Molienda de oleaginosas bajó 9,5 % en febrero y se mantendrá ociosidad, según Cappro
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La molienda acumulada de oleaginosas alcanzó 388.045 toneladas al cierre del segundo mes del año, un valor que representó una caída del 9,5 % con relación al mismo mes del 2024, cuando se registró 428.695 toneladas, según reportó la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). El descenso en el volumen procesado se mantendría ya que existe una alta competencia con las fábricas de otros países a la hora de adquirir materia prima agrícola.
”Considerando que se espera una disminución en la cosecha de soja para esta campaña y los problemas para la navegación que dificultan las exportaciones habrá que seguir esperando para entender cuál será el desempeño de la industria aceitera nacional, aunque las expectativas siguen siendo de que se mantenga una elevada ociosidad”, mencionaron.
Con respecto a la industrialización de la soja, indicaron que se llegó a 378.494 toneladas al finalizar febrero, una caída de 29.000 toneladas comparando con el mismo lapso del año pasado, aunque se mantuvo por encima del promedio de los últimos tres años. Este nivel de procesamiento acumulado arrojó una utilización de la capacidad dentro de las industrias nacionales del 50 %.
El gremio señaló que la expectativa del sector es que el agregado de valor a nuestras materias primas agrícolas siga estancado en el país. Sin embargo, el porcentaje de utilización podría mejorar en los próximos meses y superar el 50 % del total del primer bimestre aunque la proyección sigue siendo de que cierre el año nuevamente en torno al 60 %.
Se suma el retraso en la cosecha
Como aspecto resaltante del análisis, afirmaron que se debe entender el impacto que tiene el retraso de la cosecha, que se vio claramente en dos de los últimos cinco años y es un factor que se suma como una dificultad adicional para la industria que ya viene operando en desventaja competitiva con respecto a las fábricas de otros países.
“El gran desafío pendiente sigue siendo mejorar el posicionamiento de nuestro país en la industrialización de esta oleaginosa, donde se encuentra incluso por fuera del listado de los diez principales”, expresaron. Actualmente la capacidad instalada de las agroindustrias es de más de 4 millones de toneladas por año.
La harina y el aceite de soja exportados por Paraguay llegan a 40 mercados y fortalecen el proceso de industrialización de productos primarios. Foto: Ilustrativa
Paraguay exporta productos industrializados de la soja a 40 mercados internacionales
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Por Rodolfo Sosa
Paraguay avanza en la industrialización de su soja, logrando producir y exportar harina y aceite de soja a unos 40 mercados internacionales de América, Asia, Áfria y Europa. Entre enero y agosto de este año, estos productos generaron USD 825 millones por casi 3 millones de toneladas exportadas.
La industrialización de la soja y la exportación de sus productos muestran crecimientos importantes. En el último informe de comercio exterior del Banco Central del Paraguay (BCP) se observó que al cierre de agosto se exportó un total de 1,44 millones de toneladas de harina de soja por USD 417,4 millones.
El aceite de soja, por su parte, cerró el octavo mes con un volumen exportado de 423.300 toneladas por USD 408,3 millones, con un notable incremento interanual de 27,8 % en valor respecto al acumulado hasta agosto del año anterior.
De acuerdo con datos proveídos a La Nación/Nación Media por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), las exportaciones de harina y aceite de soja del país llegan a 40 mercados de de distintos continentes.
En aceite de soja, el mayor comprador de Paraguay es India, que al cierre de 2024 adquirió el 45,48 % del total de las exportaciones; seguido por Bangladesh, con el 20,10 %; Brasil con el 16,84 %. Con menores porcentajes, la lista enumera a Perú, Angola, Pakistán, Mozambique, Países Bajos, Argelia y Chile.
En cuanto a la harina de soja, el principal destino fue la Unión Europea, con un 26,10 % del total exportado; seguido por Chile, con el 25,25 %; Perú, con el 15,08 %; Reino Unido, con el 9,92 %. La lista sigue con países como Tailandia, Indonesia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Vietnam y Uruguay.
“La Unión Europea concentra casi el 30% de nuestras exportaciones de harina de soja, mientras que India se consolida como principal destino del aceite, evidenciando la confianza y demanda global por nuestros productos”, manifestó a LN Raúl Valdez, presidente de la Cappro.
Valdez subrayó que la industrialización de la soja no solo abre mercados sino que también reduce la dependencia de los precios volátiles de los commodities, genera empleo, desarrollo y estabilidad económica.
