A través de un comunicado, la Unión Industrial Paraguaya (UIP) expuso su rechazo ante la intención de imposición de tarifas a las transacciones realizadas por medio del Sistema de Pagos del Paraguay (Sipap) del Banco Central del Paraguay (BCP).
Aseguran que, de ejecutarse un cobro extra en este servicio, la competitividad del sector industrial se vería afectada por varios factores, entre ellos, el costo de capital y los gastos vinculados a las operaciones financieras. También, sostienen que es inviable iniciar un proceso de desarrollo industrial, intención del gobierno actual, sin el estímulo transformador de un sector financiero que ofrezca costos competitivos.
“Hasta ahora, lograr esto ha sido una tarea extenuante y compleja, dada la necesidad de conseguir volumen, alcance y diversidad específicos en el mercado nacional. Somos conscientes de que el modelo de negocio del sector financiero se sustenta en obtener beneficios de la colocación de dinero; ese es el corazón del sistema”, expresa parte del comunicado.
Desde el gremio industrial recuerdan que en años recientes han observado un incremento en los costos por servicios de distintos tipos, así como por gestión y operación, actuando en detrimento de la competitividad, especialmente en un mercado reducido con limitadas opciones que garantizan una competencia robusta. “Esto ocurre mientras la industria hoy debe enfrentarse a un mercado agresivo y globalizado, abierto generosamente a productos foráneos”, lamentan.
Finalmente, resaltan su oposición y rechazo contra cualquier esfuerzo de añadir más costos a las transacciones, especialmente, cuando se utilice la tecnología y masificación como justificación del mismo. “Estos son precisamente los recursos que la industria emplea para reducir costos y mantenerse competitiva en los mercados más exigentes”, indican.
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Instan a concretar inversiones y planificar el futuro energético
¿Se encamina Paraguay hacia una crisis energética?, fue la interrogante lanzada desde el programa “Fuego cruzado”, emitido por el canal GEN/Nación Media este domingo. La consulta surge ante el posicionamiento de ingenieros del sector eléctrico y expertos en la materia quienes vienen advirtiendo que en 5 años aproximadamente toda la producción hidroeléctrica paraguaya ya no abastecería el mercado interno y nos veríamos obligados a importar energía, situación que es calificada como una auténtica paradoja.
“Vemos que hay una postergación en las decisiones y ya el sector empresarial obviamente que piensa en el mediano y largo plazo tiene altas preocupaciones. Entonces, por eso hemos difundido un documento que nos costó mucho titularlo porque obviamente como Unión Industrial Paraguaya no queremos desalentar ninguna inversión, pero obviamente si uno no advierte, no alerta como corresponde, entonces no se movilizarán los agentes que toman decisiones”, dijo Julio Fernández, economista y jefe del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
Las afirmaciones de Fernández hacen referencia al informe lanzado días atrás por el sector empresarial donde alerta sobre un déficit de energía para 2030 si no se amplía la matriz energética con al menos una planta termoeléctrica a gas natural. Desde la UIP alegaron que no se trata de alarmar, sino hacer un llamado a la planificación conjunta entre el sector público y el privado. “Nosotros tenemos que tomar decisiones hoy para que mañana no hablemos de importar”, comentó el economista.
Sobre el punto también fue abordado el experto en energía y profesor investigador de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción, Victorio Oxilia Dávalos, quien sostuvo que “es muy importante definir que en este momento no estamos en una crisis energética. Nosotros nos hemos concentrado en los últimos 40 o 50 años en la transmisión, en el transporte y en la distribución de energía. Y hemos estado bastante tranquilos con relación a la generación, porque teníamos las entidades binacionales Itaipú, Yacyretá y el Acaray”.
Ante esta situación, Oxilia Dávalos afirmó que Paraguay debe colocar la mirada con urgencia en la generación de energía. “Tenemos que tomar decisiones hoy día, no solamente con relación a las inversiones en transmisión y distribución, sino también con relación a la generación. Si es que no hacemos nada, habrá cortes programados en ciertas horas del año, que son generalmente las horas de calor, unas 300 a 400 horas, depende del año”, indicó.
Asimismo, siguió sosteniendo que “esto es lo que puede ocurrir si no hacemos nada, va a faltar energía en ciertas partes del país, tendremos algo parecido con lo que sucede en Ecuador. Si bien no tenemos una crisis energética en este momento, yo diría que estamos realmente en una crisis de toma de decisiones, porque en energía hay que hacer las cosas de manera planificada, pensando en el futuro, a cinco, diez años y más inclusive”, indicó.
