Después de la firma de acuerdos entre HC Innovations y Yissum, el ex presidente de la República Horacio Cartes accedió a una breve entre­vista sobre el convenio, así como sobre otros temas.

–¿Qué representa este acuerdo? ¿Por qué Israel y por qué HC Innovations? ¿Cuál es la búsqueda?

–Consideraría que entre muchos sueños que tene­mos, este es el mayor. Uste­des hicieron una entrevista a alguien que trabajó en el desarrollo del tomate y estuvo hace 30 años en Paraguay. Y el problema que ellos tenían en ese momento es que el 80% de las comidas de Israel usa tomate. Y (el profesor Rabino­vich) descubrió el tomate de larga duración y acaba siendo el que desarrolla los tomates cherry, y tiene un efecto en la economía muy importante.

En Paraguay nos pasa lo mismo, ustedes se dan cuenta de que el tema es que no entre de contrabando, y que el pro­blema es que afecta directa­mente nuestra canasta fami­liar. Ese es el escenario que vemos, que escuchamos, pero ¿cuál es el escenario real? Que pudieron entrevistar a quien probablemente próxima­mente estará en Paraguay, el hombre que solucionó el pro­blema del tomate. Eso más o menos en un sentido práctico.

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(Sobre Israel) Viven otro siglo, están adelantados, mientras nosotros estamos muy atrás. Yo no puedo dejar de tener palabras de agrade­cimiento a Israel por siempre. Y a la universidad hebraica y al CEO de la unidad Yissum, a Yaron Daniely, que le pone tanto cariño y no solo por una cuestión comercial. Al acuerdo yo lo llamo la mayor herramienta que va a tener la juventud paraguaya.

Nosotros acá no quisimos esperar, así que las primeras becas van ahora, pero vamos a ir construyendo mucho más. Y la sabiduría que hay en esta universidad la quere­mos poner cada vez más en manos de nuestros jóvenes.

–¿Horacio Cartes va a vol­ver a hacer política par­tidaria? ¿Cómo es la vida pospresidencia?

–Candidato ya no, candi­dato a nada. Pero cada vez que miraba las fotos, de que había recorrido el mundo, que pude estar cinco veces con el Santo Padre, que pude haber venido acá a Israel y ser reci­bido por el primer ministro, con el trato y el cariño que me dieron… eso me dio la política, me dio mi partido, el Partido Colorado.

De manera que yo, desaten­der ahora, olvidarme de mi partido, no. Todo lo que Dios me permita para un Partido Colorado mejor voy a estar apoyando, para lo que yo con­sidere mejor, sin intereses.

Me pone muy contento el tener manos libres y saber que no estoy pugnando por un cargo. Me da mucha más fuerza. Pero voy a estar firme en todas las candidaturas que me gusten. No podemos obviar que en la clase política estamos muy deteriorados, al máximo. ¿Quién no tiene una encuesta? Pero seguimos dando los (malos) ejemplos en el Senado y Diputados. Por eso estamos hablando todos los días entre los que conforma­mos la bancada nuestra, en que tenemos que evolucio­nar. El país ya no tolera, y al final cuando queremos ir a un cargo pedimos otra vez los votos a la gente que ya no nos tolera.

Entonces, creo que el que se despierte primero y empiece a autocriticarse, a cambiar las costumbres, es el que tiene una tendencia a ir juntando más votos en el mañana.

Te digo sí al lado de mi par­tido, sí al lado de lo que con­sidero importante; no a un cargo.

–Los jóvenes que reciban becas, ¿pueden conver­tirse en los líderes socia­les y políticos que requiere este “nuevo Paraguay” del que habla?

–Yo creo que es una sobre­vivencia. Si nosotros segui­mos en el nivel en el que esta­mos hoy –hoy el 70% tiene menos de 40 años–, y si noso­tros seguimos dando ofen­sas por la radio, criticándose el uno al otro… ¡no quieren saber más nada de nosotros!

Los jóvenes quieren saber “qué tienen para nosotros, qué oportunidad nos van a dar”.

Cuando hablamos de estu­dio, yo te aseguro que apenas enterados que estábamos acá por Israel ya estaban reven­tando los teléfonos, con pre­guntas sobre cómo se hace, cómo se puede hacer. Cada vez que hablamos de estudio y de oportunidad, nuestra juventud está muy sedienta de oportunidad. Y a mí me pone inmensamente feliz.

Yo tuve mucha oportunidad en la vida, mis hijos tuvieron oportunidad y ojalá que entre todos seamos cada vez más, y podamos dar esa palabra que siempre consideré mágica, oportunidad, oportunidad para nuestros jóvenes.

–¿Cómo divide su tiempo hoy Cartes? ¿33% empre­sario, 33% político, 33% dirigente de Libertad?

–Justo me preguntás cuando le ganamos 1 a 0 a Gremio. Entonces, te diría hoy 100% Libertad. Creo que nos arre­glamos bien, debo reconocer que algo que me apasiona, el fútbol, mi club Libertad… dicen que es el club que más gente hace sufrir. Hace sufrir a los dos clubes más grandes. Es un poco de broma nada más, pero me gusta mucho ir al campo y esto (señala la universidad) me apasiona. No es solo dinero la vida. Hoy es poder ser el puente, la herramienta para los jóvenes. Haremos todas las inversio­nes que Dios me permita para acceder a esa palabra, que yo la tuve, que la tuvieron mis hijos, oportunidad.

–Está enterado que fue nuevamente convocado al Congreso para dar expli­caciones a una comisión investigadora…

–La verdad que he leído, pero es parte… esa es la altura de nuestra política. Podría refe­rirme a quienes lo hacen; quiénes son, de dónde son, de dónde vienen, pero no voy a contestar. Como te estaba diciendo recién, déjame con­centrarme en esto, esto es histórico, esto es inmenso y aquello se va a solucionar, está en mano de abogados y se va a solucionar.

Pero no me incomoda absolu­tamente. Y hasta me pone feliz como es que no le pudieron encontrar problemas a Hora­cio Cartes que no paramos con este circo. Porque si pudieran haberme encontrado algo, ya lo hubieran hecho. Pero segui­mos firmes, determinados, el Paraguay sigue contando, y hasta que Dios me ordene otra cosa, me van a tener bata­llando ahí en el campo.

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