La crisis en el sector de la construcción se va robusteciendo y se evidencia en la baja ejecución presupuestaria para este año, tanto en el sector público como el privado. Paul Sarubbi, presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), señaló que hubo una caída de 30.000 empleos en el sector, específicamente en las obras en zonas rurales.

Si bien no existe una estadística que discrimine la inversión pública de la privada, Sarubbi explicó que obtienen datos sobre las obras que se desarrollan en las zonas urbanas y rurales en donde pueden determinar el movimiento respecto a la cantidad de empleos que se generan. En ese sentido, explicó que en las obras en el sector rural tienen una disminución importante de empleos.

“Como venimos hablando desde hace tiempo hay una gran disminución en las licitaciones que se van lanzando y muchas obras que están terminando y ya no hay un recambio de obra o un mismo volumen de obras que había antes, y entonces cuando van terminando las obras la gente va quedando desempleada. Hay muchas empresas que están empezando a liberar a sus funcionarios”, dijo el presidente en comunicación con Universo 970 AM Nación-Media.

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Tras culminación de obras, empresas van dejando empleados ante la falta de nuevos proyectos. Foto: Pánfilo Leguizamón.

Explicó que la falta de licitaciones es la que empeora la situación de las empresas del sector, debido a que a la par que terminan las obras, van quedando sin nuevos proyectos, por lo que están siendo obligados a dejar a sus trabajadores fuera. Señaló que esta situación se da pese a que se maneja el mismo presupuesto que el año anterior.

Sobre ese punto, aseguró que el presupuesto del año pasado fue de US$ 1.200 millones, la que consideran una ejecución histórica que probablemente no se podrá llegar este año por el bajo nivel que se maneja actualmente. Sarubbi explicó que al ritmo en que se manejan las obras actualmente se podría llegar a nada más que US$ 700 millones para finales del 2022.

Agregó que el Estado sigue aumentando la millonaria deuda que tiene con el sector, llegando a unos US$ 350 millones, lo que empeora las condiciones del movimiento. Sarubbi dijo que siguen con los préstamos tratando de contrarrestar la situación, pero actualmente todas las empresas están muy endeudadas, llegando a su límite.

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