El Ministerio de Industria y Comercio (MIC) presentó el puerto multiterminal Martín Chico, una plataforma de transbordo para cargas de la Plata que puede representar una gran oportunidad para las industrias y los servicios del sector fluvial, debido a la mayor capacidad de cargas que dotará a la Hidrovía Paraguay-Paraná, con más de 50 millones de toneladas.
Se trata del proyecto de puerto multiterminal Martin Chico, una plataforma de transbordo para cargas, ubicada en Uruguay, en la costa del Río de la Plata, frente al departamento de Colonia, cuyos directivos presentaron la idea al ministro Javier Giménez y al viceministro de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), Rodrigo Maluff.
Tras la reunión, indicaron que el proyecto que está próximo a ponerse en marcha, puede generar un gran impacto en el desarrollo de la industria paraguaya, por la posibilidad que tendrá el país de ser un proveedor de servicios dentro del corredor fluvial de la hidrovía.
El director del proyecto, Martín García Otero, detalló que además del alcance de este puerto multipropósito, requirió de una inversión de más de USD 1.600 millones, con gran potencial para generar mayor capacidad de transbordo de cargas nuevas en la hidrovía.
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Rol de Paraguay
“Entendemos que Paraguay tiene un rol fundamental en el desarrollo del transporte en la hidrovía, y por ello era importante que el ministro Giménez estuviera al tanto del proyecto que va a gestionar más de 50 millones de toneladas de productos agrícolas, mineral de hierro, fertilizantes, combustibles verdes, derivados de hidrógenos y más”, expresó.
Si se tiene en cuenta que la hidrovía mueve anualmente unas 20 millones de toneladas, y sí se le agrega la capacidad de transbordar 50 millones más, hay que multiplicar por 3 la capacidad de barcazas, remolcadores, tripulaciones. Y como el 80 a 90 % de eso se realiza en Paraguay, el alcance y potencial será ampliamente incrementado.
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Agregó que el transporte de la hidrovía está constituido como un sistema, en el que el puerto proyecto y su capacidad de transbordo no tiene cómo funcionar si no se genera puertos de aguas arriba, entre ellos puertos en Paraguay. Es como si fuese un sistema de tres patas, puertos para las cargas, las flotas para el transporte, y el Puerto de Martín Chico para el transbordo, explicó.
Maluff se refirió al proyecto como el más próximo que tendría Paraguay para hacer el transbordo de mercaderías de barcazas a barcos de 180 mil toneladas. “Con este proceso se va a generar un ahorro en el costo logístico, porque hay una reducción de 20 dólares en dicho costo, y estamos viendo incluso para que sea más”, indicó.
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Cafym respalda modelo brasileño para concesión de la hidrovía Paraguay-Paraná
Durante el desarrollo del foro Mercosur Export, realizado en Asunción, el presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), Bernd Gunther, respaldó públicamente el proceso de concesión impulsado por Brasil para el mantenimiento de la hidrovía Paraguay-Paraná.
En un panel que reunió a autoridades y expertos del sector logístico regional, Gunther elogió la transparencia y eficiencia del modelo brasileño e instó a que otros países del Mercosur adopten enfoques similares para fortalecer la integración fluvial.
Gunther resaltó que desde el inicio del proyecto se comunicaron con claridad los objetivos y condiciones de la concesión, lo que a su criterio aportó previsibilidad al proceso. Explicó que el plan contempla un dragado que asegura un nivel de navegabilidad del 90 % del tiempo, garantizando 9 pies de calado más un pie de seguridad para los pilotos.
Además, se estableció una tarifa de aproximadamente 30 centavos de dólar por tonelada transportada, un esquema que consideró competitivo y beneficioso para los armadores. El titular de Cafym también valoró un aspecto clave del modelo brasileño, el cobro por tonelada transportada en lugar de por tonelada de registro neto (TRN).
Ese detalle técnico representa una ventaja significativa desde el punto de vista comercial, ya que permite ajustar los costos al volumen real de carga efectiva. “Este tipo de definiciones demuestra que se pensó en la competitividad del sistema logístico, no solo en el aspecto recaudatorio”, afirmó.
