En línea con el buen desempeño que viene mostrando la Bolsa de Valores de Asunción, desde el sector se proyecta ahora realizar una fuerte inversión en tecnología a fin de “dar el gran salto”, que implica entre varios aspectos la adopción de una plataforma de clase mundial para seguir implementando nuevos productos e incrementar el volumen negociado.
A criterio de Eduardo Borgognon, presidente de la Bolsa de Valores de Asunción, más allá de fijar la atención en el importante crecimiento que viene registrando el mercado de valores local, también es importante analizar el largo camino que aún falta por recorrer en el sector para reducir la brecha que existe con otros países de la región.
“Hablando de números, el año pasado tuvimos un volumen negociado por arriba de los 5.000 millones de dólares. Este año, la proyección apunta a que vamos a estar cerca de los 7.000. Es un crecimiento considerable, pero con relación al producto interno bruto (PIB) todavía estamos por debajo de lo que se maneja la región. Entonces, estamos contentos con lo que venimos haciendo, pero con muchos ánimos de poder acortar la brecha entre lo que hace nuestro país y los demás en la región”, puntualizó a la 1020 AM.
Fue así como Borgognon destacó que desde el sector se proyecta una fuerte inversión en tecnología, pensada en seguir facilitando las operaciones en el mercado bursátil. “La idea es que entre el final de este año y durante el 2025 se pueda hacer una fuerte inversión en tecnología que nos permita dar un salto adicional con base en una plataforma tecnológica, que sea parametrizable y de clase mundial”, detalló.
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La creación de una “Caja de Valores” también será trascendental para seguir impulsando el mercado de valores en Paraguay, enfatizó Borgognon. “Esto va a permitir que no solo extranjeros puedan invertir en instrumentos paraguayos, que ahora con el grado de inversión estamos un poco más visibles, sino también que paraguayos puedan invertir en instrumentos del exterior. Va a facilitar el proceso y nos va a conectar con el mundo”, agregó.
A través de la inversión en tecnología, se podrá además diversificar los productos del sector, aseguró el presidente de la Bolsa de Valores de Asunción. “Hoy, nuestro mercado está muy enfocado en lo que es renta fija. La idea es poder incluir acciones o instrumentos de renta variable, que también se verán acompañados por la nueva legislación. Se busca estar a la altura de otras bolsas de la región y, por supuesto, poder aumentar el volumen negociado”, expresó.
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Mercado valores: BCP tomará examen para acceder al registro de asesores bursátiles
La Superintendencia de Valores (SV), dependiente del Banco Central del Paraguay (BCP), estableció la obligatoriedad de aprobar examen de idoneidad para quienes deseen inscribirse en el registro de Asesores Bursátiles.
Esto, según informó la banca matriz, con el objetivo de garantizar que dichos profesionales que operan en el mercado de valores posean los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñar sus funciones de manera eficaz y ética.
La convocatoria para dicha evaluación estará habilitada para los que reúnan todas las condiciones establecidas en la normativa vigente. Cada solicitante deberá presentar previamente su solicitud de inscripción, a través de la plataforma electrónica: Herramienta de Registros y Agentes (HRA) de la Superintendencia de Valores, habilitada en la página web del Banco Central del Paraguay.
El examen será realizado, siempre que existan solicitantes habilitados, en febrero, abril, junio, agosto, octubre y diciembre, siendo la primera convocatoria para el lunes 3 de febrero de 2025, a desarrollarse en la sede del BCP de manera presencial.
Entre los temas a ser evaluados, se pueden mencionar: Ley N° 5810/17 “Mercado de Valores”, Ley N° 7162/23 “Superintendencia de Valores”, Reglamento General del Mercado de Valores, entre otros.
Para acceder a más información sobre los requisitos, procedimiento y evaluación, el BCP pone a disposición estos documentos para acceder: Resolución SV SG N° 0050/2024 y la Circular SV SG N° 001/2025.
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Nueva ley de valores buscará facilitar el desembarco de inversiones en Paraguay
Con una nueva ley de valores, Paraguay busca atraer por medio del mercado bursátil a inversionistas del exterior, según el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos. Esta iniciativa forma parte del paquete de leyes económicas que será presentada por el Gobierno con el propósito de atraer inversiones, generar empleos y avanzar en el proceso de reforma del Estado.
