La Expo Dubái danza al ritmo de “Galopera” y grita ¡Viva el Bravo Paraguay!
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Juan Carlos Dos Santos
juancarlos.dossantos@gruponacion.com.py
En la noche del jueves 23 de diciembre, ya sobre el final de la jornada en la Exposición Universal en Dubái - Emiratos Árabes Unidos (EAU), el grupo de danza folclórica Jeroky Paraguay atrajo la atención de los visitantes que se encontraban en cercanías del pabellón de Paraguay. Una breve presentación artística folclórica del grupo fue la antesala de lo que será este viernes 24, cuando se sumen otros artistas a la Navidad Paraguaya, donde serán presentadas danzas y músicas tradicionales de nuestro país.
Ritmo contagiante
El grupo Jeroky Paraguay inició al ritmo de Galopera, generando los aplausos de los presentes y contagiando su ritmo a los más jóvenes, quienes intentaron acompañar los movimientos de los artistas. “¡Viva el Bravo Paraguay!” resonó con fuerza en el escenario, mientras los artistas hacían flamear banderas paraguayas y emiratíes.
El inicio de la presentación sufrió demora porque las autoridades sanitarias exigen que todos los artistas y conferencistas se sometan a un examen de PCR. Foto: Juan Carlos Dos Santos.
El final de la presentación se realizó con la danza de las botellas, algo que generó la sorpresa y la admiración del público que llegó de manera espontánea hasta el lugar, atraídos por la música, los aplausos y el “sapucái” de los artistas.
Los visitantes llegaron de manera espontánea y más de uno terminó danzando en su lugar al ritmo de la galopa. Foto: Juan Carlos Dos Santos.
Forraron las botellas
Los encargados de seguridad de la expo, así como los del área de sanidad, en principio se negaron a autorizar la realización del tradicional baile de la botella, por el riesgo que supone la caída y posterior rotura de vidrios en el lugar.
Sin embargo, tras muchas negociaciones antes de la presentación, se logró convencerlos no sin antes forrar las botellas y solo fueron autorizados que sean usadas unas pocas de estas por cada bailarina, sin embargo, para la presentación del viernes 24, ya las cosas van a cambiar porque se realizará el Jubilee Stage, uno de los principales escenarios para presentaciones artísticas de la expo y allí sí, las autoridades sanitarias y de seguridad no tienen inconvenientes que se utilicen toda la cantidad de botellas deseadas.
Cincuenta mil visitantes
Para el evento navideño, se anuncia la presentación de los dúos Rocío Cristal y Nelson González, y Diego y Giselle, además de la presentación del Grupo Folclórico Jeroky Paraguay, que hará su segunda presentación en la Exposición Universal Dubái 2020. Más de 50 mil personas ya visitaron el Pabellón Paraguay en la muestra más grande del mundo y que se extenderá hasta el 31 de marzo de 2022.
El viernes 24 de diciembre, en escenario del Aniversario de Dubái, varios grupos nacionales participarán del festival navideño. Foto: Gentileza.
Una ventana al mundo
La Exposición Universal es una gigantesca ventana para que todos los países puedan mostrar su potencial, y en el caso de nuestro país, exponer sus atractivos para inversores, empresarios y el comercio en general así como hacer conocer las bondades en cuanto a recursos naturales y energéticos.
Alrededor de 150 mil personas por día visitan el lugar del evento, para el cual las autoridades de EAU no escatimaron recursos e invirtieron 7 mil millones de dólares para crear en menos de 6 años, una mini ciudad de casi 5 km2, con autopistas, estación de metro y un complejo residencial para quienes trabajan en la exposición.
La experiencia artística denominada “Cuenta Cuadros” ofrecerá una jornada de arte, imaginación y narración, este sábado 16 de agosto, desde las 16:00 horas, en el Espacio Cultural Staudt (Iturbe 333 casi Mariscal Estigarribia), con entrada libre y gratuita, en el marco del Día del Niño. El evento es organizado por Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y el Colectivo de Artistas Sinergia.
“Cuenta Cuadros” es una propuesta pensada para estimular la creatividad, la participación y el vínculo con el arte desde temprana edad, en un ambiente lúdico y accesible. Las artistas compartirán con los niños y niñas los secretos detrás de sus obras, revelando las historias que inspiraron cada cuadro. La actividad culminará con la creación de una obra colectiva que quedará expuesta en el mismo espacio cultural.
