La proyecciones para la zafra 2024/2025 se mantienen sin cambios en octubre, con lo que se espera registrar una cosecha de 10,55 millones de toneladas de soja paraguaya, entre zafra y zafriña, indica el informe de Stonex, pese a que el calendario de plantación de la soja está ligeramente atrasado en relación al año pasado. Actualmente se observa un avance del 45 %, mientras que en el mismo periodo, en octubre de 2023, el 50 % del área esperada ya se encontraba plantada.
Acerca del maíz, tampoco se observan variaciones y se estima una producción de 4,71 millones de toneladas del grano paraguayo. Sin embargo, por el atraso de la soja, posiblemente haya menos área de maíz por una cuestión de pérdida de oportunidades en las ventas de plantíos.
Por otro lado, en Ñeembucú se están realizando plantaciones de soja. Hace algunos períodos, productores del departamento sureño empezaron a realizar rotaciones de arroz con soja, entonces, si bien no es una zona tradicionalmente sojera, la región se ubicará en el mapa productivo en el balance final.
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La rotación con la soja tiene como finalidad mejorar la captación de nitrógeno en el suelo para la futura producción arrocera, que sí es uno de los principales objetivos productivos de la zona, permitiendo así ahorrar en fertilización.
Los datos refieren que el total de área plantada para el periodo 2024/2025 es de 3.019.000 hectáreas; la productividad alcanzó las 3,06 toneladas por hectárea y la producción total de momento es de 9.245.400 toneladas, una variación positiva de 3,9 % respecto al periodo anterior.
La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) indicó que esta primera zafra representa aproximadamente el 20 % de la producción nacional, mientras que la siembra de maíz zafriña, que se cultiva tras la soja, constituye cerca del 75 % de la oferta del cereal en el país.
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Qué son los muñecos Labubu y por qué son furor
Los muñecos Labubu, con su estética traviesa y su aire de cuento oscuro, han irrumpido con fuerza en el universo del coleccionismo. Los juguetes ya no son solo cosa de niños: esta nueva fiebre viene de la mano de la Generación Z y se mueve entre el diseño artístico, la cultura pop y el fenómeno viral en redes.
El trono del juguete más deseado tiene ahora un nuevo ocupante: Labubu, una criatura peluda, de orejas puntiagudas, grandes ojos y una sonrisa afilada que mezcla lo adorable con lo inquietante. La estética de estos muñecos, nacidos en Asia y viralizados en Occidente, parece haber conectado mejor con los gustos de una generación que busca lo raro, lo visual y lo personalizable.
Más de 300 versiones para coleccionar
Labubu no es solo un muñeco, sino todo un universo. La criatura fue creada en 2015 por el artista hongkonés Kasing Lung como parte de su serie ilustrada The Monsters, inspirada en la mitología nórdica y los cuentos europeos. En 2019, la empresa china Pop Mart dio el salto al formato físico con figuras de vinilo y peluche, apostando por el exitoso modelo de cajas sorpresa (blind box).
Desde entonces, se han lanzado más de 25 series diferentes y 300 variaciones, que van desde ediciones temáticas -como circo, bosque, Halloween o Navidad- hasta colaboraciones especiales. Además de los muñecos, hay Labubus convertidos en llaveros, adornos de bolso e incluso vestidos con ropa intercambiable.
Un fenómeno de redes (y celebridades)
El auténtico estallido viral de Labubu llegó en 2024, impulsado por su presencia en redes sociales como TikTok e Instagram, y por el respaldo de celebridades como Lisa de Blackpink, quien mostró su colección en stories, según la revista Elle India. Desde entonces, el interés se ha multiplicado en todo el mundo.
Con su mirada traviesa y sus dientes afilados, las muñecas Labubu de la marca china Pop Mart triunfan por todo el planeta, desde las tiendas neoyorquinas a las bolsas de Rihanna y Dua Lipa, un gran éxito de la diplomacia blanda de Pekín. Con sede en Pekín, esta cadena de tiendas, conocida por las figuras coleccionables de distintos personajes que vende, se inscribe en la creciente gama de productos culturales chinos con éxito más allá de sus fronteras.
Las muñecas son “un poco raras, feas, pero muy inclusivas porque la gente se identifica” con ellas, afirma a AFP Lucy Shitova, una interiorista en una tienda Pop Mart de Londres. Por temor a la aglomeración de clientes frente a sus tiendas, ahora las Labubu se venden únicamente en línea.