El Gobierno busca brindar todos los instrumentos para facilitar la llegada de capitales extranjeros al país. Con esa meta, anunciaron un paquete de leyes económicas que incluye una nueva ley de valores enfocada en la atracción de inversionistas foráneos.
El titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dijo al programa “Cara o cruz” de Unicanal que la mejor manera de atraer inversiones es a través del mercado de valores, donde adquieren bonos, acciones de empresas y otros.
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“Ahora necesitamos, por el hecho de que Paraguay es grado de inversión, actualizar para atraer más fácilmente a los inversionistas del exterior. La forma más fácil es a través del sistema financiero, específicamente a través del mercado de valores”, dijo.
El proyecto de ley busca actualizar el marco jurídico del mercado de capitales y consolidará la integración de la Comisión Nacional de Valores dentro del Banco Central del Paraguay (BCP). En ese sentido, Fernández Valdovinos recordó que la Comisión Nacional de Valores pasó a integrar el BCP, bajo su Superintendencia de Valores.
Asimismo, la ley prevé un registro centralizado para emisores, intermediarios y participantes del mercado, a fin de propiciar el control y la transparencia de las operaciones bursátiles.
Creciente mercado de valores
El mercado bursátil paraguayo movió de enero a junio de este año G. 27,2 billones, unos USD 3.434 millones. Actores financieros afirman que tal movimiento se debe a que más empresas acuden a la bolsa para obtener recursos.
Los sectores con mayor participación durante el semestre pasado fueron el financiero, industrial e inmobiliario. En mayo se registró el mayor volumen de operaciones por USD 626 millones y en junio se observó una leve caída de 1 % respecto al 2024. En marzo se registró el crecimiento interanual más pronunciado de 46,5 %.
Pablo Lu, presidente de la Bolsa de Valores de Asunción, había explicado a La Nación/Nación Media que el mercado bursátil local goza de un buen momento, con perspectivas de superar la cantidad de negociados de 2024.
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Mercado de valores: operaciones en dólares crecieron durante el primer semestre
Al cierre del primer semestre del año, las operaciones del primer semestre en el mercado de valores paraguayo alcanzaron un volumen negociado de G. 27,6 billones, cerca de USD 3,5 mil millones, un incremento interanual del 27 %. De ese total, las operaciones en dólares tuvieron un gran protagonismo con una participación del 42 % y un crecimiento interanual del 52 % por un volumen negociado de G. 11,6 billones, equivalente a USD 1,5 mil millones.
De acuerdo a los segmentos del mercado, el primario con nuevas emisiones, mostró un repunte del 97,6 % en términos interanuales, aunque solo representó el 14 % del volumen total negociado. En cambio, el mercado secundario, donde se concentra la mayor parte de la actividad con el 86 % del volumen, creció un 19,8 %.
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El comportamiento sostenido del mercado se refleja también en la evolución de los volúmenes negociados a junio de cada año. En el 2023, se transaccionaron G. 15 billones, cifra que creció a G. 21,7 billones en 2024 y que este año alcanzó un nuevo récord de G. 27,6 billones.
La composición de los sectores en el mercado primario la lideran: el público con el 59 %, el comercial con el 18 %, los servicios con el 12 % y en el 7 % se ubican el industrial, agropecuario, inmobiliario y construcciones. En el secundario se ubica el financiero con el 73 %, servicios con el 10 %, público, agropecuario e industrial con el 10 % y finalmente el inmobiliario con el 7 %.
Desde la Consultora Mentu afirman que este desempeño consolida la tendencia creciente de participación de los instrumentos en dólares y refuerza el atractivo de la bolsa valores local para los inversores tanto institucionales y los emisores que buscan diversificar sus fuentes de financiamiento.
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CIE, acostumbrada a vencer imposibles
Por: Adelaida Alcaraz
Adaptándose a los nuevos tiempos que llegan con desafíos más grandes y mayores inversiones, la empresa, presidida por Eduardo Borgognon, demostró con hechos que puede cumplir con una precisión milimétrica cualquier proyecto, sin límite de volumen o peso.
