Paraguay mueve unas 3.200 barcazas y cuenta con la tercer mayor flota fluvial a nivel mundial, después de Estados Unidos y China. A nivel regional es la mayor de Sudamérica. Por eso, la industria astillera y el servicio que ella brinda es sumamente importante, repercutiendo positivamente en la generación de empleos y desarrollo.
El Astillero La Madrid es un ejemplo en este rubro, ya que cuenta con más de 35 años de experiencia en el mercado. Décadas aportando al desarrollo en la comunidad, generando cientos de empleos y beneficiando a varios centenares de personas. Astillero La Madrid S.A. es socio de Dreamers S.A., y está ubicado estratégicamente sobre el río Paraguay, en la zona de la Costanera Norte de Asunción.
La Madrid es una empresa dedicada a construir y reparar remolcadores, buques y barcazas en Paraguay y Argentina. Para sus líneas de producción cuenta con modernos equipamientos, que permiten atender todos los requerimientos de los armadores de la hidrovía.
Su cuerpo técnico y mano de obra especializada construyen y reparan embarcaciones con un alto nivel de calidad, en forma rápida y a precios competitivos, conforme a los estándares internacionales de calidad, seguridad y medio ambiente. La empresa dispone de 500 metros de amarradero sobre el río, con un total de 24.000 m2 de propiedad.
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Cuenta con permisos y realiza un importante aporte al fisco
Asimismo, el Astillero La Madrid cuenta con toda la infraestructura y equipamientos necesarios, además de los permisos ambientales del Mades, la habilitación de la Dirección General de Marina Mercante y de la Prefectura General Naval de la Armada Paraguay, así como los cumplimientos tributarios con la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios.
Directores de la firma explicaron que aparte de cumplir con todas las exigencias legales, el Astillero La Madrid aporta millones al fisco, como también contribuye al crecimiento social del barrio.
Genera empleos y beneficia a la comunidad
Actualmente la empresa La Madrid cuenta con más de 100 trabajadores con los respectivos seguros sociales y beneficia a más de 500 personas, entre familiares de trabajadores, proveedores y vecinos de la zona de Tablada Nueva, donde está ubicada.
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¿Qué hace al éxito o fracaso de una empresa?
- Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
El éxito o el fracaso de una empresa depende de la capacidad e idoneidad profesional del empresario. Debe saber ganarse la confianza y el respeto de todos los que conforman el espectro interno y externo de la organización.
Tener implícitas cualidades personales y profesionales que permitan a las organizaciones llegar a los objetivos y metas que se proponen. Esto permitiría poder erigirse en un auténtico líder, que facilitarían obtener los mejores resultados posibles de los colaboradores que los rodean.
Buena capacidad de comunicación, que sepa delegar, descentralizar y asignar responsabilidades en los diferentes niveles que conforman la estructura organizacional de la empresa.
Capacidad de escuchar en forma activa todas la sugerencias que vengan de su equipo de trabajo, permitiéndoles que tengan la libertad de exponer sus inquietudes, recomendaciones o sugerencias.
Inteligencia emocional y asertiva, que le permitan la ductilidad necesaria para poder trabajar en condiciones difíciles o negativas.
La capacidad profesional le proporciona al empresario el know-how (conocimiento) suficiente para poder manejarse dentro de un entorno cambiante y competitivo a la vez.
Buen conocedor, con la suficiente experiencia y “camino ya recorrido” dentro del sector y con conocimiento de los diversos productos que comercializa la empresa, sin descuidar “cómo se está moviendo” la competencia; cuáles son las estrategias de venta que poseen, en caso de que existan productos similares si se visualizan niveles de aceptación por parte de la clientela; tener un espíritu emprendedor para poder desarrollarse y perfeccionarse como directivo en forma permanente, pues los mercados son muy dinámicos y cambiantes y el que permanece en el “statu quo” casi siempre lleva las de perder.
Mantener una gama de productos comercializados que tengan éxito y aceptación dentro del mercado; mostrar dinamismo, no encerrarse en la empresa, sino vivir fuera de ella casi permanentemente.
Tener definido su mercado objetivo y el tipo de clientela al cual van orientados sus productos manteniendo una relación fluida y permanente, pues son los que mejor parámetro de medición puedan dar con relación a los niveles de aceptabilidad o no de sus líneas de ventas versus la competencia.
La empresa debe hacerse conocer a sus clientes demostrándoles las ventajas diferenciales versus sus similares del mercado.
