La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) emitió su boletín mensual sobre el procesamiento de oleaginosas correspondiente al mes de abril. Al cierre del primer cuatrimestre, se alcanzaron las 1.045.501 toneladas, una cifra 2,6 % inferior comparada con el mismo periodo del año pasado, cuando se procesaron 1.073.422 toneladas.
En cuanto al agregado de valor durante el mes de abril, implicó una mejora con relación al mismo periodo del año pasado, pero el acumulado sigue casi 200 mil toneladas por debajo de los mejores registros para este periodo.
De acuerdo con el informe de Cappro, si se mantiene el ritmo promedio de molienda de los últimos tres años, para los últimos dos trimestres de lo que queda de 2025 se seguiría registrando más de un 30 % de capacidad ociosa, es decir, más de 1,3 millones de toneladas de subutilización de la capacidad instalada en la industria aceitera nacional.
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Aunque en este punto aclararon que si se mantuviera el ritmo sí se conseguiría una mejora en la industrialización con respecto al 2024.
Por otro lado, si se considera que gran parte del valor del complejo sigue siendo exportado en forma de granos, sin valor agregado adicional, se puede observar el potencial que tiene la agroindustria para ayudar a nuestra economía a dar el salto que necesita para el objetivo de desarrollo sostenible.
Caída de soja
Según el documento, entre enero y abril, la soja, principal insumo de la industria, tuvo una merma del 1,7 %, pasando de 1.044.490 toneladas a 1.026.447 toneladas. No obstante, la mayor caída porcentual se dio en los otros granos, que se desplomaron un 34,1 %, con solo 19.054 toneladas procesadas, frente a las 28.932 del año pasado.
Con esta cantidad de toneladas industrializadas se observa una mejora en la utilización de la capacidad instalada, que alcanzó el 67 %, seis puntos porcentuales por encima del acumulado al cierre del primer trimestre.
A pesar de los avances, desde Cappro resaltaron la necesidad de mejorar la competitividad mediante menores costos logísticos, especialmente en la hidrovía, ya que según los datos estadísticos la molienda sigue por debajo de los mejores registros.
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Moringa, desarrollo paraguayo con valor agregado
Por: Alba Delvalle
Con más de 15 años de trabajo, desde la pintoresca Piribebuy, hoy esta noble hoja está presente en innovadores productos que acompañan el bienestar. Una integración económica, social y ambiental.
La moringa, si bien, es originaria de la India, se viene desarrollando a nivel local desde hace más de 15 años y específicamente hoy abordamos la producción en la pintoresca Piribebuy, que con innovaciones logró ofrecer al mercado una variedad de productos con el valor agregado de la hoja de oro.
La finalidad de la moringa es la incorporación en usos medicinales y alimenticios, que es lo que, desde la Finca Santacruz, ubicada a unos 80 Km de Asunción, se viene desarrollando. Lo interesante de este cultivo, es que se puede consumir todos sus elementos, desde las hojas, hasta la corteza, las semillas y la raíz.
Este proyecto, ya consolidado, tiene como principal objetivo crear un sistema sostenible de producción y distribución de la moringa paraguaya, un superalimento de reconocidas propiedades nutricionales y medicinales.
Calidad y sostenibilidad. El propietario de Finca Santacruz, Luis Santacruz, fue quien lideró el proyecto para el desarrollo de una línea de productos conocidos como Tekove Green, caracterizados por su alta calidad y sostenibilidad, que lo llevaron a acceder a la licencia de Marca País.
Además de contar con diversas certificaciones como el USDA Organic, Producto Orgánico Paraguay (POP) y PY BIO -140 Agriculture Paraguay, debido a que la moringa es un producto orgánico, cultivada y procesada de forma sostenible, que le otorga el símbolo de calidad sustentable.
“El objetivo es llevar salud a las familias a través de los productos y los derivados de la moringa, que es una especie tan noble, tan nutritiva, tan completa que la naturaleza nos dio. Las investigaciones realizadas en Europa, las certificaciones y los consumidores así lo están evidenciando, por las cualidades nutricionales que se demuestran”, expresó Luis.
