Contadores explicaron que el objetivo principal en cuanto a la reforma tributaria es que se tenga un decreto totalmente claro, sin dudas, respecto a las normativas que figuran dentro de la ley, según Alba Talavera, integrante del Colegio de Contadores del Paraguay.
Dijo que se encuentran en proceso de trabajo conjunto con la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) con relación a la mencionada ley. “Estamos comparando los decretos con la ley anterior con la intención de que se clarifique cada una de las normativas que figuran dentro de la ley propiamente dicha”, manifestó la profesional.
Agregó que no se debe tener inconvenientes con las terminologías que existían con el reglamentario anterior, motivo por el cual se están realizando algunas comparaciones. Destacó la apertura que desde la SET tienen con el gremio, ya que ese relacionamiento es fundamental para los trabajos coordinados que se desarrollan en el marco de los contribuyentes y los contadores puedan trabajar con mayor tranquilidad.
ANTECEDENTES
La Ley de Modernización y Simplificación Tributaria, más conocida como ley de reforma tributaria, costará al Estado unos US$ 10 millones, aun cuando el Poder Legislativo no dictaminó. El cambio introducido en el Senado fue la exoneración del Impuesto a los Dividendos y Utilidades (IDU) para las cooperativas y empresas maquiladoras. Luego ya en Diputados se volvió a aprobar el proyecto de ley, reduciendo las tasas máximas para el tabaco, bebidas y bienes suntuosos.
La iniciativa presentada por el Ejecutivo fija la vigencia de seis tributos: el Impuesto a la Renta Empresarial (IRE), que unifica al Iragro con el Iracis en una tasa del 10%; el Impuesto a los Dividendos y Utilidades (IDU) con tasas del 8% y 15%; y el Impuesto a la Renta Personal (IRP) con tasas progresivas del 8 al 10%. También incluye el Impuesto a la Renta de No Residentes (IRNR) con tasa del 15% y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) con tasas del 5 y 10%; mientras que respecto al Impuesto Selectivo al Consumo, la tasa máxima para el tabaco bajó del 27% al 24%; la de las cervezas pasó del 11% al 10%; el whisky, del 13% al 12%, y las gaseosas, del 6% al 5%, entre otros.