En una nueva entrega de Emprendedores LN, llegamos para contarles acerca de un segmento que nunca dejó de ser valorado, pero que actualmente ofrece una gama más amplia de lo que hace algunos años atrás podíamos imaginarnos. Es acerca del rubro de la belleza, que a la vez tiene una diversidad de especialidades y una de ellas es el área del maquillaje semipermanente o con las especialidades de la micropigmentación o microblanding.

Se trata de la academia AntoMarin Beauty/Academy, un centro del que las personas pueden salir con una excelente formación en maquillaje semipermanente, en todo lo que refiere a la micropigmentación de cejas, labio y ojos; en microblading, en maquillaje social y profesional, lifting y extensiones de pestañas.

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AntoMarin Beauty/Academy es un centro de formación en maquillaje semipermanente. Foto: Gentileza.

Formación internacional

Todo esto sin tener que salir del país a formarse para poder ofrecer servicios de calidad y excelencia, que es lo que un profesional siempre busca cuando decide ir a capacitarse al extranjero, que es el objetivo de la academia. Sobre esto nos cuentan los protagonistas, Anto Marín y David Aguilera, un matrimonio de especialistas en belleza; pues ella es maquilladora, micropigmentadora y cosmetóloga con más de 20 años de experiencia en el rubro, y él doctor, micropigmentador y experto en armonización orofacial, también con más de 10 años de trayectoria.

La pareja comenta que toda la formación de ambos la realizaron en la mejor academia del mundo en el rubro, que es la de Roberta Peixoto Academy, que se encuentra en Brasil, y ella se inició en el mundo del maquillaje con la referente del sector y propietaria del conocido salón de belleza Rommy, pues es sobrina de ella.

“En la academia damos cursos de todo lo que refiere a la micropigmentación y está dirigido a personas que están en el rubro de la belleza hace tiempo, o aquellos que a consecuencia de la pandemia tuvieron que empezar a emprender otra actividad para poder afrontar la difícil situación que nos tocó vivir a todos”, expresaron.

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Enseñan todo lo que refiere a la micropigmentación de cejas, labios y ojos; en microblading, en maquillaje social y profesional, lifting y extensiones de pestañas. Foto: Gentileza.

Compartir conocimientos

Hoy, y desde hace 6 años, Anto lidera junto con su esposo toda una academia, donde llegan una diversidad de personas y profesionales de distintos rubros y zonas del país incluso a capacitarse en este maravilloso mundo del maquillaje en toda su amplitud.

En cuanto a los inicios del emprendimiento, recordaron que se dio por la necesidad de ampliar servicios que ya realizaban, más aún cuando tuvieron la posibilidad de ir al extranjero a capacitarse para acercar al país técnicas innovadoras y actuales, de modo de garantizar excelencia a sus clientes.

Pero luego de un tiempo se dieron cuenta de que el mayor objetivo estaba en impartir esos conocimientos adquiridos a personas que estaban buscando innovar y aprender sus técnicas, y estos a la vez también ofrecer mejores servicios en sus respectivos negocios.

La pareja de profesionales indicó que desde el primer día que empezaron con la academia, gracias a Dios y a la Virgencita, y también al apoyo de la familia, tuvieron buena aceptación y siempre comentarios alentadores, por lo que el objetivo es “ser la mejor academia de micropigmentación y maquillaje del país”, subrayaron.

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Desde hace 6 años que operan como academia, donde imparten conocimientos adquiridos a personas que buscan innovar y aprender sus técnicas. Foto: Gentileza.

La pandemia generó afluencia

En ese sentido, recordaron que durante la pandemia tuvieron la bendición de tener gran afluencia de estudiantes, que dada la situación buscaban otras actividades para poder afrontar los momentos tan complicados que tocó enfrentar. Ante la consulta, si les resultó difícil emprender, alegaron que definitivamente en Paraguay sí lo es, más aún para los pequeños emprendedores, pero que nunca es imposible si uno realmente lo quiere hacer.

En su caso particular, lo más difícil para ellos al empezar fue tener un espacio físico acorde a la profesión, teniendo en cuenta los costos que ello implica, pero que ahora ya cuentan con casi todas las comodidades para que las personas salgan satisfechas con el servicio de la academia.

Y por la experiencia vivida, el matrimonio de Anto y David quiso transmitir un mensaje de aliento a los lectores tal y como lo suelen hacer con sus alumnos que quieren emprender con la frase “si uno quiere, lo puede lograr”. No sin advertir que existe un largo camino por recorrer para poder lograr los objetivos y metas, y por sobre todo que no tengan miedo al fracaso y que la perseverancia es sumamente importante, aportaron.

Durante la pandemia tuvieron la bendición de tener gran afluencia de estudiantes que empezaron a diversificar conocimientos. Foto: Gentileza.


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