Modelo de crecimiento debe ser sostenible y resiliente a los cambios climáticos, afirman
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Teniendo en cuenta que el cambio climático afecta cada vez más fuertemente a los distintos sectores económicos, así como también a quienes tienen menores recursos, los métodos productivos deben ir hacia modelos más resilientes a ello. Esto, atendiendo a que en los últimos años los fenómenos climatológicos se registraron con mayor frecuencia que en periodos anteriores.
Así lo explicó el economista Aníbal Insfrán, quien refirió que los modelos de crecimiento deben ser sostenibles. “Es decir, que los métodos productivos de la gente deben ir hacia medidas de adaptación porque Paraguay sigue siendo eminentemente agropecuario, tenemos que adaptarnos y producir de una manera que cuando haya eventos extremos podamos recuperarnos más rápidamente”, sostuvo en contacto con la 920 AM.
Agregó que pueden ser mecanismos como la siembra directa o esquemas que no requieran de tanta ayuda externa en los cultivos, sino que sean efectivos de una manera natural para que se regenere más rápido la tierra, generando así mayor resistencia ante sequías. Además, subrayó que el Estado paraguayo debe trabajar con sostenibilidad en el largo plazo de manera de mitigar estos problemas.
“Si vamos a una finca, por ejemplo, lo que uno debe hacer es tener un sistema de protección de suelos de manera que no erosione cuando haya tanta agua si vos no tenés adecuado el terreno o tu parcela“, sostuvo. En ese marco, las personas también tienen que recibir capacitación para poder manejar estos embates climáticos como son los fenómenos El Niño o La Niña.
En relación con el área urbana, donde se duplicó la cantidad de pobres extremos pasando de 77.000 en el 2021 a 141.000 en el 2022, dijo que a nivel institucional queda mucho por hacer todavía. “Lo que nos falta para los sectores más vulnerables diría que son los estabilizadores automáticos”, acotó. Estos apuntan a medidas que puedan mantener el empleo de alguna manera, en casos extremos llegar a algún tipo de subsidio, pero por sobre todo el seguro del desempleo, en el que se vaya aportando para generar ese esquema.
Otro factor es la reforma de seguridad social, pues servirá para generar recursos que aporten a la estabilidad, inversiones o crecimiento sostenible. “Esa es una oportunidad que la vamos a tener a finales de este año y el próximo solamente, porque son reformas estructurales tan grandes que difícilmente un Gobierno sin mucho apoyo va a poder hacerlo”, argumentó.
La modernización de la agricultura es lo que permite mantener la competitividad sin comprometer los recursos naturales, afirmó Héctor Cristaldo. Foto: UGP
UGP destaca tres aspectos clave a tener en cuenta para el fortalecimiento agrícola
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La agricultura sigue siendo uno de los pilares del desarrollo económico y social de nuestro país, pero su fortalecimiento requiere mucho más que trabajo diario en el campo, explican desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP), agregando que este trabajo demanda preparación, información precisa, sostenibilidad en las prácticas y políticas públicas efectivas que respondan a la realidad rural.
Cada uno de estos elementos actúa como un engranaje para que la producción agrícola pueda sostenerse, crecer y generar oportunidades para miles de familias campesinas, expresó el Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la UGP.
Manejo de información
Para quienes buscan trabajar en el campo, Cristaldo explicó que es fundamental cultivar la vocación, adquirir conocimientos y mantener la perseverancia. Sostuvo que trabajar en el sector agrícola requiere de una buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad.
“Teniendo en cuenta el comportamiento cíclico, con años buenos, regulares y malos, es clave gestionar información sobre el clima y el mercado para realizar un análisis adecuado y manejar los riesgos”, precisó. Además, dijo que para evaluar la rentabilidad se recomienda analizar los resultados en períodos de cinco años y no centrarse únicamente en el resultado de un solo ciclo.
Políticas públicas
La agricultura reúne a un sector que necesita mejorar su calidad de vida, y las políticas públicas deberían enfocarse en incluir plenamente en la economía real y en las cadenas de valor, señaló Cristaldo. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryguatã (pobre, pero sin hambre)”, enfatizó.
Estas políticas deben abordar el déficit de infraestructura rural, como caminos, sistemas de riego, acceso a electricidad, agua y conectividad digital, facilitar el acceso al crédito y financiamiento diferenciado, además de promover la educación, capacitación y asistencia técnica gratuita para los pequeños productores.
