Plantean crear un banco de infraes­tructura del Paraguay mediante fondos de utilidades que corresponderían al Para­guay luego de la renegociación del tratado de Itaipú con Bra­sil sobre el Anexo C. Así lo indicó el Ing. Gerardo Blanco, investigador de la Facultad de Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).

Explicó que están en juego aproximadamente US$ 2.000 millones y que algún actor deberá rescatar esos fondos. Blanco manifestó que la óptica que se tiene es que esos recur­sos deben ser destinados para crear un banco de infraestruc­tura. “Esos recursos tienen que ser destinados a infraes­tructura, elemento habilitante para el desarrollo de la indus­tria nacional”, remarcó.

Asimismo, agregó que el banco capitalizará esos flu­jos de fondos a futuro y esta­ría en condiciones de apalan­car entre US$ 15.000 y 20.000 millones generando utilidad.

De concretarse, señaló que el banco de infraestructura y las inversiones generarán utili­dades a corto plazo y las mis­mas deben ser destinadas a un fondo soberano que pretenda habilitar un recurso estraté­gico para el sector de salud y educación.

El profesional explicó que se realizaron análisis de varios puntos de vista y en base eso, se diseñaron modelos que incluyeron aspectos econó­micos, políticos, sociales, ambientales, entre otros.

“El resultado que arrojó este modelo es que el desarro­llo industrial, mano de obra intensiva es la mejor opción y para que ello sea efectivo y se pueda ejecutar, se debe plani­ficar”, manifestó Blanco.

Por otra parte, señaló que la preparación del Paraguay para el 2023 se debe fundar sobre tres ejes fundamentales. El primero de ellos es pensar en un modelo de política energé­tica que debe ser consultado con todos los actores políticos sociales, públicos y privados; es decir, de ser posible, con toda la población paraguaya para que estén informados y pue­dan opinar sobre los intereses que competen al Paraguay. El siguiente punto es definir una estrategia energética, que es lo que debe realizar para ir for­mando la preparación de los negociadores y como último eje, la planificación energética mediante la cual se ejecutará todo lo ideado.