“HAY QUE TOMAR DECISIONES HOY DÍA”
Oxilia apuntó contra la Administración Nacional de Electricidad (Ande), al señalar que la institución se encuentra “rezagada” en concretar inversiones. “El plan maestro de generación no se está cumpliendo, esto es grave porque hay que ver por qué nos están tomando las decisiones”, sentenció.
Si bien estamos acostumbrados a los apagones, este problema se da no por la falta de generación, sino por distribución, dijo. “Ahora, tenemos que tomar decisiones hoy día, no solamente con relación a inversiones en transmisión y distribución, sino también con relación a la generación finita”, indicó el profesional.
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Urge planificar futuro energético y concretar inversiones
¿Se encamina Paraguay hacia una crisis energética?, fue la interrogante lanzada desde el programa “Fuego Cruzado” del canal GEN/Nación Media. La consulta surge ante el posicionamiento de ingenieros del sector eléctrico y expertos en la materia, quienes vienen advirtiendo que en 5 años aproximadamente toda la producción hidroeléctrica paraguaya ya no abastecería el mercado interno y nos veríamos obligados a importar energía, situación que es calificada como una auténtica paradoja.
Señalan además que el conflicto energético impactará fuertemente en el bolsillo de los consumidores y representará una traba para el desarrollo del país.
“Vemos que hay una postergación en las decisiones y ya el sector empresarial obviamente que piensa en el mediano y largo plazo tiene altas preocupaciones. Entonces, por eso hemos difundido un documento que nos costó mucho titularlo porque obviamente como Unión Industrial Paraguaya, no queremos desalentar ninguna inversión, pero obviamente si uno no advierte, no alerta como corresponde, entonces no se movilizarán los agentes que toman decisiones”, dijo Julio Fernández, economista y jefe del Centro de Estudios Económicos de la UIP.
Las afirmaciones de Fernández hacen referencia al informe lanzado días atrás por el sector empresarial en el que alerta sobre un déficit de energía para el 2030 si no se amplía la matriz energética con al menos una planta termoeléctrica a gas natural.
Desde la UIP alegaron que no se trata de alarmar, sino hacer un llamado a la planificación conjunta entre el sector público y el privado. “Nosotros tenemos que tomar decisiones hoy para que mañana no hablemos de importar”, expresó el economista.
Sobre el punto también fue abordado el experto en energía y profesor investigador de la Facultad Politécnica de Universidad Nacional de Asunción, Victorio Oxilia Dávalos, quien sostuvo que “es muy importante definir que en este momento no estamos en una crisis energética. Nosotros nos hemos concentrado en los últimos 40 o 50 años en la transmisión, en el transporte y en la distribución de energía. Y hemos estado bastante tranquilos con relación a la generación, porque teníamos las entidades binacionales Itaipú, Yacyretá y el Acaray”.
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Ante esta situación, Oxilia Dávalos afirmó que Paraguay debe colocar la mirada con urgencia en la generación de energía. “Tenemos que tomar decisiones hoy día, no solamente con relación a las inversiones en transmisión y distribución, sino también con relación a la generación. Si es que no hacemos nada, habrá cortes programados en ciertas horas del año, que son generalmente las horas de calor, unas 300 a 400 horas, depende del año”, indicó.
Asimismo siguió sosteniendo que: “esto es lo que puede ocurrir si no hacemos nada, va a faltar energía en ciertas partes del país, tendremos algo parecido con lo que sucede en Ecuador. Si bien no tenemos una crisis energética en este momento, yo diría que estamos realmente en una crisis de toma de decisiones, porque en energía hay que hacer las cosas de manera planificada, pensando en el futuro, a cinco, diez años y más inclusive”.
El experto apuntó contra la Administración Nacional de Electricidad (Ande) al señalar que la institución se encuentra “rezagada” en concretar inversiones para la generación de energía. “El plan maestro de generación que tenemos no se está cumpliendo, esto es grave porque hay que ver por qué no están tomando las decisiones”, sentenció.
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Germán Rojas: “El sistema financiero paraguayo es sólido, prudente y con buenos niveles de capitalización”
Por Willian Legal
Transformar y construir grandes consensos, son los principales disparadores de Germán Rojas Irigoyen, presidente de Banco Basa, quien se define como un hombre que valora el trabajo, la honestidad y la construcción de relaciones basadas en la confianza.
