El salario mínimo en nuestro país no cumple con su propósito legal de ser “vital”, establecido por la Constitución Nacional, según el economista Jorge Garicoche, quien señaló que la brecha entre los precios y los salarios es cada vez mayor, principalmente tras la pandemia.

Garicoche refirió que el salario mínimo debe cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y garantizarles una vida digna, según lo establecido por el artículo 92 de la Constitución. Sin embargo, mencionó que en la práctica no se observa su cumplimiento.

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Hay un problema con lo que está escrito, lo que tenemos escrito en nuestro orden jurídico dice que es un salario mínimo vital, esto tiene que cubrir todo, tiene que garantizarnos la tranquilidad de vivir”, afirmó a la 780 AM.

El economista comparó la evolución de precios y salarios en el país, concluyendo que existe una brecha cada vez mayor, acentuada en los últimos cinco años, posterior a la pandemia de covid-19.

“Generalmente ocurre que los precios avanzan como en una carrera de Fórmula 1 y los salarios se quedan caminando. Posterior a la pandemia, eso se acentuó”, señaló.

Si bien la inflación general se estima en torno al 4 %, Garicoche destacó que el incremento en productos básicos, como los alimentos, supera ampliamente esa cifra. “Cuando uno desglosa eso, encuentra que en alimentos estamos alrededor del 9 % o 10 %, con seguridad por encima del 7 %”, precisó.

Sobre el proceso de actualización del salario mínimo, explicó que depende de la recomendación de la Comisión Nacional de Salarios (Conasam), integrada por representantes del Estado, empleadores y sindicatos, pero consideró que el debate debe ir más allá del ajuste anual.

La cuestión pasa por cómo elevamos la productividad para que nuestros trabajadores también puedan ir mucho más rápido”, sostuvo.

Garicoche mencionó también como una preocupación la alta informalidad laboral en el país, lo que deja a miles de trabajadores fuera del alcance del salario mínimo y sin acceso a seguridad social.

“Mi mayor preocupación es cómo hacemos esa transición de pasar de la informalidad a la formalidad, de tener seguridad social, de aumentar productividad”, indicó.

También subrayó que la mitad de la economía paraguaya se genera en los sectores de comercio y servicios, actividades que presentan altos índices de informalidad y bajos niveles de protección laboral.

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