Contrariamente a Japón y Corea del Sur, reconocidos en el mundo por su cine, su moda y su música, China apenas exporta sus productos culturales, a menudo frenada por la censura impuesta por el Partido Comunista. Tampoco las empresas de moda consiguen colocar sus marcas en el mercado de alta gama, lastradas por el prejuicio de mala calidad asociado al “made in China”.
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El efecto TikTok
Pop Mart consiguió vencer los estereotipos y ahora es incluso víctima de falsificaciones. También en los últimos años, marcas de alta gama como Shushu/Tong de “prêt-a-porter” o Songmont de bolsos se hicieron hueco en el mercado internacional.
“Es difícil para los consumidores del mundo percibir china como una nación creadora de marcas”, señala Fan Yang, profesora de la Universidad de Maryland en Estados Unidos. “Es solo cuestión de tiempo antes que otras marcas chinas sean reconocibles a escala mundial”, agrega.
Gracias a éxitos virales como el de las Labubu, “los productos y la imagen (de China) ganan atractivo entre los jóvenes occidentales”, estima Allison Malmsten, analista del gabinete Daxue Consulting. Si las redes sociales ayudan, la imagen del gigante chino podría evolucionar positivamente como ocurrió con “Japón entre los años 1980 y 2010 con los Pokémon y las Nintendo”, augura.
Antes que Labubu, la aplicación TikTok, concebida por la firma china ByteDance, había abierto el camino al convertirse en el primer producto chino casi indispensable para la juventud mundial. La plataforma “probablemente contribuyó a cambiar la percepción de los consumidores hacia China”, afirma Joshua Kurlantzick, experto del centro de reflexión estadounidense Council on Foreign Relations.
Labubumanía
En TikTok existen más de 1,7 millones de videos sobre las muñecas Labubu. Esta red se ha convertido en un vector importante de difusión de las tendencias provenientes de China. Todos estos productos culturales pueden “mejorar la imagen de China como país capaz de producir bienes y servicios atractivos a escala mundial”, declara Kurlantzick.
En paralelo, el desgaste de la imagen de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump puede estar beneficiando también al gigante asiático, estima Fan Yang. “El vínculo que muchos establecen entre el aparente declive del poder blanco estadounidense y la mejora de imagen de China refleja hasta qué punto están entrelazados en la mente de la gente”, apunta.
En el caso de las Labubu, su éxito está despertando un interés creciente por China entre los más jóvenes. En un pequeño parque de atracciones de Pop Mart en Pekín, una catarí de 11 años, Maryam Hammadi, posaba con su familia esta semana ante una estatua de estas muñecas. “En mi país, todo el mundo adora a las Labubu”, aseguró a AFP.
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¿Puedo dar a mi hijo un muñeco Labubu?
El pediatra paraguayo Robert Núñez abordó este fenómeno en su cuenta en la red social X ante las constantes consultas de los padres acerca de si estos muñecos son aptos para niños: “Desde el punto de vista pediátrico, el valor de un juguete no está solo en su apariencia, sino en lo que aporta al desarrollo del niño. Labubu no tiene un componente lúdico claro ni fomenta el juego simbólico, el lenguaje o la motricidad. Además, su aspecto puede no ser comprendido por todos los niños pequeños, generando miedo o confusión”.
El doctor puntualizó los aspectos que deben tener en cuenta las familias, como: “Es una moda viral, sin un contenido educativo asociado. No todos los juguetes que circulan en redes están pensados para la infancia. Lo importante es que el juguete sea seguro, acorde a la edad, y promueva el juego saludable. Siempre que se ofrezca algo nuevo, es fundamental acompañar y observar la reacción del niño”.
“Como cuidadores de la infancia, recomendamos priorizar juguetes que estimulen el desarrollo cognitivo, emocional y social. Si tu hijo te pide un Labubu, es una oportunidad para conversar con él, entender lo que le gusta, y decidir juntos desde el criterio y no desde la presión social”, explicó Núñez. “Usar estas modas como oportunidad para conversar y compartir con nuestros hijos, no solo para comprar. Porque más allá de las tendencias, el mejor regalo para un niño es nuestro tiempo y acompañamiento”.
Fuente: Europa Press/AFP
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Soja redujo área de siembra ante avance de otros cultivos
El Chaco registró la disminución de la siembra de soja en 45.591 hectáreas menos en la zafra 2025, según revela el informe de estimación de superficie del cultivo del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) en la región Occidental, que totaliza un área de plantación de 109.069 hectáreas de esta leguminosa.
El departamento que tuvo un crecimiento en el área de cultivo de soja fue Presidente Hayes, con un incremento de 1.037 hectáreas, alcanzando las 14.473 hectáreas, pero los otros dos departamentos sufrieron una considerable disminución en su área del cultivo.