En su día a día, se centra en gestionar voluntades y prioridades, entendiendo que detrás de cada logro hay historias y oportunidades que impactan positivamente en las personas.
Con una destacada trayectoria en el sector financiero y presidente de uno de los bancos más importantes a nivel país, sueña ver en un futuro a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región.
En una nueva entrega de Hacedores, Germán Rojas conversó con La Nación/Nación Media sobre los desafíos que presenta actualmente el sector financiero. Destacó la importancia de la inclusión, la digitalización y la educación financiera como pilares para un desarrollo sostenible
- ¿Cómo se describe en lo personal y en lo profesional?
Creo profundamente en el valor del trabajo, en la palabra empeñada y en la importancia de construir relaciones basadas en la confianza. Me adhiero al principio de gestionar voluntades, en lo posible administrar prioridades personales en la gestión y consecución de los objetivos que se encomiendan.
A lo largo de los años he entendido que los números son importantes, pero que detrás de cada número hay una historia, una familia, una oportunidad de generar prosperidad a las personas y eso es lo que realmente le da sentido a este trabajo.
- ¿Cuáles son sus motivaciones a lo largo de su carrera?
Siempre me motivó el desafío de construir y transformar sobre la base de la generación de grandes consensos. Desde mis primeros pasos en la administración pública hasta la actualidad en el sector privado, he buscado aportar para que las organizaciones sean más eficientes, más humanas y más orientadas a generar impacto positivo en su entorno. Ver crecer a las personas y los lugares en donde sirvo, es una de mis mayores satisfacciones.
- ¿Qué filosofía de trabajo guía sus decisiones?
Creo en la construcción de decisores basadas en la cercanía, en tomar decisiones con información, pero también con sensibilidad. Valoro mucho la coherencia: que lo que se dice se cumpla, y que los valores institucionales se reflejen en cada decisión. En Banco Basa, en ese sentido, promovemos una cultura de innovación responsable y de servicio al cliente con calidez, sin perder de vista la solidez financiera.
- ¿Cómo equilibra su vida personal con las exigencias de su cargo?
Es un ejercicio constante. Creo que uno nunca termina de encontrar el equilibrio perfecto, pero sí se puede ser consciente de su importancia. Para mí, la familia es un pilar fundamental. Procuro dedicar tiempo de calidad a los míos y mantener espacios de desconexión. Además, tengo pasatiempos que me ayudan a recargar energías.
- ¿Qué legado le gustaría dejar en el sistema financiero paraguayo?
Me gustaría seguir contribuyendo a un sistema financiero más moderno, más inclusivo y con una fuerte base ética. Que seamos capaces de acompañar el crecimiento del país, pero también de impulsar a los sectores que tradicionalmente han tenido menos acceso a servicios financieros. Y que Banco Basa sea visto como un actor relevante en ese proceso.
- ¿Cómo evalúa el estado actual del sistema financiero paraguayo?
El sistema financiero paraguayo es sólido, prudente y con buenos niveles de capitalización. Hemos demostrado resiliencia ante contextos complejos y seguimos creciendo, aunque aún enfrentamos desafíos importantes en términos de inclusión financiera y digitalización. Hay mucho potencial para seguir modernizando servicios y llegar a más sectores.
- ¿Considera que Paraguay necesita alguna reforma para potenciar su sistema financiero?
Sí. Hay espacio para reformas que faciliten el acceso al crédito formal, la bancarización de segmentos más amplios de la población y la adopción de nuevas tecnologías. También sería valioso contar con un marco regulatorio que promueva más competencia e innovación, sin perder de vista la estabilidad.
Vivimos en una era en donde la velocidad de las transformaciones es bien dinámica, a diferencia de épocas pasadas, en donde es crucial una buena interacción entre el sistema y el ámbito de regulación.
- ¿Qué importancia le da a la educación financiera en el desarrollo económico del país?
Es clave. La educación financiera permite a las personas tomar mejores decisiones, protegerse ante riesgos y planificar su futuro. Desde Banco Basa venimos impulsando campañas y talleres porque entendemos que no basta con ofrecer productos; hay que enseñar a usarlos bien. Un país con ciudadanos financieramente educados es un país con más oportunidades.
- ¿Qué desafíos identifica en la digitalización de los servicios financieros en Paraguay?
El principal desafío es cerrar la brecha digital, tanto en infraestructura como en habilidades de uso. Pero al mismo tiempo es una gran oportunidad para acercar servicios a zonas rurales, a jóvenes emprendedores y a pequeñas empresas, que hoy tienen con la tecnología herramientas para generar oportunidades para una mejor calidad de vida. La digitalización bien enfocada puede ser un gran igualador de oportunidades.