Respecto al desarrollo de productos, citó en especial a la harina de hoja de moringa, uno de los productos clave como una fuente excelente de proteínas, vitaminas y minerales. Posee 27% de proteína vegetal altamente digestible, en un 99.9%, dijo, al ser una composición rica en aminoácidos esenciales y minerales como calcio, magnesio, zinc y fósforo.
Innovaciones. Otras innovaciones que se desprenden de la harina de hoja es el suplemento con colágeno hidrolizado que aporta vitaminas C, D y B12, además de los ya citados, también el oil o aceite de moringa que se logra a partir de las semillas para uso tópico.
Es así que la moringa se presenta como un alimento completo, que no solo beneficia la salud, sino también promueve un modelo de producción sostenible al integrar; el aspecto económico por la generación de empleo a través de sus ventas directas y redes de distribución.
En lo social, por incluir a mujeres que pueden trabajar desde la casa, y en lo ambiental por la producción orgánica a más de promover productos funcionales y saludables.
Con todo este desarrollo, la finca logró habilitar recientemente un centro de distribución, con la idea de facilitar la llegada del producto a todo el país, incluyendo regiones como el Chaco, Encarnación, Ciudad del Este, entre otras ciudades en las que ya cuentan con consultores.
Esto, tras implementar un sistema de red de mercadeo que permitió distribuir más de 10.000 productos en un año, con un fuerte impacto social pues ya integra a 120 consultores que forman parte activa de la red, con un 80 % de mujeres profesionales (docentes, médicas, entre otras).
En tanto que, desde la finca, en el departamento de Cordillera, impacta de manera directa en 150 personas de forma constante, número que se incrementa durante las épocas de cosecha, comentó Luis, gerente general de la firma.
Proyecciones. En cuanto a las proyecciones a futuro, mencionó que buscarán seguir creciendo, a corto plazo, duplicar o triplicar el impacto social y económico de la red de distribución, y a nivel empresarial aspiran a consolidarse como una empresa líder en ventas directas en Paraguay, caracterizada por la calidad, innovación y credibilidad.
Asimismo, la idea es seguir diversificando los productos derivados de la moringa, con el objetivo de aumentar la presencia en el mercado local, pero, también en el plano internacional, pues ya hubo antecedentes de envíos a Europa, con intenciones de prosperar en este ámbito, detalló Luis.
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Raúl Valdez: “Paraguay tiene la oportunidad histórica de posicionarse en la producción de alimentos”
Por Willian Legal
El sector industrial de Paraguay tiene grandes oportunidades de crecimiento a nivel regional y global, pero al mismo tiempo enfrenta desafíos que requieren líderes con visión estratégica.
En una nueva entrega de Hacedores, La Nación/Nación Media conversó con Raúl Valdez, presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), un profesional y gremialista cuya trayectoria lo convirtió en un referente del desarrollo productivo y naviero del país.
Valdez, con alma de cervecero y corazón de cerrista, apunta a convertir al Paraguay en un actor importante en la producción de alimentos con valor agregado.
- ¿Cómo se describe en lo personal?
Me considero una persona apasionada y comprometida con cada proyecto en el que participo. La dedicación, el entusiasmo y la búsqueda constante de impacto positivo son rasgos que definen tanto mi vida profesional como personal.
- ¿Cuál es su filosofía de trabajo y liderazgo?
Creo firmemente en el poder del trabajo en equipo como motor del crecimiento sostenible. La constancia, la disciplina y la escucha activa son pilares de mi estilo de liderazgo. Me enfoco en construir relaciones de confianza, fomentar el talento y crear espacios donde las ideas se traduzcan en resultados.
- ¿Cómo equilibra su vida personal con las exigencias laborales y gremiales?
El equilibrio es un ejercicio consciente y diario. Establezco prioridades claras, respeto mis espacios personales y cultivo relaciones significativas fuera del ámbito laboral. Entiendo que un liderazgo saludable también se basa en el autocuidado y en mantener una vida familiar y personal plena.
- ¿Cuáles son sus pasatiempos?
Principalmente deportes. Juego al tenis y soy fanático del fútbol (cerrista de cuna). Además, soy productor y sommelier de cervezas. Tiene mucho de laboratorio, prueba y error. Se requiere precisión, paciencia y sobre todo mucha creatividad. Al final del día, estás produciendo un alimento que se basa en métodos industriales: lleva insumos de calidad, control de temperaturas, tiempos, higiene e ingeniería. Es como tener una microindustria en casa… con brindis incluido. Además, es una forma de relajarme haciendo algo que sigue conectado con mi vocación: transformar, agregar valor y disfrutar del resultado.
