de empaques sustentables para América Latina.

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