En estos últimos seis meses que sobra del año, el Gobierno deberá mantener una inversión promedio de US$ 142 millones para poder alcanzar la meta establecida el mes pasado en miras a frenar la desaceleración económica del país.
A mediados de junio, el Equipo Económico Nacional (EEN) anunció una serie de medidas de urgencias por un total de US$ 1.500 millones en miras a luchar contra las condiciones económicas desfavorables enfrentadas por el Paraguay. Una de ellas es la aceleración de la ejecución de las inversiones en infraestructura por un total de US$ 1.100 millones.
El jueves por la tarde, tras una de sus reuniones, miembros del Equipo Económico anunciaron que al cierre del primer semestre del 2019 se llegó a invertir unos US$ 250 millones en obras públicas. El hecho fue destacado por el Gobierno, pero el monto ejecutado apenas representó el 23% de la cifra total (US$ 1.100 millones) a ser invertida para lograr un efecto contra la desaceleración económica.
“Cuando uno habla de los US$ 1.100 millones parece estar muy lejos y no es así. De aquí a fin de año esto tendría que estar llegando a US$ 800 millones y un poco más. Además, se debe sumar lo que hacen la Ande (Administración Nacional de Electricidad) y también las binacionales, con lo que tenemos condiciones para llegar a esos US$ 1.100 millones”, destacó el viceministro de Economía, Humberto Colmán.
CRECIMIENTO DEL 16%
En ese sentido, el subsecretario resaltó los resultados obtenidos al cierre en el primer semestre de este año, que en comparación al mismo período del 2018 presentó un incremento del 16%. Esto, a pesar de las condiciones climáticas adversas registradas en los primeros seis meses del presente ejercicio fiscal. “Cabe resaltar que todos estos planes están plenamente financiados y creemos que ahora se va a recuperar la dinámica”, agregó Colmán.
Además de la aceleración de las inversiones en infraestructura, el Equipo Económico Nacional anunció incentivar el comercio fronterizo y el consumo a nivel local. En ese contexto, se mencionó la posibilidad de aumentar el cupo de compras en frontera, de US$ 300 a US$ 500 para el turismo aéreo y de US$ 150 a US$ 300 para el turismo terrestre. Asimismo, se redujo los aranceles y se abrió la posibilidad de implementar tiendas de libres impuestos en la frontera, medida que quedó suspendida tras lo reclamos del sector empresarial, que sostiene que será una competencia desleal.