En el primer semestre del año, las industrias frigoríficas sacrificaron 820.783 cabezas de bovinos, volumen que representa una retracción del 13% en comparación a las 942.400 toneladas sacrificadas en el mismo período del año pasado, según el informe de la Comisión de Carne de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), basado en los datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
El menor flujo de materia prima causó que en la primera mitad del año las industrias frigoríficas sacrifiquen 121.617 bovinos menos que el mismo período del año pasado.
Desde el sector industrial explicaron que la disminución del hato bovino nacional por tres temporadas consecutivas está teniendo un impacto en el nivel de sacrificio de bovinos. No obstante, en el segundo trimestre del año hubo un importante flujo de bovinos rumbo a los frigoríficos. Se espera que este año la faena cierre más o menos en los mismos niveles del año pasado. Está repuntando la demanda en el mercado internacional y esto genera un mayor dinamismo en el sector ganadero, explicaron representantes del sector.
PRECIOS
Uno de los problemas actuales del sector ganadero es el bajo nivel de precios. La cotización del novillo está en el orden de los US$ 2,60 el kilogramo (peso al gancho) y a estos valores promedios los productores no tienen los márgenes necesarios para cumplir con los compromisos financieros, explicaron desde el gremio de productores ganaderos.
Con los niveles actuales, el sector está en rojo. La deuda de la ganadería es de US$ 1.580 millones y para hacer frete a los compromisos financieros, el productor necesita vender a por los menos US$ 3,00 el kilogramo (peso al gancho), explicó Marcos Medina, presidente de la comisión de carne de la ARP.
Manifestó que la industria no puede pagar un precio más elevado a los productores porque no reciben un buen precio en la exportación y eso es por culpa de la ausencia en los mercados que mejor pagan.