Con su eslogan “La capacidad de hacer”, el CIE S.A. resume todo lo que representa. Y cuando uno conversa con Eduardo Borgognon, presidente de la compañía, se tiende a esbozar el potencial casi ilimitado que esta industria nacional representa y que, a veces, ni los propios paraguayos alcanzan a dimensionar.
Con 18 años en la empresa y una trayectoria vasta en el mundo de los negocios, Eduardo lidera uno de los complejos industriales más avanzados de la región, una planta instalada en Luque que es, a la vez, símbolo de ingeniería avanzada, orgullo nacional y proyección al futuro.
Días atrás, este ingenio fue escenario de un recorrido inédito que sirvió para que autoridades nacionales, empresarios, diplomáticos, inversionistas y alumnos de universidades tuvieran la oportunidad de constatar de primera mano que en Paraguay se puede hacer lo que parece imposible. Y es que CIE no solo forma parte de la historia de Itaipú y Yacyretá; también fabrica remolcadores y barcazas, construye subestaciones, líneas de transmisión eléctrica, estructuras metálicas y montaje industrial, y ha exportado piezas a más de 16 países de cuatro continentes.
“CIE nació en 1978, hace ya 47 años, en el marco de la construcción de Itaipú”. Así comenzó el relato Eduardo, quien recibió en la planta industrial al equipo de FOCO para protagonizar un recorrido exclusivo por las instalaciones. Contó que, en ese entonces, poco más de 300 empresas paraguayas participaron en las obras y que hoy, lastimosamente menos del 10 % de esas compañías siguen vigentes. “No solo participamos, sino que supimos capitalizar esa experiencia y convertirla en una empresa que se mantuvo en el tiempo y que fue evolucionando tecnológicamente”, reveló.
Tras el trabajo hecho para Itaipú, la compañía también tuvo una participación clave en Yacyretá, pero como la competencia ya era internacional tuvieron que participar de una licitación y pugnar por un espacio contra empresas austriacas, alemanas y hasta japonesas. “Ahí fuimos creciendo tecnológicamente, haciendo piezas de gran envergadura, metalmecánicas, pero cada vez con mayor precisión y nivel de complejidad. Esa experiencia local, sumada al trabajo con gigantes internacionales como Toshiba, Voith, Andritz, Siemens, General Electric y otras, nos permitió salir al mundo”, mencionó con orgullo.
Una tornería gigante. CIE ha fabricado piezas de hasta 200 toneladas con una precisión de una décima de milímetro. “Para dimensionarlo, un automóvil pesa alrededor de una tonelada y media, por lo que estamos hablando de piezas que representan el peso de 100 o 150 autos, pero con una tolerancia más fina que un papel. Y eso requiere de muchísima tecnología, inversión en maquinaria y, sobre todo, gente capacitada”, refirió el presidente
Agregó que “hablando mal y pronto, es una tornería gigante”. En la planta industrial tenemos una prensa con capacidad de 2.000 toneladas que se utiliza para deformar chapas. Solo así se puede trabajar con espesores impresionantes. “No es solo cortar, plegar y soldar. Después viene el mecanizado, que es lo que da precisión. Y todo eso lo hacemos con control numérico, es decir, computarizado”, contó.
El nivel de exigencia es tal que deben fabricar piezas que se ensamblan en condiciones climáticas y geográficas completamente distintas. “Hacemos una pieza en Luque, con 80 % de humedad y 30 grados, que luego debe encajar con otra hecha en Japón a 18 grados y con 30 % de humedad, y ambas deben coincidir a la perfección en el sitio de obras ubicado en una montaña de Canadá a 2.800 metros sobre el nivel del mar y con -15 grados. Esa pieza tiene que coincidir. Así de rigurosa es la industria donde trabajamos”, enfatizó Eduardo.
Diversificación estratégica. La compañía se reinventó cuando el mercado de las grandes hidroeléctricas empezó a decaer. “Hoy se habla mucho de pequeñas centrales hidroeléctricas. Tenemos la tecnología y la capacidad para hacerlas en Paraguay, sin necesidad de importar. Eso significa ahorro en fletes, más empleo local y más competitividad”, explicó.
Desde 1988, la empresa también incursiona en la hidrovía Paraguay-Paraná, la tercera más importante del mundo en volumen. “Vimos que las barcazas venían usadas desde Estados Unidos y decidimos fabricarlas nosotros mismos, adaptando el diseño a las condiciones de nuestro río. Así, aunque nuestra planta no esté sobre el agua, fabricamos módulos que luego se ensamblan y botan al río desde un astillero que pertenece a nuestro grupo empresarial”, explicó.
