El Índice de Precio al Consumidor (IPC) del Banco Central del Paraguay (BCP) reportó una inflación del 10,1% acercándose a la tasa que se registró hace 11 años, cuando llegó al 10,2%. El economista César Paredes aseguró que estos números se deben a los factores externos, principalmente el estallido de la guerra en Europa.

En su último informe, el Banco Central del Paraguay señaló que se verificó una moderación en las curvas de contagio del COVID-19 en todos los continentes, pero ciertas provincias de China muestran incrementos que propiciaron medidas de contención con menor movilidad de personas y una desaceleración de la actividad.

Se estima que esa situación explica la reducción de los precios internacionales del petróleo con la disminución de las condiciones bélicas entre Rusia y Ucrania. No obstante, señalan que su prolongación podría generar presiones adicionales al alza en las cotizaciones de commodities energéticos, así también como en los precios de las materias primas alimenticias.

El BCP señaló que la inflación mensual correspondiente a marzo se situó en 0,8% explicada por el aumento de los precios de los alimentos, combustible y ciertos servicios. En ese sentido, agregaron que la inflación interanual (10,1%) seguiría por encima del techo de rango meta durante todo el primer semestre.

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Evolución de la inflación anual en Paraguay y su composición. Marzo 2022. Foto: Gentileza.

Sobre el punto, el economista Pablo Céspedes señaló que ve el trabajo de la banca matriz bastante complicado con respecto a la reducción de la inflación debido a que las condiciones internacionales, sumadas al año interno que se tornó bastante difícil, no proyectan mejorías para los próximos meses.

“Yo creo que la tiene muy difícil el Banco Central para contener la inflación. Eso se nota en sus aumentos en la tasa de su política monetaria que hizo en los últimos tiempos. De hecho que en todo el mundo estamos con una importante inflación, eso se va a mantener todavía por un tiempo porque no se observa mucho movimiento económico, los indicadores de negocios están estancados”, dijo el economista en comunicación con La Nación/Nación Media.

Señaló que si bien a principio de año se observaba una pequeña recuperación, la misma estuvo atenuada por los impactos que generó tanto la guerra como el difícil año agrícola. Con todos estos elementos, Céspedes explicó que el panorama no es favorable para que la presión inflacionaria cese para el segundo semestre.

Por su parte, Paredes explicó que la mayor parte de la inflación se da por factores externos, por lo que asegura que no se pueden manejar efectos sobre ella. “El grueso de la inflación se está dando por factores externos, entonces se estima que la guerra entre Ucrania y Rusia, que genera la suba del petróleo, debería tener algún final o la economía ya se va a acomodar para el segundo semestre”, aclaró a LN.

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El Comité de Política Monetaria del BCP decidió el viernes ajustar la tasa en 50 puntos porcentuales llegando a los 6,75 anual. Foto: Archivo.

Ajuste de la tasa de política monetaria

El viernes pasado, el Comité de la Política Monetaria del Banco Central decidió por unanimidad aumentar la tasa de interés en 50 puntos básicos, ubicándola en 6,75 anual. Sobre el punto, Céspedes indicó que el Banco Central no tenía otra opción y optaron por aplicar el manual indicado para estos casos.

“El Banco Central no tenía muchas opciones, si miramos cómo seguía la tasa de política monetaria en todos los años siempre ha seguido la misma tendencia que la inflación. No hace más que acompañar el índice de inflación y lo que hace es aplicar el manual. Tal vez lo ha hecho esperando un mayor efecto rebote, pero no ha ocurrido”, expresó.

Sin embargo, Paredes indicó que las decisiones de la banca matriz no son las más acertadas debido a que existen dudas de que el ajuste podría ayudar más de lo que perjudica en un escenario económico bastante complicado en consecuencia a los problemas internos que se vienen enfrentando desde el inicio del año.

“Pensamos también que la tasa de la política monetaria no debería subir más porque eso está afectando al crecimiento económico y cuando eso pasa afecta al empleo, afecta al consumo y aumenta pobreza, entonces es sensible cualquier movimiento en este sentido”, agregó Paredes.

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