- ¿Qué legado le gustaría dejar en el desarrollo del país?
Me gustaría haber contribuido a construir un Paraguay más productivo, competitivo y justo. Que mi paso por los distintos espacios haya impulsado decisiones y acciones concretas que fortalecieron la industria nacional, generaron empleo y mejoraron la calidad de vida de las personas. Considero que es un deber patriótico aportar desde donde a uno le toque, con responsabilidad y visión de largo plazo, para la construcción de un país mejor para todos.
- ¿Cuáles son las proyecciones a largo plazo para la industria?
Las proyecciones son brillantes. Paraguay tiene la oportunidad histórica de posicionarse como un actor estratégico en la producción de alimentos con valor agregado. No estamos hablando solo de potencial, sino de una oportunidad sin precedentes: diversos estudios indican que en los próximos 30 años el mundo necesitará producir más alimentos que en toda la historia de la humanidad en su conjunto.
Esto se debe al crecimiento poblacional sostenido, la urbanización, el cambio en los hábitos alimentarios —con un aumento en el consumo de proteínas vegetales y animales— y el ascenso económico de países emergentes que demandan productos de mayor calidad y valor nutricional, en especial las proteínas animales y vegetales.
Estoy convencido de que nuestra industria puede ser una potencia global de la industria alimentaria produciendo proteínas animales y vegetales, aceites, biocombustibles y alimentos procesados. Si hacemos bien las cosas, Paraguay puede ser parte fundamental de la solución a un desafío global relacionado con la seguridad alimentaria y sustentable.
- ¿Cómo toma el desafío de pasar del sector naviero al sector productivo e industrial?
Con profunda motivación. Fue un cambio planificado y estructurado. Son grandes sectores industriales que son eslabones de una misma cadena de valor. La logística y la producción están íntimamente ligadas: sin una logística eficiente, la industrialización no puede prosperar. Mi paso por el sector naviero me da una visión estratégica integral, clave para impulsar el desarrollo industrial que el país necesita.
- ¿De qué manera cree que su experiencia en el sector naviero influirá en su desempeño y gestión al frente de la Cappro?
Creo que aportará una perspectiva valiosa. La logística no es solo un componente operativo, es un factor determinante para la competitividad. Conozco en profundidad las limitaciones estructurales que enfrentamos y cómo abordarlas para lograr que nuestros productos industrializados lleguen con eficiencia, calidad y a precios competitivos a los mercados regionales y globales.
- ¿Cómo ve la situación actual del sector de la industria de oleaginosas y cereales?
Es como tener un gigante dormido: necesitamos políticas activas que lo despierten y lo impulsen hacia su máximo rendimiento. Es un sector con un potencial extraordinario, pero hoy subutilizado. Las inversiones están hechas, las capacidades están instaladas, pero no estamos operando ni cerca del nivel que podríamos.
- ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector?
El principal desafío es utilizar al máximo la capacidad instalada. Para lograrlo, es imprescindible un trabajo articulado con el sector público. La industria necesita políticas claras, incentivos inteligentes y condiciones que fomenten la producción continua y sostenida.
Paraguay tiene un desafío gigantesco en términos de mejorar la infraestructura, la institucionalidad de aquellas instituciones que están relacionadas con la gobernanza de toda la logística, específicamente la hidrovía. Entonces, en definitiva, creo que ese va a ser un aporte importante para apuntalar el crecimiento de la industria también.
- ¿Qué cambios considera necesarios para que el sector pueda crecer y aportar más valor agregado?
Es fundamental una política industrial robusta y decidida. Necesitamos un marco que incentive la transformación local de nuestras materias primas, que reduzca las asimetrías con otros países de mayor escala en la región, y que fomente la inversión, la innovación y la exportación. De la mano con el desarrollo agroindustrial del procesamiento de la soja, podemos proyectar el arribo de otras grandes industrias de producción de proteínas animales y bioenergía que podrán encontrar en nuestro país todo lo que necesitan para ser competitivos globalmente, con lo cual el efecto multiplicador del valor agregado puede ser exponencialmente beneficioso.