Invertir en forma permanente en Investigación y Desarrollo, constituidos en puntos débiles de nuestro país.
Estar pendiente del ciclo de vida del producto, introduciendo innovaciones y generando nuevos productos sustitutivos, como una forma de mantener los niveles de facturaciones y también su Market Share (Cuota de Mercado).
Mostrar una posición económica-financiera-patrimonial lo más equilibrada posible, manejando sus niveles de endeudamiento con terceros tanto de corto y largo plazo, cuidando de la evolución/conformación de su estructura global de costos y gastos operativos y de explotación, que son los que contribuirán a que puedan mostrar una gestión rentable.
Control y monitoreo permanente de las necesidades de capital operativo o de trabajo, además de los destinados a inversiones en bienes de capital que les permitan seguir funcionando en forma competitiva.
Una buena política de créditos con sus clientes a través de un departamento que se ocupe de ello, de forma a evitar que los eventuales niveles de mora en los pagos puedan afectar a su gestión económica-financiera.
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Más de tres depósitos serían los afectados por incendio en el centro logístico de NSA en Luque
El incendio de gran magnitud se registró esta mañana en el centro logístico de la empresa Nuestra Señora de la Asunción, lo que ocasionó que tres depósitos ubicados dentro del mencionado predio ardieran completamente. De acuerdo a los primeros datos, los depósitos son alquilados por una empresa que comercializa papas fritas.
Los bomberos voluntarios siguen trabajando y se han declarado en emergencia atendiendo a la magnitud del hecho y es por ello que se ha solicitado que varias compañías del departamento Central acudan hasta el sitio para dar apoyo e intentar controlar el fuego.
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El sitio donde se registró el incendio está ubicado sobre la calle Guillermo Leoz, compañía Maka’i de Luque. Hasta el momento no se tiene registro de que se hayan perdido vidas en el hecho. A las 06:30 de la mañana se habría iniciado el incendio.
Igualmente, hasta el momento se desconoce qué pudo haber generado el incendio, pero una vez que se controle y se apague el incendio se realizará una revisión completa para tratar de tener el motivo del incendio.
También se insta a los vecinos a utilizar tapabocas debido a la humareda que se registra por el incendio.
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PSF posiciona al país a nivel regional con aporte de soluciones tecnológicas
Con más de 20 años de trayectoria, PSF se destaca por su aporte al sistema de salud nacional a través de soluciones tecnológicas de última generación y una fuerte vocación por la calidad y la innovación.
PSF es la única empresa en el país que emplea el sistema Blow Fill Seal para el envasado y sellado de terapias de infusión (sueros), garantizando una producción protegida, segura y automatizada.
Esta tecnología de punta posiciona a Paraguay como referente en la región y permite asegurar un abastecimiento eficiente de productos esenciales para hospitales y sanatorios de todo el país. Con una planta industrial en Ypacaraí, opera de forma ininterrumpida para asegurar la producción de sueros, contando con personal altamente capacitado y equipamiento de nivel internacional.
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La fábrica fue diseñada bajo estándares de la Unión Europea, cumpliendo rigurosos protocolos y normas internacionales. El laboratorio incluye sistemas de purificación de agua, generadores de PW/WFI, distribución automatizada y tecnología de última generación para la preparación de tres líneas de soluciones farmacéuticas.
PSF contribuye activamente al desarrollo del sector farmacéutico nacional a fortalecer la cadena de suministro y elevar los estándares de calidad en el país. Con la visión de seguir creciendo con una mirada renovada, expandiendo el alcance de sus productos hacia mercados regionales y fortaleciendo el posicionamiento del Paraguay como productor confiable de terapias de infusión.
Abasteció a Perú
Además de abastecer al Paraguay de suero fisiológico, PSF abasteció a Perú con este producto de primera necesidad en el área de salud. En un gesto de cooperación regional y demostrando su capacidad de producción, la farmacéutica paraguaya proveyó de 250.000 unidades de 1000 ml al país vecino, a través del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), reflejando el compromiso con la salud pública y solidaridad.
Con liderazgo, tecnología de vanguardia y una firme dedicación al bienestar social, PSF continúa siendo un aliado estratégico del sistema de salud paraguayo y un impulsor clave del crecimiento del sector farmacéutico en la región.
