El Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) afirma que la situación cíclica del Paso Bermejo, donde los sedimentos de dicho río se depositan en el cauce del río Paraguay dificultando el tránsito fluvial, tiene solución definitiva y que existen ejemplos ya comprobados en otras partes del mundo.

Tenemos que dejar de normalizar que el Bermejo va a parar la navegación cada año y existen soluciones técnicamente comprobadas en el Mississippi, así como en Europa; tenemos que hacer un copy-paste, copiar con dignidad, como decimos, las mejores soluciones e implantarlas en nuestra querida Hidrovía”, afirmó Bernd Gunther, presidente de Cafym a la 1080 AM.

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Durante los primeros meses del año, el bajo nivel del río Paraguay y el aporte masivo de sedimentos generaron graves dificultades para la navegación fluvial, especialmente en el Paso Bermejo, uno de los puntos más críticos del canal. Aunque en la actualidad las condiciones mejoraron con la llegada de mayor caudal, Gunther advirtió que el alivio es temporal.

Hoy en día estamos descansando porque están los camalotes en el río, que es la mejor señal que podemos tener, pero no es una señal de relajación. Sabemos que esta agua va a volver a bajar en el segundo semestre y tenemos que seguir dragando y haciendo las obras pertinentes”, agregó.

Para evitar nuevas afectaciones a la navegación, Gunther explicó que Cafym contrató de forma privada una draga de la empresa Dragados del Paraguay que, a diferencia de las dragas de corte habituales, esta tecnología permitió succionar los sedimentos sin interrumpir el paso de embarcaciones.

“Ese fue el gran cambio que hicimos para no cortar la navegación y descomprimir la zona del Bermejo. Esas obras duraron alrededor de dos meses y lo hicimos con fondos privados de aportes de los socios de Cafym”, sostuvo.

Soluciones de fondo

Según Gunther, la solución definitiva pasa por obras de ingeniería fluvial similares a las utilizadas en grandes ríos del mundo, con estructuras construidas con arena, geotextil y piedras, que redirigen el flujo del río y aumentan su capacidad de arrastrar sedimentos.

Es como si fuese una protección de costanera que lo venimos haciendo bastante en Paraguay, pero tiene un dimensionamiento copiado y lo que eso genera es que se reduzca la sección del río Paraguay y aumenta el flujo puntualmente en la zona de desembocadura donde hay ese aporte de sedimentos, entonces eso le da como una inyección de fuerza de flujo al río Paraguay para arrastrar los sedimentos del Bermejo”, explicó.

Para avanzar hacia ese objetivo, Gunther señaló que el siguiente paso es lograr un consenso técnico entre las autoridades nacionales como el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la Administración Nacional de Navegación y Puertos, entre otras, y luego llevar el planteamiento a Cancillería Nacional, ya que se trata de aguas compartidas con Argentina.

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