- ¿Qué factores limitan el crecimiento de la industrialización en Paraguay?
La principal limitación es la falta de políticas públicas consistentes y de largo plazo. Paraguay cuenta con recursos y capacidades, pero necesita condiciones estructurales para despegar y dar el gran salto. En definitiva, tenemos una capacidad productiva de escala absolutamente relevante. Tenemos condiciones muy favorables en términos de productividad: tierras fértiles, energía limpia, mano de obra altamente calificada y un marco impositivo muy atractivo.
En este sentido, el siguiente paso es avanzar hacia la industrialización, logrando que el procesamiento de nuestras materias primas no sea solo un componente de exportación, sino que también atraiga mayores inversiones industriales. Esto incluiría otros tipos de industrias que requieren los insumos que producimos o las materias primas que tenemos disponibles.
Considero que Paraguay debe dar ese paso determinante, potenciando la industrialización de su principal producto, el cual es el más relevante en términos de aportes macroeconómicos para el ingreso de divisas en exportaciones, en cuanto a la capacidad productiva agrícola y otros factores que hacen que el complejo de la soja sea absolutamente relevante para el funcionamiento económico de nuestro país.
Ficha personal
- Actualmente preside la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro)
- Vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym)
- Director de logística de ADM Paraguay S.R.L./Naviera Chaco S.R.L. desde 2020
- Director de la Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca de la Plata (CPTCP)
- Miembro del Consejo de la Sociedad Civil del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
- Miembro de la Comisión Nacional de Transporte Terrestre
- Miembro de la Comisión Nacional de Hidrovías
- Fue director de operaciones de Imperial Logistics Paraguay 2017 - 2019
- Fue gerente comercial de ADM Paraguay / Naviera Chaco S.R.L. 2011 – 2017
- Es magíster en Administración de Negocios (MBA) por la Universidad de Chile, 2021
- Executive Master in International Business (EMIB) por ESCP Business School of Paris, 2021.
- Licenciado en Administración de Empresas por Universidad Católica de Asunción, 2007.
- Está casado con Cecilia. Es padre de Maxi de 10 años y Vale de 4 años.
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Costa Rica, hub para los negocios mutuos
Por Alba Delvalle
Paraguay debe aprovechar su gran potencial de sumar productos con valor agregado, y el país costarricense puede ser la puerta de entrada a mercados de Centroamérica. Comercio, inversión y cooperación sectorial, los ejes estratégicos.
Con el 6,5 % de la biodiversidad mundial, 604 playas paradisiacas, retorno del 11,7 % de la inversión en producciones fílmicas, titulación convalidada para grado universitario, un hub logístico y comercial para acceder a mercados de toda Centroamérica, Costa Rica se presenta como un gran aliado a ser más explorado y aprovechado. Mientras que Paraguay goza de un tremendo potencial para abastecer productos con valor agregado, como los saludables y ecoamigables.
Estos fueron algunos de los aspectos conversados durante la visita de la directora regional de la Promotora de Comercio Exterior Regional de Costa Rica (PROCOMER), Stephanie Tejada, quien junto con el embajador de Costa Rica en Paraguay, Jeison Granados, recibieron al equipo de FOCO en la residencia del diplomático en el marco de la agenda de promoción de este país que busca estrechar más lazos.
La idea, mencionaron, es que Costa Rica y Paraguay puedan mantener una relación comercial y de inversión más estratégica, que abarque por un lado mayor diversificación con oportunidades en productos químicos y farmacéuticos, educación (intercambio académico, alianzas institucionales), en agroindustria con foco en productos ecoamigables, en cartón y papel reciclado nacional para sustituir al isopor que se emplea allá.
Respecto a los sectores identificados por Procomer a ser fortalecidos, la directora recalcó que, en servicios, Costa Rica se destaca en la producción audiovisual, con una Ley de atracción para producción fílmica, con incentivos o un retorno de impuestos del 11,7% en solo 60 días. Además, dijo que gozan de escenarios naturales para filmaciones como selva, playa, montaña, tal y como fue inspirada la película de Jurassic Park, invitando a productoras paraguayas a aprovechar esta oferta.