En el Espacio Cultural Staudt se exhiben desde ayer viernes las creaciones pictóricas de Norma Annicchiarico, Osvaldina Servián, Gloria Valle y Carla Ascarza bajo el título “Arte femenino en diálogo con la memoria urbana”. A través de pinturas originales en grandes y pequeños formatos e impresiones firmadas, estas reconocidas artistas proponen distintas formas de habitar, recordar y resignificar Asunción desde una mirada profundamente femenina.
La ciudad, en la conmemoración de sus 488 años de fundación, se convierte de esta forma, en escenario de una propuesta artística única que invita a repensar los vínculos entre arte, ciudad, género y memoria. Otra de las propuestas es la Feria Palmear, con una edición especial, con la participación de artistas, propuestas gastronómicas y juegos sobre la emblemática calle Palma.
Tomar el desayuno y correr al búnker en 90 segundos
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Cuando empiezan a sonar las sirenas de alerta sobre los cielos de Tel Aviv, la familia Weisman y millones como ellos buscan refugio de los misiles en camino y hoy continúan recogiendo los escombros de sus vidas.
Vera Lucía Papaterra, de origen dominicano, reportera del periódico estudiantil The Independent Florida Alligator (Gainesville, EE. UU.) busca ser una corresponsal internacional y fue invitada a Israel por la agencia de noticias del Medio Oriente para el mundo hispano parlante, Fuente Latina, para adentrarse a lo más profundo de un país que sigue en guerra pero que una vez más, da muestra de resiliencia, tras los ataques sufridos desde Irán, semanas atrás.
Una de sus entrevistadas fue una mujer israelí residente en Tel Aviv, Hadar Weisman, quien le relata como es la vida casi cotidiana bajo el sonar de las sirenas.
El decir por favor y gracias. Cómo usar cubiertos. Respetar a los mayores. A esa lista de lecciones básicas, la israelí Hadar Weisman añadió una que sus hijos repiten sin dudar: qué hacer en los 90 segundos después de que suenan las sirenas que indican que algún o varios misiles vienen en camino.
El 22 de junio de 2025 fue uno de esos días. En la llamada “Guerra de los doce días”, Israel y Estados Unidos habían atacado instalaciones nucleares iraníes e Irán había devuelto el fuego, lanzando decenas de misiles contra Israel. Varias zonas residenciales de Tel Aviv y en otras ciudades resultaron impactadas; 30 personas fallecieron y al menos 23 personas quedaron heridas. En Tel Aviv resultaron con daños severos varios edificios de Ramat Aviv,incluido el de Weisman. Fue una mañana de concreto roto y vidrios pulverizados que dejó a miles de israelíes sin casas, aunque con vida.
Hadar Weisman frente a lo que solía ser el panel de electricidad de su hogar. Foto: Gentileza
Misma sirena, diferente final
Aquella mañana, a las 7:23, tocaron a la puerta de Weisman. Eran los repartidores de un gavetero que había pedido una semana antes. Lo pusieron en el dormitorio. Apenas salieron, sonó la alerta. “Estamos muy acostumbrados a entrar al cuarto seguro”, cuenta Weisman. “Con los niños lo hacemos desde antes del 7 de octubre (del 2023 cuando terroristas de Hamás atacaron Israel)”.
Todos en casa de Weisman estaban ya vestidos y despiertos por el ruido de los obreros, así que caminaron con calma hacia la mamád, la habitación reforzada que muchos israelíes tienen en sus casas para protegerse de los misiles. El impacto llegó minutos después. El misil cayó entre los edificios de la cuadra. Ninguna estructura recibió un golpe directo, pero el golpe de la onda expansiva convirtió la casa en escombros. “Todo el edificio se sacudió y se cortó la luz”, recuerda Weisman, doctora en economía y profesora de microeconomía en la Universidad de Tel Aviv que vivía en ese apartamento desde 2019. “Nos quedamos 45 minutos en la oscuridad, sin saber qué habría cuando abriéramos la puerta”.