- ¿Cómo imagina el sistema financiero paraguayo dentro de 10 años?
Lo imagino mucho más digital, interconectado y con una oferta de productos más diversificada. También veo un sistema donde la inclusión financiera no sea solo un objetivo, sino una realidad, con nuevos jugadores y mayor apertura a la inversión regional. Me gustaría ver a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región.
- ¿Cuál es su visión sobre las oportunidades que tiene Paraguay con el grado de inversión?
El grado de inversión es una herramienta de confianza que abre puertas. Permite acceder a financiamiento a menores costos y atraer capitales que antes no miraban al país. Pero hay que saber aprovecharlo. Debemos trabajar en fortalecer nuestras instituciones, mantener disciplina fiscal y proyectar estabilidad a largo plazo, que en otras palabras significa consolidar ese logro.
- ¿Qué estrategias se deberían implementar para atraer mayor inversión extranjera al país?
Primero, garantizar previsibilidad en las reglas de juego, que hoy ya se valora en este momento de Paraguay. Este atractivo es visible para quienes ya están instalados y para quienes tienen intenciones de incorporarse.
Segundo, invertir en capital humano e infraestructura, donde queda todavía un desafío importante. Y tercero, simplificar los procesos para el establecimiento de inversiones. También es importante promover los sectores donde Paraguay tiene ventajas naturales: energía, agroindustria, servicios logísticos y tecnología, sin dejar de perseverar en el proceso de institucionalización.
Perfil
- Presidente del directorio de Banco Basa (desde 2023)
- Fue ministro de Hacienda de Paraguay
- Fue presidente del Banco Nacional de Fomento (BNF)
- Fue presidente del Banco Central del Paraguay (BCP)
- Fue representante ejecutivo de Paraguay ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
- Fue embajador de Paraguay en Estados Unidos
- Fue gerente financiero y comercial del Banco del Paraná S.A.
- Fue vicepresidente del Banco Sudameris y asesor del CEO del Grupo Abbeyfield
- Es licenciado en Administración de Empresas y Contabilidad por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción
- Tiene un posgrado en Administración de Pequeñas y Medianas Empresas
- Hizo cursos superiores en economía de países en desarrollo en la Universidad Friedrich-Alexander Erlangen-Nürnberg y realizó cursos en el Bundesbank de Alemania
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“Sistema financiero paraguayo es sólido y con buenos niveles de capitalización”
- Willian Legal
Transformar y construir grandes consensos son los principales disparadores de Germán Rojas Irigoyen, presidente de Banco Basa, quien se define como un hombre que valora el trabajo, la honestidad y la construcción de relaciones basadas en la confianza. En su día a día, se centra en gestionar voluntades y prioridades, entendiendo que detrás de cada logro hay historias y oportunidades que impactan positivamente en las personas.
Con una destacada trayectoria en el sector financiero y presidente de uno de los bancos más importantes a nivel país, sueña ver en un futuro a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región. En una nueva entrega de Hacedores, Germán Rojas conversó con La Nación/Nación Media sobre los desafíos que presenta actualmente el sector financiero. Destacó la importancia de la inclusión, la digitalización y la educación financiera como pilares para un desarrollo sostenible.
-¿Cómo se describe en lo personal y en lo profesional?
-Creo profundamente en el valor del trabajo, en la palabra empeñada y en la importancia de construir relaciones basadas en la confianza. Me adhiero al principio de gestionar voluntades, en lo posible administrar prioridades personales en la gestión y consecución de los objetivos que se encomiendan.
A lo largo de los años he entendido que los números son importantes, pero que detrás de cada número hay una historia, una familia, una oportunidad de generar prosperidad a las personas y eso es lo que realmente le da sentido a este trabajo
-¿Cuáles son sus motivaciones a lo largo de su carrera?
-Siempre me motivó el desafío de construir y transformar sobre la base de la generación de grandes consensos. Desde mis primeros pasos en la administración pública hasta la actualidad en el sector privado he buscado aportar para que las organizaciones sean más eficientes, más humanas y más orientadas a generar impacto positivo en su entorno. Ver crecer a las personas y los lugares en donde sirvo es una de mis mayores satisfacciones.
-¿Qué filosofía de trabajo guía sus decisiones?
