Por: Alba Delvalle
Desde fábricas de implantes médicos de alta tecnología hasta plantas que procesan camarones en Itapúa, el país demuestra su capacidad para atraer a nuevos inversionistas que generan empleo, potencian el conocimiento local y consolidan nuevas cadenas de valor. En este exclusivo mano a mano, el viceministro de Industria, Marco Riquelme, revela detalles de su exitoso plan de promoción país.
¿Cómo avanza la agenda de promoción país?
Paraguay es como un producto de altísima calidad: querido por todos, competitivo, pero que quizá no se vende tanto porque aún no se conoce lo suficiente. Lo que más nos sorprende en cada viaje es ver cómo las personas se asombran al conocer nuestros regímenes de incentivos y la carga impositiva que tenemos. Por lo general, lo primero que preguntan es qué descuentos podrían obtener si deciden montar su industria aquí.
Ahí les explicamos que en realidad no necesitan ningún descuento, porque nuestras tasas ya son extremadamente competitivas. Nuestro trabajo, desde el Ministerio de Industria y Comercio, es justamente dar a conocer las ventajas de producir en Paraguay. Muchas veces nuestros propios vecinos no miran más allá de su mercado interno, al ser tan grandes Argentina y Brasil. Pero cuando les contamos lo que ofrece Paraguay, se sorprenden y se empiezan a interesar, más aún porque los regímenes de incentivos generamos con el arancel externo del Mercosur, que muchas veces tampoco saben cómo pueden aprovechar.
¿Cómo observan el interés de posibles inversionistas?
Hay muchísimo interés. En las últimas visitas de promoción país, muchas veces tuvimos que cerrar las invitaciones porque los cupos se llenaban rápidamente. En cada convocatoria, prácticamente tenemos salas repletas, y cuando los empresarios escuchan las ventajas que ofrece Paraguay —como los regímenes de incentivo, la energía competitiva y la cercanía con los países vecinos—, el interés crece aún más.
Para poner un ejemplo: de São Paulo a Manaus, la principal zona productiva del norte de Brasil, hay casi 4.000 kilómetros, mientras que de São Paulo a Ciudad del Este hay apenas unos 1.000 kilómetros. La diferencia en costos de flete es tremenda.
Cuando estuvimos en Curitiba, por ejemplo, la mayoría de los asistentes ni siquiera sabía que había un vuelo directo a Asunción. Eso muestra el gran desconocimiento que todavía existe sobre Paraguay, y justamente ahí vemos una oportunidad que debemos aprovechar.
Desde el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) contamos con todas las herramientas para apoyar a los empresarios interesados. Organizamos tours de negocios, les preparamos agendas para que se reúnan con sus contrapartes o posibles clientes, y los ayudamos a entablar alianzas estratégicas.
¿Qué tipo de empresas son las que se quieren atraer?
Necesitamos traer una primera oleada de empresarios que pueda entrar en sintonía con lo que es nuestro país. Para eso, estamos trabajando en un proyecto de parques industriales que acojan a las empresas. No necesariamente buscamos industrias gigantes; pueden ser medianas, con 50 o 60 funcionarios, porque preferimos tener varias empresas medianas antes que apuntar únicamente a algunas grandes.
Creemos que este enfoque generará un efecto boca en boca más probable en el entorno de estas empresas, que por lo general forman parte de cámaras de comercio y podrán comenzar a hablar de Paraguay a sus colegas.
Esto no significa que no queramos atraer proyectos de gran escala, sino que, en términos de toma de decisiones, creemos que es más fácil para una mediana industria que para una empresa con 1.000 o más funcionarios.
Esta es una iniciativa nueva que estoy impulsando en el Ministerio, con el objetivo de mirar el desarrollo desde otra perspectiva, porque también la diversificación de nuestra matriz exportadora y del conocimiento, mientras más nos diversificamos, más capacidades específicas y nuevos aprendizajes generamos para nuestra mano de obra.
