La Unión de Gremios de la Producción (UGP) se pronunció ante la votación del Senado de Estados Unidos (EE.UU.) que anula la habilitación del ingreso de la carne paraguaya señalado que es una muestra muy clara de lo que sucede cuando las consideraciones políticas intervienen sobre el comercio y los procesos técnicos sin ninguna evidencia basada en ciencia.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el presidente de la UGP, Héctor Cristaldo, manifestó que Paraguay hizo un largo proceso para la habilitación. “Esto es cuando la política interfiere en las cuestiones económicas. Es un año electoral, están buscando votos y quedar bien con su electorado, atropellando todo el proceso técnico de adecuación a las exigencias“, comentó.
Explicó que estas son decisiones que se toman con la excusa de una simple sospecha negando el acceso a la carne paraguaya al mercado norteamericano que realizó todo un proceso para poder cumplir y calificar. “Se toman decisiones en base a una simple suposición de que las cosas no se hicieron bien sin tener ninguna evidencia. Esperemos que recapaciten porque Paraguay siempre fue un aliado”, expresó Cristaldo.
Remarcó que tampoco existen pruebas de que no se cumplió con todas las etapas. La carne paraguaya es un producto muy importante en la mesa de todos los paraguayos y para alimentar el mundo. “Se hicieron todos los pasos para llegar a los mercados más exigentes, pero se ve que cuando hay prejuicios como razones sociales, económicas o de sanidad lo único que se busca es no competir y cerrar los mercados”, añadió.
El titular de la UGP dijo que nuestro país no merece ningún trato de esta magnitud. “Nosotros creemos que el espíritu tiene que ser el de libre comercio, respetando las reglas porque hablan también de que no tenemos una institucionalidad, pero tampoco es serio que se hagan todos los procedimientos para ingresar y luego se excluya a un país por decisiones políticas”, argumentó. Las propuestas podrían estar disfrazadas de protección a grupos sociales, otras veces de preocupaciones ambientales o medidas sanitarias pero siempre serán barreras artificiales al comercio.
Datos clave
- La Unión de Gremios de la Producción (UGP) se pronunció ante la votación del Senado de Estados Unidos (EE.UU.) señalando que es una decisión electoral.
- Se atropella todo el proceso técnico de adecuación a las exigencias, mencionó el gremio.
- No existen pruebas de que no se cumplió con todas las etapas, indicaron.
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Campaña sojera comenzará con desafíos complejos: apuntan a 11 millones de toneladas
La nueva campaña sojera 2025/26 arrancará su siembra en setiembre con desafíos complejos, costos altos y precios bajos, más la incertidumbre que genera el clima, según indicó el titular de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el presidente del gremio manifestó que pese a lo mencionado, se esperan 3.650.000 hectáreas y una producción de 11.000.000 de toneladas en un buen escenario, mientras que el rendimiento que llenaría las expectativas estaría en torno a 3 toneladas por hectárea.
Consultado sobre los contratos a futuro, dijo que en cuanto a la comercialización hay incertidumbre por la aplicación del reglamento 1115 y la guerra de aranceles que generan un panorama aún incierto. En tanto, uno de los desafíos para este año será la situación de los costos altos y precios bajos.
Por otro lado, Cristaldo se refirió acerca del Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil (CADE), que decidió como medida preventiva suspender la denominada “moratoria de la soja” e inició un proceso administrativo contra las empresas y asociaciones firmantes del acuerdo.
“En la región marca un precedente. Las empresas no pueden poner en los contratos exigencias y condiciones que van más allá o están por encima de las leyes nacionales. Marca rumbo en el Mercosur”, explicó.
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La moratoria consiste en un acuerdo firmado en 2006 por las principales compañías agroexportadoras que prohíbe la compra de soja cultivada en áreas del bioma amazónico deforestadas después de julio de 2008, independientemente de que esa deforestación haya ocurrido dentro de los límites permitidos por el Código Forestal de Brasil.
La legislación ambiental autoriza la eliminación de hasta el 20 % de la vegetación en propiedades de la Amazonia, pero dicha moratoria impone una restricción total. En tanto, según el organismo brasileño se considera que ese acuerdo constituye una conducta anticompetitiva entre competidores que perjudica las exportaciones de soja.
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Viento positivo: productores mantienen el optimismo para la próxima campaña agrícola
Anticipando el inicio de la campaña sojera 2025/2026, productores de diferentes regiones del país ultiman detalles con insumos listos y el entusiasmo de cada año para dar su mejor esfuerzo en búsqueda de buenos resultados. En este sentido, se mantiene el optimismo para la próxima campaña agrícola, según se resalta en el boletín de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
“Entramos a la campaña en un escenario de incertidumbre, con caídas en los precios en los últimos años y costos en alza”, señaló Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción. Aun así, destacó que el productor mantiene la esperanza de superar los rendimientos de la temporada pasada, recordando que la soja continúa siendo la principal fuente de ingresos para el sector.
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En este mismo sentido, el productor Marcio de Souza comentó que las campañas ya están planificadas, ya sea con granos propios o a través de acuerdos con cooperativas y empresas.
Los fertilizantes y defensivos agrícolas se encuentran en depósito, listos para la protección de los cultivos f rente a plagas y malezas. La expectativa es alcanzar un área sembrada similar a la del año anterior.
Soja, apuesta principal
Desde el norte de Alto Paraná, Rubén Sanabria coincidió en que la soja será la apuesta principal. “Todos los espacios hoy ocupados por maíz zafriña, canola, chía y trigo se destinarán a soja. Es el cultivo que más nos interesa porque prácticamente cubre todos los gastos del campo”, expresó.
Los referentes advierten que, con costos de producción altos y precios bajos, la clave será maximizar el rendimiento por hectárea para cubrir gastos, saldar deudas y generar ganancias. Esta situación también limita la inversión en maquinarias y el acceso a créditos, por lo que recomiendan una gestión cuidadosa de las finanzas y mantener prácticas agronómicas sólidas, como el análisis de suelo para definir la correcta aplicación de abonos, fertilizantes y técnicas de preparación y cuidados.
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¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
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3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
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5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
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Las razones para elegir el rubro de agricultura para invertir en el país
- Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos Saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1- MANEJO DE INFORMACIÓN
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo. Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos. La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2- RUBROS DE MAYOR POTENCIAL
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante. “El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente. Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
3- SOSTENIBILIDAD EN LAS PRÁCTICAS
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medioambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales. “El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP. Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente. En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4- RECURSOS PARA INICIAR EN EL RUBRO
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado. Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
5- PRINCIPALES DESAFÍOS
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación con la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor. Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario. “Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6- INCORPORAR MÁS POLÍTICAS PÚBLICAS
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvatã (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó. Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector. Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los periodos de espera correspondientes. Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica. Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7- REGLAS CLARAS
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó. Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.