-Creo en la construcción de decisores basada en la cercanía, en tomar decisiones con información, pero también con sensibilidad. Valoro mucho la coherencia: que lo que se dice se cumpla, y que los valores institucionales se reflejen en cada decisión. En Banco Basa, en ese sentido, promovemos una cultura de innovación responsable y de servicio al cliente con calidez, sin perder de vista la solidez financiera.
-¿Cómo equilibra su vida personal con las exigencias de su cargo?
-Es un ejercicio constante. Creo que uno nunca termina de encontrar el equilibrio perfecto, pero sí se puede ser consciente de su importancia. Para mí, la familia es un pilar fundamental. Procuro dedicar tiempo de calidad a los míos y mantener espacios de desconexión. Además, tengo pasatiempos que me ayudan a recargar energías.
-¿Qué legado le gustaría dejar en el sistema financiero paraguayo?
-Me gustaría seguir contribuyendo a un sistema financiero más moderno, más inclusivo y con una fuerte base ética. Que seamos capaces de acompañar el crecimiento del país, pero también de impulsar a los sectores que tradicionalmente han tenido menos acceso a servicios financieros. Y que Banco Basa sea visto como un actor relevante en ese proceso.
-¿Cómo evalúa el estado actual del sistema financiero paraguayo?
-El sistema financiero paraguayo es sólido, prudente y con buenos niveles de capitalización. Hemos demostrado resiliencia ante contextos complejos y seguimos creciendo, aunque aún enfrentamos desafíos importantes en términos de inclusión financiera y digitalización. Hay mucho potencial para seguir modernizando servicios y llegar a más sectores.
-¿Considera que Paraguay necesita alguna reforma para potenciar su sistema financiero?
-Sí. Hay espacio para reformas que faciliten el acceso al crédito formal, la bancarización de segmentos más amplios de la población y la adopción de nuevas tecnologías. También sería valioso contar con un marco regulatorio que promueva más competencia e innovación, sin perder de vista la estabilidad. Vivimos en una era en donde la velocidad de las transformaciones es bien dinámica, a diferencia de épocas pasadas, en donde es crucial una buena interacción entre el sistema y el ámbito de regulación.
-¿Qué importancia le da a la educación financiera en el desarrollo económico del país?
-Es clave. La educación financiera permite a las personas tomar mejores decisiones, protegerse ante riesgos y planificar su futuro. Desde Banco Basa venimos impulsando campañas y talleres porque entendemos que no basta con ofrecer productos; hay que enseñar a usarlos bien. Un país con ciudadanos financieramente educados es un país con más oportunidades.
-¿Qué desafíos identifica en la digitalización de los servicios financieros en Paraguay?
-El principal desafío es cerrar la brecha digital, tanto en infraestructura como en habilidades de uso. Pero al mismo tiempo es una gran oportunidad para acercar servicios a zonas rurales, a jóvenes emprendedores y a pequeñas empresas, que hoy tienen con la tecnología herramientas para generar oportunidades para una mejor calidad de vida. La digitalización bien enfocada puede ser un gran igualador de oportunidades.
-¿Cómo imagina el sistema financiero paraguayo dentro de 10 años?
-Lo imagino mucho más digital, interconectado y con una oferta de productos más diversificada. También veo un sistema donde la inclusión financiera no sea solo un objetivo, sino una realidad, con nuevos jugadores y mayor apertura a la inversión regional. Me gustaría ver a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región.
-¿Cuál es su visión sobre las oportunidades que tiene Paraguay con el grado de inversión?
-El grado de inversión es una herramienta de confianza que abre puertas. Permite acceder a financiamiento a menores costos y atraer capitales que antes no miraban al país.
Pero hay que saber aprovecharlo. Debemos trabajar en fortalecer nuestras instituciones, mantener disciplina fiscal y proyectar estabilidad a largo plazo, que en otras palabras significa consolidar ese logro.
-¿Qué estrategias se deberían implementar para atraer mayor inversión extranjera al país?
-Primero, garantizar previsibilidad en las reglas de juego, que hoy ya se valora en este momento de Paraguay. Este atractivo es visible para quienes ya están instalados y para quienes tienen intenciones de incorporarse. Segundo, invertir en capital humano e infraestructura, donde queda todavía un desafío importante. Y tercero, simplificar los procesos para el establecimiento de inversiones. También es importante promover los sectores donde Paraguay tiene ventajas naturales: energía, agroindustria, servicios logísticos y tecnología, sin dejar de perseverar en el proceso de institucionalización.