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CIE, acostumbrada a vencer imposibles
Por: Adelaida Alcaraz
Adaptándose a los nuevos tiempos que llegan con desafíos más grandes y mayores inversiones, la empresa, presidida por Eduardo Borgognon, demostró con hechos que puede cumplir con una precisión milimétrica cualquier proyecto, sin límite de volumen o peso.
Con su eslogan “La capacidad de hacer”, el CIE S.A. resume todo lo que representa. Y cuando uno conversa con Eduardo Borgognon, presidente de la compañía, se tiende a esbozar el potencial casi ilimitado que esta industria nacional representa y que, a veces, ni los propios paraguayos alcanzan a dimensionar.
Con 18 años en la empresa y una trayectoria vasta en el mundo de los negocios, Eduardo lidera uno de los complejos industriales más avanzados de la región, una planta instalada en Luque que es, a la vez, símbolo de ingeniería avanzada, orgullo nacional y proyección al futuro.
Días atrás, este ingenio fue escenario de un recorrido inédito que sirvió para que autoridades nacionales, empresarios, diplomáticos, inversionistas y alumnos de universidades tuvieran la oportunidad de constatar de primera mano que en Paraguay se puede hacer lo que parece imposible. Y es que CIE no solo forma parte de la historia de Itaipú y Yacyretá; también fabrica remolcadores y barcazas, construye subestaciones, líneas de transmisión eléctrica, estructuras metálicas y montaje industrial, y ha exportado piezas a más de 16 países de cuatro continentes.
“CIE nació en 1978, hace ya 47 años, en el marco de la construcción de Itaipú”. Así comenzó el relato Eduardo, quien recibió en la planta industrial al equipo de FOCO para protagonizar un recorrido exclusivo por las instalaciones. Contó que, en ese entonces, poco más de 300 empresas paraguayas participaron en las obras y que hoy, lastimosamente menos del 10 % de esas compañías siguen vigentes. “No solo participamos, sino que supimos capitalizar esa experiencia y convertirla en una empresa que se mantuvo en el tiempo y que fue evolucionando tecnológicamente”, reveló.
Tras el trabajo hecho para Itaipú, la compañía también tuvo una participación clave en Yacyretá, pero como la competencia ya era internacional tuvieron que participar de una licitación y pugnar por un espacio contra empresas austriacas, alemanas y hasta japonesas. “Ahí fuimos creciendo tecnológicamente, haciendo piezas de gran envergadura, metalmecánicas, pero cada vez con mayor precisión y nivel de complejidad. Esa experiencia local, sumada al trabajo con gigantes internacionales como Toshiba, Voith, Andritz, Siemens, General Electric y otras, nos permitió salir al mundo”, mencionó con orgullo.
Una tornería gigante. CIE ha fabricado piezas de hasta 200 toneladas con una precisión de una décima de milímetro. “Para dimensionarlo, un automóvil pesa alrededor de una tonelada y media, por lo que estamos hablando de piezas que representan el peso de 100 o 150 autos, pero con una tolerancia más fina que un papel. Y eso requiere de muchísima tecnología, inversión en maquinaria y, sobre todo, gente capacitada”, refirió el presidente
Agregó que “hablando mal y pronto, es una tornería gigante”. En la planta industrial tenemos una prensa con capacidad de 2.000 toneladas que se utiliza para deformar chapas. Solo así se puede trabajar con espesores impresionantes. “No es solo cortar, plegar y soldar. Después viene el mecanizado, que es lo que da precisión. Y todo eso lo hacemos con control numérico, es decir, computarizado”, contó.
El nivel de exigencia es tal que deben fabricar piezas que se ensamblan en condiciones climáticas y geográficas completamente distintas. “Hacemos una pieza en Luque, con 80 % de humedad y 30 grados, que luego debe encajar con otra hecha en Japón a 18 grados y con 30 % de humedad, y ambas deben coincidir a la perfección en el sitio de obras ubicado en una montaña de Canadá a 2.800 metros sobre el nivel del mar y con -15 grados. Esa pieza tiene que coincidir. Así de rigurosa es la industria donde trabajamos”, enfatizó Eduardo.
Diversificación estratégica. La compañía se reinventó cuando el mercado de las grandes hidroeléctricas empezó a decaer. “Hoy se habla mucho de pequeñas centrales hidroeléctricas. Tenemos la tecnología y la capacidad para hacerlas en Paraguay, sin necesidad de importar. Eso significa ahorro en fletes, más empleo local y más competitividad”, explicó.
