La industria es la que más aporta al producto interno bruto (PIB), la que menor morosidad tiene, pero es la que accede a menos crédito, según revela un informe del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial del Paraguay (UIP). Señalan que sectores con alto potencial productivo como la industria y los servicios son los menos atendidos por el sistema financiero.
La UIP, a través de su Centro de Estudios Económicos, emitió un informe titulado “La paradoja del financiamiento del desarrollo”, que expone una contradicción entre el volumen de créditos, que fue creciendo en los últimos años, y su distribución que, según la UIP, no favorece a sectores estratégicos como la industria y los servicios.
Leé también: Balanza comercial cerró abril con déficit de USD 311,7 millones
Este informe fue realizado sobre datos de la Encuesta de Financiamiento Industrial 2024, elaborada con apoyo de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). Señalan que tanto la industria como los servicios tienen una alta incidencia en el PIB del país, además de una baja morosidad, sin embargo, el comercio y la ganadería concentran la mayor parte del financiamiento pese a mostrar mayor riesgo de impago.
La UIP señala que la industria es uno de los motores de la economía nacional, pero que solo accede a apenas el 7,5 % del crédito bancario. “La industria necesita crédito proporcional a su aporte para transformar la matriz productiva del país”, afirmó sobre el punto Julio Fernández, jefe senior del Centro de Estudios Económicos de la UIP.
Entre las principales causas identificadas, el informe destaca las asimetrías de información, los mayores costos de evaluación crediticia en sectores complejos como las manufacturas, y la persistente percepción de que los sectores tradicionales son más seguros, aun sin evidencia sólida que lo respalde.
La encuesta revela además que una empresa del sector primario tiene hasta tres veces más probabilidades de obtener un crédito que una industrial del mismo tamaño y nivel de facturación. Esta brecha solo se reduce cuando se trata de industrias grandes y exportadoras.
En cuanto a la banca pública, el informe muestra que el apoyo a la industria es todavía limitado. En la última década, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) apenas incrementó un 5% su crédito al sector, mientras que el Banco Nacional de Fomento (BNF) mantiene una fuerte concentración en consumo, comercio y agricultura.
El documento de la UIP también presenta una hoja de ruta con propuestas para reorientar el sistema financiero, tales como mejorar la información disponible, reducir los costos de transacción, transformar la percepción del riesgo industrial y fortalecer la cooperación público-privada.
“La transformación productiva de Paraguay necesita una nueva arquitectura financiera que acompañe el potencial de sus industrias. El crédito no debe ser un freno, sino el motor del desarrollo”, concluyó Fernández.