Remolcadores, barcazas para granos o combustibles, contenedores, incluso minerales de hierro provenientes del Brasil; CIE produce todo eso. Pero también participa en la transmisión de energía. “Somos la única empresa paraguaya que ha montado hasta ahora líneas de 500 kV. Hacemos líneas de transmisión, subestaciones, y estructuras metálicas tanto para industrias como para edificaciones. Lo que uno ve en una fábrica -los soportes de tanques, ciclones, cañerías- también los hacemos nosotros”, precisó.
El poder de formar talento local. Otro aspecto llamativo es la capacidad de empleo que tiene CIE. Hoy día la firma emplea a unas 600 personas, incluyendo un staff técnico de alrededor de 100 ingenieros. Pero lo más destacado es su política de formación. Ellos cuentan con una escuela propia de soldadura y montaje para que la gente que entra a trabajar a la fábrica sin saber nada, vaya creciendo ocupando cargos de supervisión, leyendo planos, liderando equipos. “Capacitamos para nosotros y también, en cierto modo, para el mercado. Ese es el costo del liderazgo”, expresó entre risas.
El promedio de antigüedad de los técnicos supera los 17 años, dijo. Además, la empresa tiene programas de becas para hijos de funcionarios y planes sociales. “Algunos no terminaron el colegio, y nosotros les ayudamos a hacerlo. Ya tenemos la primera camada de egresados universitarios gracias a estas becas”, precisó Eduardo.
Montaje, logística y precisión quirúrgica. Otra de las fortalezas de CIE es la logística y el montaje industrial. Al respecto, el presidente explicó que han montado el 100 % una planta cementera en Paraguay, aunque los equipos hayan llegado de China. “Nosotros recibimos, transportamos, montamos y hacemos funcionar esos equipos. Desde el montaje mecánico, eléctrico y electrónico hasta la puesta en marcha”, indicó.
También dijo que brindan servicios más pequeños: “Un rodillo roto en una fábrica no puede esperar al igual que una hélice dañada de un barco. Para estos casos tenemos una unidad de mantenimiento que opera 24/7. Y así como hay proyectos de USD 15 o de USD 20 millones, también hay otros de menor inversión. Nos adaptamos a todo. “Somos prestadores de soluciones”, recalcó.
Como anécdota recordó que en su recorrido internacional, incluso llegaron a exportar piezas por vía aérea. “Enviamos una pieza a Suecia en un Antonov ruso. Tuvimos que evaluar la pista de aterrizaje del Silvio Pettirossi para asegurarnos de que soportara el peso. Así de lejos llega nuestra creatividad logística”, relató Eduardo.
Calidad certificada y mirada al futuro. Como toda empresa que lidera su sector, en CIE la calidad no es negociable. “Fuimos la primera firma en Paraguay en certificar la norma ISO 9000. Eso nos viene de Itaipú y se volvió parte de nuestro ADN. Somos muy rigurosos con la calidad”, destacó Eduardo Borgognon.
Ese mismo rigor se refleja en los proyectos actuales. En el marco de un contrato con Yacyretá, CIE está entregando componentes fundamentales para la intervención de seis de las veinte turbinas de la represa. “Estamos proveyendo el sistema de regulación de potencia, que permite controlar la entrada del agua a la turbina. Son piezas que, en conjunto, pesan 450 toneladas. Todo se ensambla aquí en Luque, se testea con tecnología de láser óptico y luego se desmonta para su traslado al sitio de obras”, explicó.
Para lograr esta escala operativa, la planta cuenta con capacidad para funcionar 24 horas, aunque actualmente lo hace en dos turnos: diurno y nocturno. Disponen de procesos de soldadura automáticos, semiautomáticos y manuales, además de tecnologías avanzadas como la soldadura por arco sumergido, que agiliza enormemente la productividad.