Desde 1988, la empresa también incursiona en la hidrovía Paraguay-Paraná, la tercera más importante del mundo en volumen. “Vimos que las barcazas venían usadas desde Estados Unidos y decidimos fabricarlas nosotros mismos, adaptando el diseño a las condiciones de nuestro río. Así, aunque nuestra planta no esté sobre el agua, fabricamos módulos que luego se ensamblan y botan al río desde un astillero que pertenece a nuestro grupo empresarial”, explicó.
Remolcadores, barcazas para granos o combustibles, contenedores, incluso minerales de hierro provenientes del Brasil; CIE produce todo eso. Pero también participa en la transmisión de energía. “Somos la única empresa paraguaya que ha montado hasta ahora líneas de 500 kV. Hacemos líneas de transmisión, subestaciones, y estructuras metálicas tanto para industrias como para edificaciones. Lo que uno ve en una fábrica -los soportes de tanques, ciclones, cañerías- también los hacemos nosotros”, precisó.
El poder de formar talento local. Otro aspecto llamativo es la capacidad de empleo que tiene CIE. Hoy día la firma emplea a unas 600 personas, incluyendo un staff técnico de alrededor de 100 ingenieros. Pero lo más destacado es su política de formación. Ellos cuentan con una escuela propia de soldadura y montaje para que la gente que entra a trabajar a la fábrica sin saber nada, vaya creciendo ocupando cargos de supervisión, leyendo planos, liderando equipos. “Capacitamos para nosotros y también, en cierto modo, para el mercado. Ese es el costo del liderazgo”, expresó entre risas.
El promedio de antigüedad de los técnicos supera los 17 años, dijo. Además, la empresa tiene programas de becas para hijos de funcionarios y planes sociales. “Algunos no terminaron el colegio, y nosotros les ayudamos a hacerlo. Ya tenemos la primera camada de egresados universitarios gracias a estas becas”, precisó Eduardo.
Montaje, logística y precisión quirúrgica. Otra de las fortalezas de CIE es la logística y el montaje industrial. Al respecto, el presidente explicó que han montado el 100 % una planta cementera en Paraguay, aunque los equipos hayan llegado de China. “Nosotros recibimos, transportamos, montamos y hacemos funcionar esos equipos. Desde el montaje mecánico, eléctrico y electrónico hasta la puesta en marcha”, indicó.
También dijo que brindan servicios más pequeños: “Un rodillo roto en una fábrica no puede esperar al igual que una hélice dañada de un barco. Para estos casos tenemos una unidad de mantenimiento que opera 24/7. Y así como hay proyectos de USD 15 o de USD 20 millones, también hay otros de menor inversión. Nos adaptamos a todo. “Somos prestadores de soluciones”, recalcó.
Como anécdota recordó que en su recorrido internacional, incluso llegaron a exportar piezas por vía aérea. “Enviamos una pieza a Suecia en un Antonov ruso. Tuvimos que evaluar la pista de aterrizaje del Silvio Pettirossi para asegurarnos de que soportara el peso. Así de lejos llega nuestra creatividad logística”, relató Eduardo.
Calidad certificada y mirada al futuro. Como toda empresa que lidera su sector, en CIE la calidad no es negociable. “Fuimos la primera firma en Paraguay en certificar la norma ISO 9000. Eso nos viene de Itaipú y se volvió parte de nuestro ADN. Somos muy rigurosos con la calidad”, destacó Eduardo Borgognon.
Ese mismo rigor se refleja en los proyectos actuales. En el marco de un contrato con Yacyretá, CIE está entregando componentes fundamentales para la intervención de seis de las veinte turbinas de la represa. “Estamos proveyendo el sistema de regulación de potencia, que permite controlar la entrada del agua a la turbina. Son piezas que, en conjunto, pesan 450 toneladas. Todo se ensambla aquí en Luque, se testea con tecnología de láser óptico y luego se desmonta para su traslado al sitio de obras”, explicó.
Para lograr esta escala operativa, la planta cuenta con capacidad para funcionar 24 horas, aunque actualmente lo hace en dos turnos: diurno y nocturno. Disponen de procesos de soldadura automáticos, semiautomáticos y manuales, además de tecnologías avanzadas como la soldadura por arco sumergido, que agiliza enormemente la productividad.