Sostenibilidad
La modernización de la agricultura es lo que permite mantener la competitividad sin comprometer los recursos naturales. Cristaldo mencionó que este proceso comenzó en los años 80 con la mecanización y tecnificación, continuó en los 90 con la siembra directa y se consolidó en los 2000 con la introducción de variedades mejoradas genéticamente.
Finalmente, expuso que el productor agrícola tiene un compromiso inquebrantable con las buenas prácticas en sus fincas, porque de ello depende la conservación de sus principales recursos para garantizar el consumo propio y la generación de ingresos.
¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
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Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para salir de la pobreza, dijo Héctor Cristaldo. Foto: Mariana Díaz
3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
Existen desafíos internos y externos en el sector agrícola para un mayor crecimiento, indicó el titular de la UGP. Foto: Mariana Díaz
5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
El presidente Santiago Peña firmó el decreto que otorga al Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP) el acceso a fondos de la Fuente 30. Foto: Gentileza
Ejecutivo firma decreto de apoyo económico para la industria audiovisual
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El presidente de la República, Santiago Peña firmó el decreto n.º 4200 a través del cual se destinarán recursos de la Fuente 30 que van a ser destinados para impulsar la industria audiovisual de nuestro país. Se estima que este sector podría generar un movimiento económico de cerca de USD 5 millones y generar al menos 2.000 puestos de trabajo.
“Para el sector audiovisual es un día histórico”, expresó Christian Gayoso, director Ejecutivo del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (Inap), quien manifestó que luego de un trabajo realizado con instituciones estatales y representantes del sector audiovisual, se pudo identificar una fuente de recursos.
“El trabajo nos permitió identificar una fuente que proviene de los impuestos de los servicios audiovisuales del exterior, entre ellos las plataformas de streaming, esta fuente de financiación está destinada a ser ejecutada en tres ejes principales”, afirmó Gayoso.
El objetivo es potenciar la industria audiovisual y generar fuentes de empleo. Foto: Gentileza
Los recursos serán destinados a un programa de incentivo a la inversión extranjera para las grandes producciones, el fortalecimiento de la producción nacional y un programa de formación técnica gratuita en cinematografía y audiovisual. En estos tres pilares se destinará el 90 % de los recursos y el 10 % restante se utilizará para el posicionamiento internacional del cine y la industria paraguaya.
“Tenemos una deuda pendiente como país y hoy este gobierno ha decidido darle todo el apoyo a esta industria, a los jóvenes paraguayos, a la creatividad. Esta industria va a generar un importante movimiento económico, estamos hablando de alrededor de USD 5 millones que se podrían generar en el corto plazo y unos 2.000 puestos de trabajo”, resaltó Javier Viveros el viceministro de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex).
Paraguay necesita USD 12.000 millones para evitar una crisis energética
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Las proyecciones presentadas durante el primer Foro Energético Nacional determinan que nuestro país está próximo a alcanzar el límite de su excedente energético. Si se mantienen escenarios de crecimiento medio o alto, la demanda superará la capacidad disponible entre 2030 y 2032, advirtieron empresarios y expertos en materia energética.
Uno de los obstáculos que mencionaron es la falta de recursos y que la capacidad de endeudamiento público está limitada. Según la Administración Nacional de Electricidad (Ande), la inversión requerida para sostener la expansión del sistema energético rondaría los USD 12.000 millones en el mediano plazo. Sin embargo, a la fecha solo se cuenta con USD 174 millones en financiamiento asegurado.
A esto también se le suma que Paraguay arrastra un rezago de cuatro décadas en el desarrollo de nuevas fuentes de generación. Las inversiones energéticas realizadas en los últimos años se enfocaron casi exclusivamente en transmisión y distribución, con la salvedad del proyecto en el brazo Aña Cuá.
Las grandes obras como Corpus, Itatí-Itá Corá y la ampliación de Yacyretá siguen en etapa de avances técnicos, sin certezas sobre su concreción en el corto plazo.
Frente a esta brecha financiera, desde la Unión Industrial Paraguaya (UIP) plantean la necesidad de una participación decidida del capital privado.
Indican que el Gobierno deberá analizar mecanismos que posibiliten alianzas público-privadas, esquemas de financiamiento mixto y políticas que otorguen previsibilidad y confianza a los inversionistas interesados en el sector energético paraguayo.
El fin del excedente energético, que durante años posicionó a Paraguay como un exportador neto de electricidad, exige ahora una respuesta estratégica y coordinada.
Explican que si nuestro país pretende mantener su competitividad y avanzar hacia un modelo de desarrollo sustentable, deberá tomar decisiones urgentes que permitan ampliar su capacidad de generación y asegurar la soberanía energética en el largo plazo.