En el pabellón C se fabrican módulos estructurales -de fondo, costado, proa y popa- que son transportados en camión hasta el astillero Chaco, en Villa Hayes, donde se ensamblan las barcazas. “Hoy estamos produciendo dos modelos de barcazas, tipo Jumbo y Mississippi. Toda la mano de obra es 100 % paraguaya y proviene de distintas regiones del país”, remarcó Eduardo y dijo también que la planta opera con grúas que, combinadas, tienen capacidad para mover hasta 100 toneladas dentro del complejo.
La fábrica se organiza en sectores especializados, por un lado, están los de montaje y soldadura, mecanizado, corte y deformación plástica, pintura y granallado. En el área de mecanizado se encuentran tornos y fresadoras de gran porte, con las que se procesan componentes de turbinas. “Contamos con un área interna que realiza el mantenimiento preventivo y correctivo de todo el equipamiento”, precisó.
La formación técnica es un pilar esencial. Cada operario pasa por la escuela de soldadura del CIE, donde se capacita desde cero. Tras una certificación interna, se integra al proceso productivo. Si el proyecto lo requiere, se gestionan certificaciones específicas. “Se trata de un programa anual de formación individualizado, que se actualiza cada año según las necesidades de cada sector”, explicó el presidente.
En pintura, CIE opera con cabinas climatizadas, lo que permite garantizar la calidad del acabado sin depender de las condiciones climáticas. “La aplicación de pinturas técnicas requiere controlar factores como temperatura, humedad y punto de rocío. Nuestros pintores están altamente calificados y aplican pinturas específicas, según lo exige cada cliente, sobre todo en el rubro naval”, explicó.
También se realizan tratamientos térmicos como el alivio de tensiones, un paso fundamental para componentes hidroeléctricos. “Este tratamiento mejora el rendimiento del mecanizado y evita deformaciones posteriores”, agregó.
Más allá de la planta en sí, el CIE se organiza por unidades de negocio: servicios (alquiler de grúas y transporte especializado), líneas y subestaciones eléctricas, y obras civiles e industriales. “Todas estas unidades operan desde este mismo complejo industrial”, detalló Eduardo.
En cuanto al procesamiento de materia prima, la planta cuenta con equipos de corte por plasma y oxicorte para el tratamiento de chapas. “El aprovechamiento del material lo diseña el área de ingeniería, maximizando cada chapa y optimizando los costos”, explicó. Aquello que no puede reutilizarse se clasifica como chatarra y se comercializa con empresas habilitadas ambientalmente.
La división de industrias e infraestructura dispone de maquinaria de alta capacidad para trabajar perfiles de alma llena -comunes en obras civiles- y procesar chapas de hasta 85 milímetros de espesor, indispensables en proyectos hidroeléctricos.
Cada etapa está sometida a estrictos controles de calidad, llevados adelante por técnicos calificados bajo la norma estadounidense SNTTC-1A. “Nuestro equipo de calidad supervisa desde el corte inicial hasta la soldadura final, asegurando que cada pieza cumpla con los más altos estándares internacionales”, afirmó.
El recorrido por la planta concluye con una visión clara: grúas monumentales, maquinaria de última generación, y una estructura capaz de abastecer las industrias más exigentes. “Estamos preparados para responder tanto al mercado nacional como a proyectos internacionales de gran envergadura. Esa fue la visión que dio origen al CIE y que hoy lo convierte en un verdadero motor de la industria paraguaya”, puntualizó con convicción.
El futuro se construye hoy. Como un dato no menor, Eduardo también mencionó que CIE ya está trabajando con empresas interesadas en proyectos de biocombustibles, hidrógeno verde y celulosa. “Paraguay está recibiendo inversiones de cientos de millones de dólares, algo inédito para nosotros. Y esas inversiones necesitan un aliado local. No como socio, pero sí como facilitador, alguien que ayude a aterrizar esos proyectos de forma eficiente. Ahí entramos nosotros”, reflexionó.
Con una cultura organizacional que apuesta al talento local, una infraestructura de clase mundial y un liderazgo técnico de excelencia, CIE no solo mira al futuro, sino que lo está construyendo. Y es que Paraguay se está convirtiendo en receptor de inversiones, y ellos están en condiciones para acompañar esos desafíos. “La historia nos trajo hasta aquí. Ahora, vamos a mostrarle al país y al mundo lo que podemos hacer”, aseguró con la tranquilidad de la empresa que, con hechos, desde hace décadas marca una huella de progreso imborrable.