La Marcha Criolla se impuso en Paraguay en el 2019, como una rutina que pretende demostrar la versatilidad de la raza, que bien supo adaptarse a las condiciones del país. Es una competencia de resistencia, en la que los caballos deben transmitir ese valor agregado para las actividades ganaderas.
Es organizada por la Ganadera Sofía y Chajha, y este año es el quinto ya que en la pandemia del 2020 tuvo que parar. A la fecha, es uno de los eventos ya consolidados como un ícono en el gran Chaco paraguayo y esperado por los lugareños, productores e interesados.
La idea es que sea una competencia linda, sana y poder mostrar los atributos de la raza, teniendo en cuenta las condiciones de esta zona del país que son bastante difíciles. La carrera tiene como punto de partida el predio de Expo Rodeo Trébol, situado en la localidad de Loma Plata, Boquerón.
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Capacidad de recuperación
“La marcha la hacemos para mostrar las características de rusticidad, docilidad y resistencia. Esta prueba refleja eso, que es lo que se necesita en un animal para trabajar en el campo, que sea rústico, resistente y dócil”, expresó a La Nación/ Nación Media Mauro Villamor, encargado de equinos de la ganadera.
Y el por qué la marcha se desarrolla en pleno Chaco, una de las características más importantes del caballo criollo es que tiene una resistencia muy buena. Una capacidad de recuperación, con mínimos requerimientos energéticos, ya que puede competir con una alimentación a base de pasto, que en esta época incluso está seco.
Asimismo, los caballos en competencia no pueden ingerir raciones y mucho menos se les puede administrar ningún medicamento, demostrando las bondades de la raza no solo en palabras sino en hechos. Esto teniendo en cuenta las condiciones de suelo y clima del Chaco, por lo que se convierte en el escenario ideal para este deporte ecuestre.
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Muchos de los caballos en competencia o la mayoría son de la zona del Chaco, así como los jinetes, pero también se aprestaron participantes desde el departamento de Amambay y otros de la región este. Algunos son dueños y otros quienes compiten para los propietarios de los animales.
Pero lo más interesante es que ya son animales nacidos en Paraguay, es más, de varias generaciones que se están reproduciendo en el país desde la incursión de la raza hace ya casi quince años. Esto denota el gran desarrollo alcanzado y que se sigue mejorando, incluso, acotó Villamor.