A pesar de que la tendencia de la inflación en Paraguay se mantiene en línea, además de estar anclada a las expectativas del mercado, en setiembre se registró una variación del 0,4%, principalmente a raíz de la suba de los combustibles, entre otros productos dependientes del dólar, según informaron desde el Banco Central del Paraguay (BCP).
De acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación, con este encarecimiento se acumula una variación del 2,2% entre enero y setiembre del 2018, aún por debajo del 2,7% registrado en el mismo período del año pasado.
El resultado de la inflación del mes pasado se explica principalmente por aumentos de precios registrados en los productos duraderos de la canasta, así como por las subas de los combustibles y por el ajuste de la tarifa del servicio de agua corriente. Estos incrementos fueron atenuados por disminuciones de precios observadas en algunos bienes alimenticios. En la agrupación alimentación, se observó una disminución en las cotizaciones de la carne vacuna en el mercado doméstico. Según agentes del sector, esto respondió a una mayor oferta con destino al mercado doméstico debido a una reducción interanual registrado por las exportaciones en los últimos dos meses y en un contexto de menores precios externos registrados por otros países exportadores de la región.
Asimismo, también se destaca la reducción de precios de los productos lácteos. Dentro de los alimentos, también se verificaron incrementos de precios en cereales y productos panificados.
Por otro lado, con relación a los servicios de la canasta, el incremento de precio más significativo se registró en el consumo de agua corriente. En tanto que en los otros servicios se identificaron subas moderadas como las observadas en alquiler de vivienda, servicio doméstico, atención odontológica, servicios hospitalarios, entre otros.
Por su parte, en los bienes derivados del crudo se destacan aumentos de precios de las naftas, gas de uso doméstico, gasoil común, impulsados por los precios internacionales del petróleo y el fortalecimiento de la moneda norteamericana. Finalmente, los bienes duraderos, especialmente de origen importado, verificaron subas de precios como las registradas en vehículos, electrodomésticos y equipos informáticos por la suba del dólar.