Gunther señaló que el compromiso de Cafym con este proceso es compartido por diversas instituciones del sector fluvial y logístico del Paraguay. En su visión, este tipo de concesiones puede marcar un punto de inflexión para mejorar la eficiencia de la red fluvial regional, optimizando el transporte de mercancías desde y hacia los principales puertos del Atlántico.
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Finalmente, el empresario paraguayo alentó a replicar este modelo en otras jurisdicciones del Mercosur, destacando que la hidrovía Paraguay-Paraná es una arteria estratégica para el comercio regional. “Tenemos una oportunidad única de integrar nuestras economías a través de infraestructura moderna, con reglas claras y costos razonables. El ejemplo brasileño debe ser una referencia”, finalizó.
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Javier Giménez: Paraguay tiene todo para crecer, pero le falta financiamiento industrial
Paraguay creció mucho en los últimos años en el desarrollo de su industria, pero aún no dio “el gran salto”. Si bien cuenta con ventajas como energía abundante, mano de obra calificada y una ubicación estratégica en la hidrovía Paraguay-Paraná, nuestro país todavía no logra consolidar un modelo de financiamiento industrial que permita atraer inversiones de gran escala y largo plazo, manifestó el ministro de Industria y Comercio (MIC), Javier Giménez.
“Necesitamos un banco industrial. Paraguay tiene ventajas competitivas como soldadores de primer nivel, un régimen salarial competitivo, baja carga impositiva sobre el salario, energía abundante y ubicación estratégica en el corazón de la hidrovía. Pero, por ejemplo, Brasil ofrece financiamiento al 2 % a 20 años. Y así, aunque Paraguay tenga ventajas, los industriales se van con la plata brasileña”, precisó a la 1080 AM.
El ministro habló sobre el proceso del corte de 13 pasos críticos en la hidrovía, ejecutado por un consorcio brasileño con apoyo del Gobierno. Esta infraestructura, por mucho tiempo postergada, permitirá destrabar hasta 50 millones de toneladas de carga provenientes de Mato Grosso del Sur, una de las zonas más ricas en mineral de hierro del planeta.
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“Con esto, Paraguay puede convertirse en una vía clave de salida para ese volumen. Este mineral es la base de productos como la varilla de hierro. Con estos cortes y los trabajos de dragado que faltan en los puntos arenosos, la hidrovía va a volar”, aseguró.
Préstamo del BID
Giménez habló también sobre el préstamo de USD 1.000 millones que el BID Invest puso a disposición del gobierno para financiar proyectos empresariales. Comentó que la semana pasada el MIC se reunió con armadores fluviales y gremios empresariales para orientar esas inversiones hacia sectores estratégicos.
Pero enfatizó en que los empresarios siguen esperando condiciones de financiamiento similares a las de Brasil, ya que esto puede marcar la diferencia entre captar o perder inversiones. El ministro sostuvo que si se logra flexibilizar la tasa hacia un rango del 5 % al 6 %, muchos proyectos industriales podrían ponerse en marcha.
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Asunción, madre de la evangelización del Río de la Plata
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Archivo/Gentileza
El 1 de julio de 1547, el papa Paulo III, por medio de la bula “Super specula militantis ecclesiae”, crea la Diócesis del Río de la Plata con sede en Asunción. Más adelante será conocida como la Diócesis del Paraguay, elemento neurálgico para el despliegue de sacerdotes y la evangelización de estas tierras. Aquí un repaso a esa historia fundacional.
Pasaron 478 años desde la creación, con sede en Asunción, de la Diócesis del Río de la Plata. “Así se establece la consolidación completa de la posesión española y se otorga protagonismo a Asunción como centro no solo de las estructuras de conquista y poblamiento, sino también de la misión evangelizadora y organizativa de la Iglesia católica”, cuenta el presbítero Hugo Fernández, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín.