Los misiles iraníes golpearon todo lo que tenía el apartamento, reventando cristales y paredes. Foto: Gentileza
Sentados con una bolsa de caramelos
Dentro del cuarto seguro, un detalle dominguero: la tapa plástica del conducto del aire acondicionado salió volando y por ahí entraron polvo y residuos del edificio tras el impacto. Sentados en un colchón, con el teléfono en una mano y una bolsa de caramelos en la otra, los padres usaron el tiempo para hacer llamadas y tranquilizar a los niños. El mayor, de nueve años, lloró pensando en sus juguetes.
El impacto en el más pequeño, su hijo de tres años y medio, se mide más allá de una preocupación por sus cosas. En sí, el niño siempre pregunta la ubicación del cuarto seguro —como quien pregunta por el baño— cuando llega de visita a una casa desconocida. “Es una forma de vida y no debería serlo”, dice visiblemente emocionada Weisman. “No es manera de criar a nuestros hijos”.
Parte del techo del departamento, el cual fue mayormente impactado. Al salir del búnker, Weisman dijo que temía que el techo completo se cayera. Foto: Gentileza
Afuera, el grupo de WhatsApp del edificio se convirtió en un mapa humano. Vecinos reportaban quién estaba adentro y quién estaba en la calle para que los equipos de rescate no perdieran tiempo en búsquedas inútiles. Policías, bomberos y la unidad de rescate de la Fuerza de Defensa israelí subieron piso por piso. Forzaron la puerta acorazada del quinto piso, que quedó doblada, del apartamento de los Weisman. “Menos mal que esperamos”, dice. “Si hubiéramos intentado salir, el corredor estaba cubierto de muebles y cosas caídas. Nos habrían caído encima”.
Hay que mantener la rutina
El edificio de Weisman es uno de los más nuevos en el barrio y sus cimientos resistieron mejor que otros. Otros en la cuadra, no tanto. La familia pasó dos semanas en un hotel y luego consiguió un subarriendo en el mismo barrio para que los niños siguieran asistiendo a su misma escuela y su kínder. “Volveremos, dicen que para Pascua”, explica, con ese optimismo que nace de una rutina resistente. “Creo que será más tarde, quizá en julio”, añade con una sonrisa corta, como quien ya aprendió a negociar con la incertidumbre.
Uno de los baños de la casa, donde el impacto afuera derribó paredes y quebró cerámica.
El ataque del 22 de junio fue parte de una escalada de doce días que cruzó fronteras y agendas políticas. Para Weisman, sin embargo, la política se traduce en una caminata sabatina. Ella asiste cada sábado a las manifestaciones por la paz que se llevan a cabo en la avenida Begin de Tel Aviv, donde discurso tras discurso pide el fin de la guerra y el retorno de todos los rehenes. “Voy desde antes de octubre”, cuenta, refiriéndose al 7 de octubre del 2023. “Esto no puede seguir así. Incluso si alguien creyó que al principio había justificación, ya no se ve un final ni resultados positivos. Es la forma equivocada de hacer las cosas”.
Su crítica tiene varios destinatarios. A su gobierno, que a su juicio no ha ofrecido una salida real ni ha priorizado un acuerdo para los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre. A Hamás, “una organización terrible, mala para Israel y aún peor para los gazatíes”. Y a cualquiera que crea que “disparar es mejor que hablar”, o que la vida de alguien vale menos que “un pedazo de tierra”. “Es inexcusable porque es obra humana”, dice Weisman, y la frase le tiembla en la garganta.
El impacto de los misiles quebró el horno de Weisman. Foto: Gentileza
La confianza, admite, ya estaba dañada antes de octubre. “Siguen intentando cambiar el Estado de derecho en medio de la guerra”, señala Weisman sobre las modificaciones constitucionales que el gobierno trata de implantar para fortalecer los poderes ejecutivos y legislativos a expensa del judicial, algo que ha creado malestar en sectores de la sociedad israelí. Weisman escucha rumores sobre comicios, sospechas de fraude y un clima que erosiona las instituciones. Aun así, la decisión íntima no es simple. “Si nos paramos y decimos que esto es demasiado y nos vamos, ¿quién se queda? ¿Los que creen que esto está bien? Tampoco quiero que mi hijo cargue con esto”. Lo discuten en casa, una y otra vez.