En ese sentido, destacó que la transformación de granos en productos de mayor valor agregado es el camino para que Paraguay pase de ser un exportador de materias primas a convertirse en un actor estratégico en la seguridad alimentaria global.
De acuerdo con el gremio, solo en julio las industrias asociadas procesaron más de 333.000 toneladas de soja, logrando por primera vez una variación interanual positiva. En el acumulado de julio, la industrialización alcanzó casi 2 millones de toneladas, lo que significa un volumen superior en más de 200.000 toneladas al promedio de los últimos tres años sin sequía.
En ese sentido, refieren que esta dinámica permitió una utilización de más del 80 % de la capacidad instalada, un aumento de dos puntos porcentuales respecto al cierre del primer semestre.
“La mejora de la molienda de soja, según los reportes preliminares de agosto, muestra que podrá ir mejorando con relación al comparativo parcial del mismo lapso del 2024, lo que nos permite tener un saldo exportable de mayor volumen, que es lo que impulsa el incremento del envío de harina y de aceite de soja, que se refleja en el informe de agosto del BCP”, destacó el presidente de la Cappro.
Optimismo de cara al segundo semestre
Desde la Cappro consideran que las condiciones son favorables para que en ese segundo semestre en curso se pueda dar un crecimiento frente al procesamiento de soja del mismo periodo del año anterior, lo que generaría un escenario alentador para la industrialización de oleaginosas y cereales.
“El pronóstico respecto al ingreso de divisas por la venta de productos industriales es que su valor se iría fortaleciendo en lo que resta del año, según la proyección que maneja la industria aceitera nacional. Al aumentar el procesamiento se espera mayor ingreso de divisas y más generación de riquezas en el país”, manifestó Valdez.
Raúl Valdez, presidente de la Cappro, manifestó que una mayor industrialización de la soja hace al país menos dependiente de la volatilidad de los precios de los commodities. Foto: Gentileza
Igualmente, el titular de la Cappro sostuvo que la sólida demanda internacional del aceite de soja en los últimos meses generó el incremento del precio internacional en el orden del 20 % respecto a julio de 2024.
Valdez concluyó que la industrialización es la clave para competir en el mundo y que Paraguay ha logrado dar un paso decisivo al industrializar su producción agrícola, transformando granos en productos de mayor valor que llegan hoy a más de 40 mercados internacionales.
De acuerdo al reporte de la Cámara, el porcentaje implica una mejoría de 2 puntos porcentuales con relación a lo registrado al cierre del primer semestre del año pasado. Foto: Gentileza
Capacidad para procesar soja llega al 80 % de utilización al cierre de junio
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La Cámara Paraguay de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) informó que la industrialización soja demostró un significativo crecimiento este año, alcanzando al cierre de junio la utilización del 80 % de la capacidad instalada de las plantas oleaginosas del país, encargadas del procesamiento industrial del grano.
De acuerdo al reporte de la cámara, ese porcentaje implica una mejoría de 2 puntos porcentuales con relación a lo registrado al cierre del primer semestre del año pasado y supera ampliamente el promedio de 71 % registrado en el mismo mes de los últimos tres años.
Hasta el mes de julio la industrialización de soja ha alcanzado 1.982.381 toneladas, volumen que mejora en más de 200.000 toneladas al promedio de lo conseguido en el mismo periodo en los últimos tres años sin sequía.
El crecimiento de la industrialización, en comparación a julio del 2024, alcanzó un 3 % constituyéndose en una muestra clara de lo anticipado en las proyecciones para el segundo semestre, de que sería bastante positivo para la industria aceitera y, en consecuencia, para toda la economía nacional.
Esta proyección positiva se refleja también en los valores de exportación del producto industrializado, ya que según el Banco Central del Paraguay (BCP), entre enero y julio de este año la exportación de aceite de soja creció un 24 % comparado con el mismo periodo del año pasado.
La Cappro afirma al respecto que con el aumento en la industrialización de materias primas se conseguirá generar más ingresos por la venta al mundo de productos con valor agregado, y se aprovechará mejor el potencial del sector con el efecto derrame para sectores conexos, lo que se transforma en más empleos para las familias de todo el Paraguay.
“Además de lo auspicioso que resulta este indicador en las comparaciones, deja también el mensaje de que incluso con la reducción de las presiones internacionales sobre la materia prima nacional, la industria sigue teniendo espacio para crecer y seguir agregando valor a las oleaginosas producidas en suelo paraguayo”, destacan desde el gremio.