Lo hace invitando a visitar el local del museo, al costado de la Catedral, donde “se puede ver el vestigio histórico, artístico y social de la acción de la Iglesia durante estos casi 500 años de labor y de fe en estas tierras”.
Entiende por ello importante historiar cómo se llega a ser diócesis. Fernández recuerda que en 1541 Asunción deja de lado su condición militar de casa fuerte para convertirse en ciudad. El despoblamiento de Buenos Aires y otras fortalezas sobre el río Paraná la convirtieron en un punto privilegiado para el abastecimiento, reparo y punto de camino para la pretensión de llegar a la plata y el oro del Potosí.
“Los españoles acostumbrados a un régimen de gobierno en donde la Iglesia, por real patronato de la corona, conformaba parte de las estructuras de gobierno no tenían un obispo. Esta ausencia, sumada a la necesidad de conducción moral y espiritual tanto de los españoles como de los naturales, motivó que desde 1543 sean muy frecuentes las cartas pidiendo al rey un obispo y la demarcación de las jurisdicciones propias”.
UN PEDIDO INSISTENTE
El desenfreno de los españoles es reconocido en los pedidos que van haciendo por carta a la Corte para que se les envíe un rector religioso, según aporta Fernández, que es licenciado en Teología.
“La terrible situación moral de los españoles y su relación con las indígenas en especial se acrecentaba a causa de la falta de la presencia regia de la Iglesia. Aunque para 1545 Asunción contaba con más o menos 10 sacerdotes, la situación no pintaba para bueno. Ejemplo de esto es el testimonio de fray Juan de Salazar (no confundir con Espinoza), quien en carta al emperador Carlos V afirmaba que Asunción era un “pueblo de más de quinientos hombres y más de quinientas mil turbaciones”.
Pedro Dorantes, soldado factor, pedía al rey ya en 1543 “un prelado que sea letrado y de buena vida, con la cual nos dé ejemplo a vivir y sea protector de los indios”. El contador de la ciudad Felipe Cáceres requería “una persona eclesiástica, juez protector en lo espiritual para que nos haga ser buenos cristianos”.
CASTIGO Y EJEMPLO
El mismo gobernador Domingo Martínez de Irala solicita al rey en carta del 5 de marzo de 1545 por “un pastor para la Iglesia (…) que sea tal que su vida, castigo y ejemplo tengamos todos temor y vergüenza…”.
En marzo de 1547, el emperador Carlos V envía como comisionado a don Diego de Mendoza para que tramitara ante el papa la creación de una diócesis, puesto que esta región es tan extensa que no puede ser atendida por el Obispado de Cusco y “para que los indios naturales de ella que están sin luz ni fe ni conocimiento de ella sean alumbrados y se conviertan”, decía el pedido al santo padre.
Como resultado de las gestiones, el 1 de julio de 1547 el papa Paulo III creaba la Diócesis del Río de la Plata y elegía al franciscano fray Juan de Barrios como su primer obispo.
LOS AÑOS FUNDANTES
El primer obispo no pudo llegar porque el navío que lo tenía que traer nunca pudo zarpar. Pasado ya el tiempo, De Barrios fue designado por el papa primero a la Diócesis de Nueva Granada para finalmente ser destinado a la de Santa Fe de Bogotá.
En 1554, el papa nombra a fray Pedro Fernández de la Torre como obispo del Río de la Plata: “Llegó a Asunción en 1556 y fue recibido con mucha algarabía. Mandó construir otra iglesia que sirva de catedral porque hasta el momento la única iglesia mayor de Asunción y que funcionaba como tal era la parroquia de la Encarnación, erigida desde 1539 y hasta el día de hoy considerada la más antigua de toda la región. El fray acompañó al gobernador Domingo Martínez de Irala en varias de sus incursiones al Chaco, después proclamó gobernador a Francisco de Vergara, que surgió de una elección popular y con quien más adelante riñó fuertemente en enemistad. Murió en España en 1573”, historia Fernández.
El presbítero apunta además que desde sus inicios la Catedral de Asunción fue sede de diversos acontecimientos históricos, sala de deliberaciones del Cabildo, sínodos, refugio en tiempos de catástrofes y levantamientos armados, etc.