Inbio señala que muchos productores chaqueños apostaron por otros cultivos, como ser el algodón, teniendo en cuenta las sucesivas campañas en las que la sequía les afectó el cultivo de soja. Sin embargo, se puntualiza que en el 2025 fue cuando mejores precipitaciones se tuvo en esa región del país, especialmente en zonas críticas de los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay.
MAYOR PARTE, EN REGIÓN ORIENTAL
El departamento de Boquerón alcanzó las 78.238 hectáreas de soja sembrada en 2025, 31.537 hectáreas menos que en 2024, cuando el área había sido de 109.775 hectáreas. Por su parte, el departamento de Alto Paraguay tuvo 16.358 hectáreas de soja en 2025, 15.091 hectáreas menos que en la zafra 2024, cuando el área había alcanzado 31.449 hectáreas de soja.
La siembra de zafra en la región Oriental y la región Occidental en Paraguay alcanzó las 3.788.505 hectáreas de soja.
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) es una asociación civil sin fines de lucro, que reúne a siete gremios: CAP, APS, Aprosemp, Fecoprod, Capeco, Parpov y Unicoop. Tiene el propósito de promover un adecuado acceso al país de los productos derivados de la biotecnología agropecuaria y la incorporación ordenada de los mismos a la producción nacional, así como promoción y desarrollo de la investigación de biotecnología nacional.
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La soja perdió 45.000 hectáreas en el Chaco ante otros cultivos
El Chaco registró la disminución de la siembra de soja en 45.591 hectáreas menos en la zafra 2025, según revela el informe de estimación de superficie del cultivo del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) en la región Occidental, que totaliza un área de plantación de 109.069 hectáreas de esta leguminosa.
El departamento que tuvo un crecimiento en el área de cultivo de soja fue Presidente Hayes, con un incremento de 1.037 hectáreas, alcanzando las 14.473 hectáreas, pero, los otros dos departamentos sufrieron una considerable disminución en su área del cultivo.
Inbio señala que muchos productores chaqueños apostaron por otros cultivos, como ser el algodón, teniendo en cuenta las sucesivas campañas en las que la sequía les afectó el cultivo de soja. Sin embargo, se puntualiza que en el 2025 fue cuando mejores precipitaciones se tuvo en esa región del país, especialmente en zonas críticas de los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay.
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El departamento de Boquerón alcanzó las 78.238 hectáreas de soja sembrada en el 2025, 31.537 hectáreas menos que en el 2024, cuando el área había sido de 109.775 hectáreas. Por su parte, el departamento de Alto Paraguay, tuvo 16.358 hectáreas de soja en el 2025, 15.091 hectáreas menos que en la zafra 2024, cuando el área había alcanzado 31.449 hectáreas de soja. La siembra de zafra en la Región Oriental y la Región occidental en Paraguay alcanzó las 3.788.505 hectáreas de soja.
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) es una asociación civil sin fines de lucro, que reúne a siete gremios: CAP, APS, Aprosemp, Fecoprod, Capeco, Parpov y Unicoop. Tiene el propósito de promover un adecuado acceso al país de los productos derivados de la biotecnología agropecuaria y la incorporación ordenada de los mismos a la producción nacional, así como promoción y desarrollo de la investigación de biotecnología nacional.
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Alto Paraná: mayor área de soja
En el primer trabajo de análisis geoespacial de área sembrada de maíz y soja zafriña 2025 de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) se reveló que Alto Paraná es la región con mayor cantidad de hectáreas cubiertas en el país para ambos cultivos.
Según el relevamiento, se registraron 874.885 hectáreas cubiertas del cereal y 541.289 hectáreas de la oleaginosa. Se obtuvieron datos cercanos a la superficie sembrada en el periodo de entre zafra de esta campaña, totalizando de esta manera unas 1,4 millones de hectáreas que fueron cubiertas.
COBERTURAS
En cuanto a soja, Alto Paraná presentó una cobertura de 251.213 hectáreas, seguido de Itapúa que registró 110.703 hectáreas, Caaguazú 55.212 hectáreas, y Canindeyú llegó a las 44.864 hectáreas. También sembraron soja de segunda zafra los departamentos de Caazapá con 42.561 hectáreas y San Pedro con 15.527 hectáreas.
Sobre el maíz, el informe señaló que se sembraron en Alto Paraná 287.011 hectáreas, en segundo lugar estuvo Canindeyú con 227.522 hectáreas, seguido por Caaguazú con 129.656 hectáreas e Itapúa con 108.643 hectáreas.