La economía subterránea en Paraguay, sea de origen lícito o ilícito, representa más del 35 % del producto interno bruto (PIB), casi G. 16.000 millones. Algunas causas que explican este fenómeno social son la pobreza, la corrupción, el desempleo, la alta carga tributaria y el autoempleo.
Así lo explicó el economista Jorge Garticoche, durante la exposición del informe de economía subterránea 2024 de Pro Desarrollo. “Cuatro de cada diez guaraníes (o G. 400 de cada G. 1.000) generados tienen algún tipo de origen informal o ilegal. Eso no es menor y es clave tenerlo en cuenta”, expresó.
Dijo que parte de este comportamiento también tiene influencia del sistema financiero y monetario del país, específicamente en el uso o no del efectivo, que es difícil de rastrear. Si bien hubo avances en el proceso de bancarización, en muchos países, incluido Paraguay, el uso del efectivo sigue siendo alto. “Y aunque se ve una mejora, todavía estamos lejos de una economía plenamente formalizada”, refirió.
Leé también: Empieza a tomar forma la primera ruta con pavimento de hormigón
El economista señaló que cuando se habla de inclusión financiera, no solo se debe tener en cuenta que implica acceder a créditos, aunque sea un paso importante. Enfatizó en el uso del efectivo, que hace una década representaba el 25 % de la economía y hoy ronda el 14 %. Bajó, pero sigue siendo un número llamativo.
Crecimiento
Garicoche explicó que la informalidad laboral es una de las formas más visibles y contundentes de identificar la economía subterránea. A pesar del crecimiento económico, este indicador no muestra mejoras estructurales en la última década.
Por eso, indicó que negar la existencia de una economía informal fuerte en Paraguay es ignorar una realidad respaldada por datos oficiales. “Las recaudaciones fiscales vienen subiendo. Si uno hace una serie más larga, no solo de la última década, pasamos de una presión tributaria del 8 % del PIB a cerca del 12 %. Sin cambiar impuestos, solo con mejores deducciones, mejores controles y algunos ajustes que se hicieron en 2019”, precisó.
Finalmente, sostuvo que formalizarse no es solo cumplir con la ley, sino adaptarse a una economía más compleja y exigente. La formalización está ligada a mejores estándares de calidad, bioseguridad y exigencias del consumidor. En ese sentido, más que una imposición, es una respuesta natural al desarrollo económico.