Desde su creación hasta 1609 dependió de la Arquidiócesis de Lima. En 1620 se crea la Diócesis de Buenos Aires, que se desprende así de la del Paraguay.
Desde 1609 hasta 1865 Paraguay dependió de la Arquidiócesis de Charcas. Desde 1865 hasta 1929 pasó a formar parte de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
Asunción recibió la categoría de arquidiócesis recién en el año 1929, siendo su primer arzobispo monseñor Juan Sinforiano Bogarín.
ANHELO
“A pesar de ser la primera diócesis de toda la región del Río de la Plata, fue una de las últimas sedes elevadas a la categoría arzobispal y aún hasta hoy no le ha sido otorgado oficialmente el título de iglesia primada”, cuenta el presbítero Fernández.
Entiende que esta posibilidad está abierta y solo depende de gestiones. “Desconozco si en algún momento los representantes de la Iglesia en el Paraguay hayan gestionado o al menos promocionado ante el papa la conveniencia de este privilegio. Si aún no se ha hecho, sería bastante interesante que los prelados actuales lo hagan. Sería un privilegio otorgado por el papa que nos llenaría de mucho orgullo y alegría como pueblo”, afirma.
TRAYECTORIA
Fernández destaca, entre varios otros elementos y momentos históricos, la importancia de la acción de la Iglesia en la defensa de los indígenas en los siglos XVI a XVIII, la confirmación de las “doctrinas de indios” organizadas por los franciscanos y jesuitas para la defensa y formación de los indígenas y de cuyas doctrinas provienen la mayoría de los pueblos paraguayos hasta inicios del siglo XX inclusive, la promoción de la lengua guaraní y los saberes ancestrales en sintonía con la ciencia y la religión.
También “un segundo momento es el rol clave de la Iglesia en pos de la defensa de la dignidad humana durante el gobierno militar de 1954-1989. Y aunque siempre toda sociedad es imperfecta, los errores y las falencias cometidas también dentro de la Iglesia son motivo de profunda reflexión y una revisión interna para seguir caminado buscando la semejanza a Cristo que nos impulsa y nos acompaña para seguir caminando, luchando y perseverando en la fe mientras construimos una sociedad que nos beneficie a todos por igual”, concluye.
SOBRE EL PRESBÍTERO
El presbítero Hugo Fernández V. es licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Encarnación. Es también museólogo, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín y secretario ejecutivo de los Bienes Culturales de la Iglesia por la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).
EL ROL DE LOS RELIGIOSOS EN LA INDEPENDENCIA
A inicios del siglo XIX, existían en todo el territorio 55 sacerdotes y al menos cinco de ellos actuaron de modo especial a favor de la Independencia. Tras la revolución del 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, surgieron varios partidarios que propiciaban algo similar en Paraguay y entre ellos “fue constante la participación de los clérigos. En setiembre de 1810, se descubrió un grupo cuyo plan era apresar al gobernador, al obispo y a los capitulares. Fueron detenidos y confinados al Fuerte Borbón el padre Franciscano Baca y varios otros civiles”, nos recuerda Fernández.
También en Concepción se reunía “una peña revolucionaria encabezada por los curas José Fermín Sarmiento y Nicolás Ibarbals. Los implicados motivaban la causa revolucionaria y criticaban abiertamente inclusive desde el púlpito al gobierno de Velasco”. Siguiendo con este derrotero, “durante la expedición de Belgrano en 1811 la actuación del capellán José Agustín Molas, joven de 23 años, fue relevante en motivar la persecución a los invasores.
Durante la revolución del 14 de mayo el gobernador trató de apaciguar los ánimos enviando al obispo Panes a dialogar con los revolucionarios junto con otros clérigos, pero no tuvieron éxito al ser considerados españoles. Los clérigos paraguayos se encontraban muy comprometidos con la revolución.
