El Gobierno nacional pretende invertir G. 65.000 millones para realizar un dragado en el río Paraná, cuyo cauce está afectado por la sequía en su cuenca. Desde la Comisión Mixta del Paraná afirman que se trata de un dragado sin precedentes en dicho río y se buscará la remoción de 1,5 millones de toneladas de sedimentos para garantizar condiciones mínimas de navegabilidad.
Martín González, delegado de la Comisión Mixta del Paraná, explicó que el río Paraná experimenta una situación delicada en su caudal debido a la sequía. Ante ello, el gobierno buscará asignar a tres empresas la tarea de realizar dragados en 21 pasos críticos, tarea nunca antes realizada con esa magnitud en el Paraná. “Se está ejecutando un proyecto de gran envergadura, nunca antes realizado en ese volumen en el río Paraná. Tenemos que considerar que el río Paraná nunca tuvo atención humana y desde el 2019 fue necesaria la primera intervención y la hicimos en dos campañas consecutivas, ambas de 600.000 metros cúbicos y hoy día estamos encarando un proyecto de 1,5 millones de metros cúbicos, lo cual nos va a dar el resultado que estamos esperando”, manifestó a Unicanal.
Señalan que por este río se moviliza entre el 30 y 40 % de la producción de granos del país y actualmente se estima que alrededor de 200.000 toneladas de mercancías que deben ser transportadas y las barcazas operan al 80 % de su capacidad de carga.
“Estamos en niveles de 6.000 y 7.000 de metros cúbicos por segundo, eso significa el 60 % del caudal normal y conlleva alturas diferentes y más bajas, lo que impide una navegación más efectiva”, afirmó González. Los 21 puntos críticos que serán intervenidos están distribuidos a lo largo del río, desde la desembocadura del río Yguazú, hasta la zona de confluencia con el río Paraguay.
El pasado 25 de abril, la Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión especial de control, auditoría, supervisión y acompañamiento a los proyectos de dragado y mantenimiento de los ríos Paraguay y Paraná, considerando que la navegabilidad en ambos ríos es fundamental para el desarrollo económico por medio de la exportación de la producción nacional y evitar perjuicios que pueden ascender a millones de dólares.
Tras lluvias esperan aportes del Pantanal que tendrán mayor fuerza y efectos en las próximas semanas.
El río Paraguay continúa con una mejora progresiva en el nivel de sus aguas en todos sus puntos debido a las lluvias en su cuenca alta. Si bien se descartan eventuales inundaciones en la zona sur del país, desde la Subdirección de Hidrología de la Dirección de Meteorología e Hidrología de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), señalan que la situación en el norte persistiría debido a que las aguas del Pantanal comenzarán a bajar en las próximas semanas. El subdirector de Hidrología de la Dinac, Jorge Sánchez, indicó a la 780 AM que en abril termina la temporada de lluvias que están beneficiando al nivel del río Paraguay en todos sus puntos y entre junio y julio los aportes del Pantanal tendrán su mayor fuerza, aunque comenzarán a tener efectos desde las próximas semanas en la zona norte del país, actualmente con inundaciones por las intensas precipitaciones recientes.
Dijo que el río crece en promedio unos 10 a 12 centímetros por día y para Asunción el nivel normal es de 3,50 metros. Actualmente, la cota se encuentra un metro por debajo de lo normal. Indicó que 4 metros implicaría una situación de alerta para la capital del país. Pero con las condiciones actuales no se avizoran escenarios de preocupación para los próximos meses. “Estamos lejos de una inundación, más todavía porque el periodo lluvioso se acaba, es hasta abril y todas las perspectivas climáticas indican que no va a estar con muchas lluvias, al menos de acá al próximo trimestre. No hay un panorama muy alarmante, al menos de la parte desde Concepción para abajo”, manifestó.
En el Norte, no obstante, se espera que la situación se mantenga crítica durante por mayor tiempo ya que el aporte del Pantanal comenzará a hacerse sentir en las próximas semanas, pero con más intensidad en los meses de junio y julio, que es el lapso en el que llegan los picos. “En el Norte es probable que se mantenga esta situación, o sea, la situación de emergencia puede perdurar todavía porque van a seguir recibiendo aportes”, comentó Sánchez.