¿Cuáles serían estos tipos de industrias interesantes?
Tenemos que ocupar los parques industriales que estamos impulsando en el país, y el tipo de industrias que queremos atraer son aquellas ligadas a las ventajas competitivas que ofrece Paraguay. No buscamos ser competencia, sino ser industria complementaria, formando parte de la cadena de valor de Brasil y Argentina. Queremos contribuir desde Paraguay a que ganen eficiencia, bajen costos y a que los consumidores brasileños y argentinos accedan a productos finales a menor precio. Un verdadero ganar-ganar.
Otra de las estrategias que estamos promoviendo es la atracción de industrias con capacidad de desarrollar productos adyacentes. Esto significa empresas que hoy fabrican un producto A, pero que también podrían producir un A.5 o un B, y que quizás nunca lo hicieron porque requiere más mano de obra o mucho espacio físico. Entonces, la idea es atraerlas no para que cierren sus operaciones, sino que operen desde aquí con adyacencias
Además, buscamos ser parte de cadenas productivas, como para que una parte del producto final se pueda hacer aquí. Un ejemplo claro son las ensambladoras de vehículos, entre otros sectores.
En general, las industrias más interesadas en Paraguay son las intensivas en mano de obra. Y acá lo que más escuchamos es gente que quiere trabajar, 100.000 jóvenes por año que se quieren insertar a la fuerza laboral.
¿Cuál sería algún proyecto que se esté gestando?
Una empresa cordobesa decidió aprovechar los incentivos fiscales que ofrecemos. Fabrican implantes médicos, como los de cadera, utilizando un material metálico que importan desde China e India. Para ingresar esos insumos a Argentina, enfrentan un arancel del 147 %, mientras que en Paraguay, gracias a nuestro régimen de materia prima, pueden importar insumos no fabricados localmente sin pagar aranceles aduaneros. Eso hizo que su decisión de instalarse aquí fuera muy sencilla.
Ellos ya registraron 26.000 productos en Dinavisa, y es una fábrica que se va a inaugurar a mitad de año, pero que ya están instalados en un complejo industrial en la zona de la Costanera, un capital argentino y que ya empezó a producir estos implantes. Entonces, ellos vienen a importar tecnología de altísima calidad, porque sus máquinas van a venir de Japón, además van a venir a capacitar a nuestra gente, crear mano de obra y también exportar el producto final.
¿Se puede hablar de algún tipo de industria innovadora?
Otro rubro que antes jamás hubiéramos imaginado que podría instalarse es el de los camarones. Una empresa argentina de capital español decidió radicarse en Itapúa y ya está a punto de iniciar su producción. Eligieron Paraguay por el bajo costo de la energía, fundamental para una fábrica que necesita mantener la cadena de frío- el camarón no puede perderla en ningún momento -y que requiere un 100 % de energía eléctrica. Además, valoraron la disponibilidad de mano de obra local. Su operación consiste en importar los camarones en bruto, fraccionarlos aquí y reexportarlos.
Otro ejemplo de industria no tradicional es una fábrica que fracciona tripas. Compra materia prima a frigoríficos locales e importa también de otros países, para luego procesarla en Paraguay y venderla como insumo a empresas de embutidos y encurtidos. Es un claro ejemplo más de las ventajas competitivas del país para importar, procesar y exportar, generando mano de obra al Paraguay.
¿Cuáles son las principales ventas de Paraguay para la inversión extranjera?
Para nosotros es importante hablar de nuestro recurso más diferenciado de la región, que son nuestro régimen fiscal y nuestros incentivos fiscales para la inversión. Y eso es lo
que nosotros salimos a comunicar. Porque si hablamos de alimentación, Argentina y Brasil son más grandes que nosotros, si vamos a querer destacarnos por recursos naturales, ellos también tienen mucho sol, tierra, agua, gas, energía compartida, pero nuestro diferencial son estos regímenes de materia prima, la maquila, zona franca, la ley 60/90 entre otros.