Por Willian Legal

En un país sumamente productivo como Paraguay, es fundamental hablar de tecnología en el sector agrario. La mayoría asocia el concepto de tecnología con herramientas de última generación o dispositivos sofisticados como la robótica. Sin embargo, también forman parte de la tecnología los manejos productivos, el conocimiento sobre el manejo del suelo y del cultivo.

En una nueva entrega de Ellos saben de La Nación/Nación Media, el presidente del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), Édgar Esteche, explicó que el país se encuentra en una zona agroecológica particular, lo que implica que las tecnologías aplicadas deben ser validadas y ajustadas a estas condiciones.

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Mencionó que las proyecciones muestran que en los próximos 25 años se logrará más progreso que en los últimos 10.000 años. Esto implica pensar estratégicamente en el rol del país dentro de ese escenario. Parte del enfoque debe centrarse en reducir la brecha entre los productores altamente tecnificados y aquellos que aún dependen de herramientas rudimentarias.

1- Transferencia de tecnología

El IPTA es el ente encargado de la investigación, desarrollo de tecnología, innovación, transferencia y difusión. Trabaja sobre cuatro pilares: agricultura, pecuaria, forestal y agricultura familiar. La misión institucional es la generación, rescate, adaptación y validación de tecnologías agrarias, así como el manejo de recursos genéticos.

Se busca desarrollar variedades y prácticas de manejo que se adapten a las condiciones del país. La transferencia de tecnología implica enseñar a los productores a utilizar la tecnología en su cultivo. Por ello, es fundamental que los sistemas de producción se vuelvan mucho más amigables con el ambiente.

2- Agricultura sostenible

Hablamos de una agricultura resiliente y más sostenible. La sostenibilidad contempla tres enfoques: económico, social y ambiental. Anteriormente, el productor se adaptaba a lo que el clima le ofrecía en ese momento. Sin embargo, con los nuevos conceptos en el sector agrario, proponemos una agricultura sostenible, lo que significa tener la oportunidad de construir el futuro y definir cómo se quiere producir en los próximos años.

3- El manejo del suelo

Paraguay cuenta con suelos inmensamente ricos, pero también muy degradados. Es necesario empezar una corrección del suelo, lo que implica su manejo adecuado, el uso de abonos verdes, la labranza mínima y dejar de lado el uso de la rastra.

Se debe avanzar hacia la siembra directa, como ya lo hace el gran productor. El pequeño y mediano productor también debe enfocarse en este modelo, lo que les permitirá ser más resiliente y adaptarse con mayor rapidez a los cambios climáticos.

4- El manejo del agua

Al hablar de cambios climáticos, también se debe hablar del agua. Aunque el pequeño productor fue muy golpeado por la sequía reciente, el país está rodeado de grandes ríos que ofrecen oportunidades. Solo el 18 % de la superficie cultivable en el mundo se produce bajo sistema de riego, pero esa superficie aporta el 45 % de los alimentos.

Paraguay y la región tienen acceso al 38 % de la disponibilidad de agua, lo que representa un potencial enorme, y para ello se deben aplicar prácticas responsables de manejo del recurso hídrico.

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Hablar de tecnología en el sector agrario no se limita a herramientas de última generación o dispositivos sofisticados, dijo el titular del IPTA. Foto: Mariana Díaz

5- Biotecnología

La biotecnología es clave para el desarrollo del país. Es fundamental avanzar en el desarrollo de tecnologías en laboratorio que permitan obtener materiales genéticos resistentes y accesibles para los productores. Son herramientas que no se pueden dejar de desarrollar.

6- Digitalización

La digitalización y la modernización son procesos importantes. La asistencia técnica, la gestión, los pronósticos, la predicción, el uso de sensores remotos y la agricultura de precisión son factores clave. Hoy todos los productores tienen un celular. Se deben utilizar esas plataformas para que ellos puedan acceder a sensores remotos, manejar microcuentas, predecir fenómenos climáticos, saber cuándo habrá lluvias, excesos hídricos o altas temperaturas.

El acceso a drones y sistemas más sofisticados permite una aplicación más eficiente y la posibilidad de reducir costos. Si bien son herramientas disponibles, la eficiencia aumenta con agricultura de precisión. Estos avances pueden alcanzarse con la digitalización y la modernización de los procesos productivos.

7- Capacitación

La capacitación es esencial. En los próximos años, se generará más conocimiento del que se creó en toda la historia de la agricultura. Es indispensable formar nuevas generaciones en tecnología, incluyendo herramientas como la edición genética o la edición CRISPR, que permiten desarrollar materiales genéticos con características adaptadas a las necesidades del productor: variedades resistentes, adaptadas a estrés hídrico y climático, como exceso o falta de agua y altas temperaturas.

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