La colonia Neuland recibió de manos del ministro del Ambiente, Rolando de Barros Barreto, la licencia ambiental por las más de 300.000 hectáreas que abarca. Si bien este documento es obligatorio, es la primera vez que una comunidad o colonia entera en el Chaco cumple con todos los requisitos que conlleva la obtención de esta licencia.
En el caso de Neuland es un reconocimiento al esfuerzo por lograr la conectividad de diversos ecosistemas presentes en la colonia y sirve para respaldar el trabajo, la calidad de servicios y la armonía con la naturaleza que desarrollan quienes habitan esta zona del Chaco Central.
“En Neuland somos conscientes de nuestra responsabilidad hacia el medio ambiente, por lo que la obtención de esta licencia nos da mucha alegría, es el fruto de un arduo trabajo”, dijo Heinz Alfred Bartel, presidente de la cooperativa Neuland.
La colonia Neuland tiene como principales actividades económicas la ganadería, la producción láctea y la agricultura. “Nosotros estamos prestando esta tierra y el medio ambiente de nuestros hijos y en el momento que nos toque devolverles, ellos deben poder desarrollarse sobre las condiciones que dejemos, esa es la importancia real de este proyecto”, sostuvo.
PROYECTO GRANDE
Stefan Isaak, responsable de la unidad ambiental forestal de Neuland, añadió que es todo un hito poder obtener la licencia. Por un lado, porque es un proyecto grande que logra integración de la producción con la conservación del medio ambiente y alberga más de 300.000 hectáreas y, por otro lado, que toda la comunidad productora de Neuland con este hecho queda al día con la ley “y eso para nosotros es muy importante, demuestra nuestra voluntad de querer trabajar bien y de manera sustentable”, dijo.
Neuland es una de las tres colonias menonitas en el Chaco Central. Fue fundada en el año 1947 por un grupo de refugiados de la Segunda Guerra Mundial que huyeron de Rusia a Alemania y que luego emigraron al Paraguay.
DESDE EL 2015 SE REALIZAN JORNADAS
Manuel Barrientos, consultor externo del proyecto, comentó además que, a través de la Ley N° 294/93 de “Evaluación de Impacto Ambiental”, se establece la obligatoriedad de someterse al proceso de evaluación de impacto ambiental (EvIA) por esto, desde el 2015, se han realizado jornadas de trabajo de coordinación entre técnicos de la SEAM, Infona y la cooperativa Neuland.
En las mismas se fueron estableciendo los lineamientos generales para el proceso de adecuación global con responsabilidad individual de las fincas productivas, las cuales son propiedad de la “Asociación Colonia Neuland” y que hoy pueden contar con esta licencia por cumplir con esta ley. “Los planes deben ser aprobados por la Secretaría Nacional del Ambiente (SEAM); cada cierto tiempo envían a sus fiscalizadores para verificar si estos se están cumpliendo”, sostuvo.