En el pabellón C se fabrican módulos estructurales -de fondo, costado, proa y popa- que son transportados en camión hasta el astillero Chaco, en Villa Hayes, donde se ensamblan las barcazas. “Hoy estamos produciendo dos modelos de barcazas, tipo Jumbo y Mississippi. Toda la mano de obra es 100 % paraguaya y proviene de distintas regiones del país”, remarcó Eduardo y dijo también que la planta opera con grúas que, combinadas, tienen capacidad para mover hasta 100 toneladas dentro del complejo.
La fábrica se organiza en sectores especializados, por un lado, están los de montaje y soldadura, mecanizado, corte y deformación plástica, pintura y granallado. En el área de mecanizado se encuentran tornos y fresadoras de gran porte, con las que se procesan componentes de turbinas. “Contamos con un área interna que realiza el mantenimiento preventivo y correctivo de todo el equipamiento”, precisó.
La formación técnica es un pilar esencial. Cada operario pasa por la escuela de soldadura del CIE, donde se capacita desde cero. Tras una certificación interna, se integra al proceso productivo. Si el proyecto lo requiere, se gestionan certificaciones específicas. “Se trata de un programa anual de formación individualizado, que se actualiza cada año según las necesidades de cada sector”, explicó el presidente.
En pintura, CIE opera con cabinas climatizadas, lo que permite garantizar la calidad del acabado sin depender de las condiciones climáticas. “La aplicación de pinturas técnicas requiere controlar factores como temperatura, humedad y punto de rocío. Nuestros pintores están altamente calificados y aplican pinturas específicas, según lo exige cada cliente, sobre todo en el rubro naval”, explicó.
También se realizan tratamientos térmicos como el alivio de tensiones, un paso fundamental para componentes hidroeléctricos. “Este tratamiento mejora el rendimiento del mecanizado y evita deformaciones posteriores”, agregó.
Más allá de la planta en sí, el CIE se organiza por unidades de negocio: servicios (alquiler de grúas y transporte especializado), líneas y subestaciones eléctricas, y obras civiles e industriales. “Todas estas unidades operan desde este mismo complejo industrial”, detalló Eduardo.
En cuanto al procesamiento de materia prima, la planta cuenta con equipos de corte por plasma y oxicorte para el tratamiento de chapas. “El aprovechamiento del material lo diseña el área de ingeniería, maximizando cada chapa y optimizando los costos”, explicó. Aquello que no puede reutilizarse se clasifica como chatarra y se comercializa con empresas habilitadas ambientalmente.
La división de industrias e infraestructura dispone de maquinaria de alta capacidad para trabajar perfiles de alma llena -comunes en obras civiles- y procesar chapas de hasta 85 milímetros de espesor, indispensables en proyectos hidroeléctricos.
Cada etapa está sometida a estrictos controles de calidad, llevados adelante por técnicos calificados bajo la norma estadounidense SNTTC-1A. “Nuestro equipo de calidad supervisa desde el corte inicial hasta la soldadura final, asegurando que cada pieza cumpla con los más altos estándares internacionales”, afirmó.
El recorrido por la planta concluye con una visión clara: grúas monumentales, maquinaria de última generación, y una estructura capaz de abastecer las industrias más exigentes. “Estamos preparados para responder tanto al mercado nacional como a proyectos internacionales de gran envergadura. Esa fue la visión que dio origen al CIE y que hoy lo convierte en un verdadero motor de la industria paraguaya”, puntualizó con convicción.
El futuro se construye hoy. Como un dato no menor, Eduardo también mencionó que CIE ya está trabajando con empresas interesadas en proyectos de biocombustibles, hidrógeno verde y celulosa. “Paraguay está recibiendo inversiones de cientos de millones de dólares, algo inédito para nosotros. Y esas inversiones necesitan un aliado local. No como socio, pero sí como facilitador, alguien que ayude a aterrizar esos proyectos de forma eficiente. Ahí entramos nosotros”, reflexionó.
Con una cultura organizacional que apuesta al talento local, una infraestructura de clase mundial y un liderazgo técnico de excelencia, CIE no solo mira al futuro, sino que lo está construyendo. Y es que Paraguay se está convirtiendo en receptor de inversiones, y ellos están en condiciones para acompañar esos desafíos. “La historia nos trajo hasta aquí. Ahora, vamos a mostrarle al país y al mundo lo que podemos hacer”, aseguró con la tranquilidad de la empresa que, con hechos, desde hace décadas marca una huella de progreso imborrable.