Entre los más decididos estaba el fray franciscano Fernando Caballero, tío del Dr. Francia, así como la mayoría de los franciscanos eran partidarios de los patriotas. Otros como el padre Leal, el padre Baca y Orué alentaban a los nacionales. Otro clérigo de gran prestigio era el carapegüeño Francisco Xavier Bogarín, profesor en el Real Colegio de San Carlos y posteriormente vocal de la Junta Superior Gubernativa”, recuerda.
PREOCUPACIÓN POR LOS INDÍGENAS
Desde los primeros pasos de la conquista “la labor de los clérigos ha sido trascendental, sobre todo en el ámbito de la defensa de sus derechos. Conocemos el caso del padre Gabriel Lezcano, quien en 1545 ante la decisión de Irala de exterminar a una comunidad de indios agaces fue a entrevistarse con el cacique Abacotté consiguiendo la paz”, cuenta el presbítero para explicar lo importante del rol eclesiástico para intentar parar los abusos de la conquista.
“El padre Diego Andrada, primer párroco de Asunción, fue también conocido por ser ‘protector de indios’ y el caso más emblemático son las cartas del padre Martín González, quien constantemente denuncia los abusos de los españoles hacia los indios”, recuerda.
“Si bien en el Paraguay no se observa aquella brutalidad que ensangrentaron masivamente los primeros días de la conquista en México o Perú, la conquista paraguaya se basó en la unión y procreación de españoles e indígenas, el mestizaje. Sin embargo, las estructuras económicas y coloniales rápidamente causaron grandes conflictos, sobre todo por el requerimiento de la mano de obra de los indios y las exigencias de los españoles. Habrá sido muy difícil entre los pocos clérigos de aquellos días mediar ante estas situaciones”, reflexiona.
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Suspensión de alije del Paraná Guazú parte de una “mala lectura” de ley, dice especialista argentino
Desde Argentina hay voces que respaldan que la suspensión del alije en el kilómetro 171 del Paraná Guazú parte de un error de interpretación de la ley argentina correspondiente y señalan que el sitio no puede ser considerado como puerto, además de estar contemplada también en el Tratado de Hidrovía Paraguay-Paraná sobre mercaderías de transbordo internacional en tránsito.
Gustavo Alonso, especialista argentino en logística marítima y portuaria, dijo al medio Argenports que la Ley 24.093, en su artículo 2, no contempla zonas de alijo y complemento de cargas y que solo incluye las plataformas portuarias.
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Consideró que la “confusión” sobre el kilómetro 171 del Paraná Guazú se basa en una supuesta falta de habilitación portuaria para dicha zona de alije.
Sin embargo, el especialista señaló que sobre tal punto del río también rige el Tratado de la Hidrovía, que contempla dicho kilómetro como zona de alije y que establece claras herramientas de controles aduaneros para mercaderías de transbordo en tránsito internacional.
De acuerdo con Alonso, la Ley 24.093 es clara pero que la Disposición 21/2023 de la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de Argentina (SSPVNMM) tiene una interpretación de las zonas de alijo “sacada de la galera” y “sin ningún tipo de fundamento”.
“Pareciera que los funcionarios fueran ajenos al tema”, dijo el experto al portal argentino. Mencionó también que con el criterio por el que buscan suspender la zona de alijo del kilómetro 171, también deberían cerrar la zona de San Lorenzo y las cuatro zonas del Río de la Plata.
Alonso dijo que todas las embarcaciones que operan en el kilómetro 171 cumplen los procedimientos aduaneros correspondientes, por lo que consideró que el argumento que se sostiene sobre pérdidas económicas para el vecino país carece de fundamentos sólidos.
Además, y en la línea expuesta desde nuestro país por el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), el especialista mencionó que ninguno de los 10 puertos es viable para las operaciones de trasbordo de combustibles ya que implica costos logísticos y demoras considerables por las limitaciones que presentan.
Para Alonso, las autoridades de su país deberían rectificar el error que observó y que en definitiva el kilómetro 171 no es un puerto. “No se justifica matar sin argumentos una operación que genera actividad y trabajo local”, concluyó.
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