En lo que a educación respecta, indica ron que Costa Rica cuenta con las mejores universidades de Centroamérica, con promoción de programas de doble titulación, posgrados en sostenibilidad y administración. La zona azul, una región caracteriza da por una alta concentración de perso nas que viven hasta los 100 años, es ideal para temas académicos de longevidad y sostenibilidad.
Agregaron que tienen universidades con convenios y presencia de instituciones de Estados Unidos (Texas Tech, INCAE). Al respecto, Stephanie remarcó sobre la presencia de estudiantes para guayos en posgrados y doctorados en lo que es el intercambio académico actual, que aún puede ser más aprovechado.
“El sector académico es clave, es más barato estudiar en Costa Rica que en EE. UU., y con títulos convalidados”, expresó, a su vez, el embajador. En Tecnología de la información (TICs), apuntaron que existen posibilidades de colaboración en desarrollo de software, IoT, IA, y más, con un enfoque de colaboración bilateral tanto para importar como exportar soluciones TIC.
Respecto a las oportunidades para Para guay, la directora regional de PROCOMER enumeró la exportación de productos con valor agregado, puesto que Costa Rica posee un consumidor exigente, con alto poder adquisitivo y conciencia sobre lo que consume.
“Hay una alta demanda por productos saludables como gluten free, sugar free y líneas ecoamigables, y Para guay puede posicionar este tipo productos diferenciados que se ajusten a este perfil de consumo”, aportó Stephanie.
Asimismo, se puede introducir bienes con enfoque agroindustrial, tales como fertilizantes, pesticidas e insumos agrícolas amigables con el medio ambiente. También semillas, especialmente de maíz, y hasta el papel y cartón reciclado, en sustitución de materiales contaminantes como el isopor que está prohibido por ley en Costa Rica, especificó.
Y por supuesto, para la internacionalización de empresas paraguayas, Costa Rica se presenta como un hub logístico y comercial de modo a acceder a mercados de toda Centroamérica, como ya lo está desarrollando una empresa nacional de cartones, que está instalando un centro de distribución o planta productiva en territorio costarricense. En este punto, representantes recalcaron la zona franca costarricense que ofrece incentivos fisca les y apoyo institucional sin costo.
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Molienda de oleaginosas bajó 9,5 % en febrero y se mantendrá ociosidad, según Cappro
La molienda acumulada de oleaginosas alcanzó 388.045 toneladas al cierre del segundo mes del año, un valor que representó una caída del 9,5 % con relación al mismo mes del 2024, cuando se registró 428.695 toneladas, según reportó la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). El descenso en el volumen procesado se mantendría ya que existe una alta competencia con las fábricas de otros países a la hora de adquirir materia prima agrícola.
”Considerando que se espera una disminución en la cosecha de soja para esta campaña y los problemas para la navegación que dificultan las exportaciones habrá que seguir esperando para entender cuál será el desempeño de la industria aceitera nacional, aunque las expectativas siguen siendo de que se mantenga una elevada ociosidad”, mencionaron.
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Con respecto a la industrialización de la soja, indicaron que se llegó a 378.494 toneladas al finalizar febrero, una caída de 29.000 toneladas comparando con el mismo lapso del año pasado, aunque se mantuvo por encima del promedio de los últimos tres años. Este nivel de procesamiento acumulado arrojó una utilización de la capacidad dentro de las industrias nacionales del 50 %.
El gremio señaló que la expectativa del sector es que el agregado de valor a nuestras materias primas agrícolas siga estancado en el país. Sin embargo, el porcentaje de utilización podría mejorar en los próximos meses y superar el 50 % del total del primer bimestre aunque la proyección sigue siendo de que cierre el año nuevamente en torno al 60 %.
Se suma el retraso en la cosecha
Como aspecto resaltante del análisis, afirmaron que se debe entender el impacto que tiene el retraso de la cosecha, que se vio claramente en dos de los últimos cinco años y es un factor que se suma como una dificultad adicional para la industria que ya viene operando en desventaja competitiva con respecto a las fábricas de otros países.
“El gran desafío pendiente sigue siendo mejorar el posicionamiento de nuestro país en la industrialización de esta oleaginosa, donde se encuentra incluso por fuera del listado de los diez principales”, expresaron. Actualmente la capacidad instalada de las agroindustrias es de más de 4 millones de toneladas por año.
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