Con una inversión de G. 2 millones y ambiciones de tener su propio negocio, Pedro Benítez comenzó a plantar porotos en un terreno familiar en Yaguarón. Con el tiempo, la ayuda de las redes sociales y sus conocimientos de administración agropecuaria, se lanzó al mercado y obtuvo resultados más allá de sus expectativas.

Benítez divide su tiempo entre su empleo en un lavadero de vehículos y, los fines de semana, en su chacra, donde cultiva y ve crecer sus sueños. Además, ocupa su tiempo cursando la carrera de Administración Agropecuaria en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), cuyos conocimientos aplica a su emprendimiento.

Según explicó a La Nación/Nación Media, su decisión de emprender surgió frente a un dilema de proseguir con sus estudios o continuar con trabajos rurales intensos en el Chaco. Se decantó por sus estudios, pero sin dejar de lado su proyección de trabajar por su cuenta.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Leé también: Avanza la Ruta del Progreso que impulsará la conectividad estratégica en el sur del país

Superó sus expectativas

“Conseguí este laburo donde estoy ahora mismo, pero me pica todo porque a mí me encanta el campo, soy fanático, me encanta el cultivo, de andar ahí por la chacra”, dijo a LN.

Benítez describió la noche anterior a la toma de su decisión de emprender como llena de dudas, pero que finalmente se decidió y analizó qué podría cultivar con una baja inversión. En ese momento, el poroto le llegó a la mente como respuesta: “El poroto es una planta muy noble, es muy rústica, no necesita demasiado cuidado como las hortalizas, no necesita tanto de un sistema de riego”.

Sobre su primera cosecha, dijo que superó ampliamente las expectativas, pero que también requirió más trabajo de lo que se imaginó por el importante rendimiento que obtuvo. Imaginó en un principio que necesitaría la asistencia de dos personas, pero pronto se dio cuenta que no serían suficientes.

Hice mi plan, necesitaba dos personas para que me cosechen todo eso. Pero nada que ver, era imposible. Pedía días libres, hacía lo humanamente posible, igual no era suficiente. Tuve que ir a rebuscarme en el pueblo, gente que pueda trabajar conmigo”, mencionó a LN.

La cosecha superó las expectativas de Pedro Benítez, quien requirió de más personas para el trabajo. Foto: Gentileza

Tras la cosecha, la venta

Una vez con su producción ya completamente cosechada, un nuevo dilema se le presentó: dónde vender. Consideró que llevar su producción al Mercado de Abasto sería una opción segura, pero no obtendría los ingresos acorde a lo que implicó todo el trabajo.

Entonces, Benítez aplicó los conocimientos que fue aprendiendo en la universidad y la respuesta le fue clara: el marketing. Consideró que empaquetar sus porotos en bolsas de un kilo y agregarles su marca personal, le daría un importante valor agregado.

“Nosotros tuvimos una materia en la facultad que se llama marketing. Lo mejor era empaquetar, hacer una buena presentación. Eso te permite poner un precio más elevado”, sostuvo.

El emprendedor consideró que la mejor forma de obtener más ingresos por su producción era dándole valor agregado. Foto: Gentileza

“Vendí una historia de superación"

A la hora de vender, su producto no solo tenía los porotos de su chacra, su embalaje con su marca sino que venía acompañado de su experiencia, que el joven emprendedor comentó que fue también su método de venta.

Más que un producto, yo vendí una historia de superación. Tengo mi página en Instagram donde yo demuestro de dónde partió hasta la cosecha, el producto que ha consumido la gente. Esto les gustó mucho y mucha gente así, de una u otra manera, quiso hacerse parte”, dijo a LN.

Finalmente, Pedro Benítez instó a los jóvenes emprendedores a animarse a dar el salto, a romper la inercia y materializar sus sueños, por más que eso implique arrancar desde cero. “Empiecen desde abajo, no tengan miedo a empezar abajo. Uno tiene que forjar el camino desde abajo. Uno tiene que tener miedo y tiene que trabajar y hacer las cosas bien, con amor. Si hace las cosas bien, a la larga se va abriendo el camino”, concluyó.

Te puede interesar: Corredor Bioceánico abrirá nuevas rutas para el comercio y la logística, destacan

Déjanos tus comentarios en Voiz