Cláusulas comerciales sugeridas para contratos, procedimientos y documentos permitirán contar con un marco claro, transparente y previsible para todos los actores de la cadena, son algunos de los detalles sugeridos. Foto: Gentileza
Avanzan en herramientas clave para el sistema de identificación de la soja
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La implementación del Sistema de Identificación de Soja y Derivados con destino a la Unión Europea (SISE-UE) continúa avanzando en el país. En las últimas semanas, varios gremios trabajaron de manera conjunta con los actores de la cadena productiva para desarrollar herramientas clave que faciliten la adhesión al sistema.
Entre ellos se encuentran cláusulas comerciales sugeridas para contratos, a fin de brindar mayor seguridad y uniformidad en las operaciones. Además, procedimientos y documentos que permitirán contar con un marco claro, transparente y previsible para todos los actores de la cadena.
Esto fue informado a través de un comunicado emitido por:
la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco)
la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro)
la Unión de Gremios de la Producción (UGP)
la Federación de Cooperativas de la Producción (Fecoprod)
Señalaron que el trabajo colaborativo busca ofrecer un entorno robusto que permita avanzar con el proceso de adhesión voluntaria al SISE-UE, incentivando a los productores a informarse sobre los aspectos técnicos y operativos del sistema, así como sobre las exigencias y compromisos que implica su adopción.
“Adherirse voluntariamente al SISE es una oportunidad para mantener abiertas las puertas en el mercado europeo y acompañar los requerimientos de este destino, de modo a tener más información respecto de los productos y su origen”, mencionaron en la misiva.
En caso de contar con dudas sobre los compromisos o sobre cómo cumplirlos, “les sugerimos a los productores que recurran a su asesor técnico o gremio. Con la información clara podrán decidir cumplir los compromisos con confianza”, subrayaron. Al decidir sumarse, solo deberán autorizar la verificación de sus parcelas productivas, en las que se inicia el proceso de adhesión.
“Nuestro objetivo es trabajar de manera conjunta entre todos los actores que integramos la cadena de valor de la soja para consolidar un sistema que facilite el acceso de la soja y sus derivados a los mercados internacionales”, expresaron, a fin de dar cumplimiento al marco legal de nuestro país en lo referente a los requisitos de ingreso al mercado de la Unión Europea.
A julio, industrialización de soja roza los 2 millones de toneladas
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La industrialización de soja alcanzó 1.982.381 toneladas hasta julio de este año, se trata de un volumen superior por 200 mil toneladas, al promedio conseguido en el mismo periodo en los últimos tres años sin sequía, informaron desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Destacan que el óptimo registro al inicio del segundo semestre, con más de 333 mil toneladas, llevó a que la variación interanual pase a ser positiva, por primera vez en el año.
El crecimiento de la industrialización en comparación a julio del 2024, alcanzó un 3 % siendo una muestra clara de lo anticipado en las proyecciones para el segundo semestre: un resultado positivo para la industria aceitera y, en consecuencia, para toda la economía nacional.
“Con el aumento en la industrialización de materias primas, se conseguirá generar más ingresos por la venta al mundo de productos con valor agregado y se aprovechará mejor el potencial del sector con el efecto derrame para sectores conexos, lo que se transforma en más empleos para las familias de todo el Paraguay”, manifestó Raúl Valdéz, titular de la Cappro.
Procesamiento
“El crecimiento es incluso más significativo si lo comparamos con el 71 % de utilización, promedio que se había conseguido en otros meses de julio en los últimos tres años en los que la sequía no afectó la producción”, destacan.
Este indicador también es un mensaje interesante: que incluso con la reducción de las presiones internacionales sobre nuestra materia prima, la industria sigue teniendo espacio para crecer y seguir agregando valor a las oleaginosas producidas en suelo paraguayo, a fin de seguir cimentando el desarrollo de nuestra economía.
Exportaciones
Hasta el séptimo mes del 2025, el valor de las exportaciones del complejo soja (soja en estado natural y sus derivados industriales) alcanzó USD 2.496,15 millones lo que representa el 38 % de todo lo generado por la venta de productos hacia el exterior.
Esta generación de divisas implica una variación del -24 % con relación al mismo periodo del 2024, mientras que la participación equivale a un cambio de -9 puntos porcentuales.