• Enviadosespeciales
  • Mike Silvero
  • Marcelo Tolces
  • Carlos Juri

Visión es adelantarse a los tiempos, esta­blecer un objetivo, una meta alcanzable y tra­bajar para lograrla incluso superando los obstáculos más difíciles. “Acá pasa por crear algo de la nada misma”, dice Yaron Daniely, director ejecutivo de Yissum, la uni­dad de transferencia tecnoló­gica de la Universidad Hebrea de Jerusalén. ¿Por qué tiene tanta importancia esta frase? Porque el Estado de Israel se fundó en 1948, ¿la casa de estudios? En 1918 se pone la primera piedra y se lanza el plan, en 1922 Albert Einstein imparte su primera clase, una poco conocida teoría, la de la Relatividad.

La universidad hoy tiene 24 mil estudiantes, de los cuales casi el 50% está bus­cando obtener una maes­tría, un doctorado, o un pos­grado. El nivel de exigencia es altísimo, pero así también los resultados la posicionan como una de las institucio­nes educativas más respeta­das del mundo. Dentro de la multiculturalidad, con alum­nos de al menos 80 países, de aquella piedra fundamental del Lord Arthur Balfour al día de hoy, hay mucho más que solo años. Hay hoy un gigan­tesco edificio con varias sedes y excepcionales avances en la investigación en campos como agricultura, alimen­tación, salud, tecnología y nanotecnología.

Yaron Daniely.

Esta universidad busca brin­dar soluciones al mundo. Todos los años, mediante Yissum son al menos 150 los proyectos que intentan con­cretarse como startups o empresas emergentes, de los cuales al menos 100 logran su cometido. Es difícil, en pro­medio 1 de cada 800 ideas generan dinero, y consecuen­temente la capacidad de sos­tenerse en el tiempo, pero en este lugar lo hacen realidad con mayor frecuencia que en cualquier otro lugar del mundo.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

10.000 PATENTES

Yissum hoy tiene más de 10.000 patentes, casi 1.000 licencias comerciales, 176 compañías creadas y 2.300 colaboraciones investiga­tivas con aliados estratégi­cos en el sector financiero, la industria farmacéutica y automotriz, solo por citar ejemplos.

¿Fue fácil el camino? Abso­lutamente no. Incontables adversidades han marcado también la historia de la Uni­versidad Hebrea de Jerusalén.

La universidad fue fundada por importantes protagonistas de la historia, como Albert Einstein, Sigmund Freud y Chaim Waizmann, entre otros.

El Monte Scopus es el pico más alto de las siete colinas sobre la que está construida la ciudad de Jerusalén. Si bien no era el lugar más práctico para construirla, la deci­sión se tomó basándose nue­vamente en un simbolismo con un mensaje muy claro: la educación debía estar en el lugar más alto, por encima de todo. El conocimiento sería la herramienta más impor­tante para lograr una nación próspera y un Estado exitoso.

No obstante durante casi dos décadas, después de la Guerra de Independencia, el ingreso pasó a ser imposible, porque la sede universitaria quedó rodeada de territo­rio jordano. La solución fue alquilar la casa de los fran­ciscanos más al centro de la ciudad, para que los estu­dios e investigaciones pro­sigan.

Es en la guerra de los seis días, que Israel reuni­fica la ciudad de Jerusalén, y la Universidad Hebrea de Jerusalén puede volver a su sede original. Hoy, con una convivencia más pacífica con los vecinos, la majes­tuosa sede es hogar de cien­tos de empleados, profeso­res y alumnos, mientras que el otro edificio, que podría haber sido temporal, quedó como la base científica para ciencias exactas.

Son 11.690 los kilómetros de distancia entre Asunción y Jerusalén, pero estamos a la espera de que esa medida se reduzca drásticamente con un anuncio en las próximas horas. Y también, a la espera de algún que otro experi­mento como en su momento fueron los tomates Cherry, la tecnología para los autos que se manejan solos, los sistemas que permiten a los no videntes reconocer personas, colores y elementos. Antes de termi­nar una breve conversación, Daniely deja una orden a una de sus allegadas. “Asegurate que mañana vean los pollos sin plumas, y todo lo que esta­mos haciendo”. Toca esperar.

Déjanos tus comentarios en Voiz