Los vecinos de Weisman perdieron toda la estructura externa de su hogar. Según ella, la razón por la cual ella y su familia se salvaron de esta experiencia fue por la antigüedad de su hogar. Foto: Gentileza
Como casas de muñecas
Al volver a su apartamento en ruinas para recoger papeles y ropa, Weisman mira por la ventana y ve fachadas abiertas como casas de muñecas. Luego baja la mirada al pasillo, donde antes no se podía caminar sin tropezar, y recuerda la lección que repite a los niños: Hay una alarma. Se hace lo que toca. La vida va primero. “Estamos bien”, les dice. “La casa es solo cosas”.
La normalidad se despega a veces en pequeños gestos. Volver al subarriendo con mochilas y bolsas. Hacer la tarea de matemática. Preparar una cena sencilla. Y sí, repetir las reglas: por favor y gracias, respetar a los mayores, así se agarra un tenedor. Y esa otra, más urgente y aprendida a la fuerza, que suena como un juego pero enseña a sobrevivir: Sirenas en el aire. Un minuto y medio. Respira. Vete al búnker. Cierra su puerta reforzada. Espera. Vuelve a salir. Sigue adelante.
Dubái: carreras bajo techo por temperaturas de 50 ºC
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Ayer sábado por la mañana, cuando la temperatura ya es sofocante en el exterior, cientos de corredores llenan un gran centro comercial de Dubái para participar en un “Mallathon”, una carrera bajo techo y con aire acondicionado.
Esta iniciativa apoyada por el gobierno de este rico emirato tiene como objetivo promover el ejercicio durante el mes de agosto, el más caluroso en Emiratos Árabes Unidos, con temperaturas que rondan los 50 ºC en el exterior, aprovechando también los gigantescos centros comerciales de Dubái, a menudo desiertos a primera hora del día. “Correr en el exterior no es sano cuando las temperaturas oscilan entre los 40 y los 50 ºC”, dice a la AFP un “runner” que dice llamarse Rai.
Los participantes de esta carrera, vestidos con camisetas con el estampado “Dubai Mallathon”, corren o caminan por delante de tiendas cerradas, a lo largo de grandes pasillos de mármol, vacíos antes de la llegada de los clientes.
Nueve centros comerciales de la ciudad, entre ellos el inmenso Dubai Mall, uno de los más grandes del mundo, abren cada día entre las 7:00 y las 10:00 para acoger a los que quieren hacer ejercicio.
Los fines de semana, los corredores pueden participar incluso en carreras organizadas de 10 km, 5 km o 2,5 km en algunos de estos centros comerciales, que incluyen podios y ceremonias de entrega de trofeos.
OBESIDAD
Durante la carrera de ayer en el City Centre Mirdif, dos robots se desplazan entre los deportistas, que se detienen para tomarse fotos con ellos.
Otros hacen la cola para utilizar unas bicicletas eléctricas que generan energía para unas licuadoras que preparan batidos saludables.
El “Mallathon” es una práctica apoyada por el príncipe heredero de Dubái, Hamdan bin Mohammed bin Rashid Al Maktum, que a sus 42 años proyecta una imagen pública que encarna el modelo de vida activa.
Esta es una de las iniciativas para incitar a la población de Dubái, adepta al automóvil y a los centros comerciales, a realizar ejercicio, al igual que la llamada “30x30”, que incita a los habitantes a hacer actividad física durante 30 minutos al día durante un mes. La tasa de obesidad en el Golfo, zona rica en petróleo y gas con un clima desértico, figura regularmente entre las más altas del mundo.
Sinergia: mujeres artistas homenajearán a Asunción
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Norma Annicchiarico, Osvaldina Servián, Gloria Valle y Carla Ascarza inauguran su exposición el próximo viernes 15, en el 488 aniversario de la Madre de Ciudades.
El próximo viernes 15 de agosto, a las 19:00, el colectivo de mujeres artistas Sinergia habilitará una exposición en el marco de las celebraciones por el aniversario de la fundación de Asunción. La muestra tendrá lugar en el hall central del Espacio Cultural Staudt (Iturbe 333 c/ Mcal. Estigarribia), donde se exhibirán las creaciones pictóricas de Norma Annicchiarico, Osvaldina Servián, Gloria Valle y Carla Ascarza bajo el título “Arte femenino en diálogo con la memoria urbana”.
A través de pinturas originales en grandes y pequeños formatos e impresiones firmadas, estas reconocidas artistas propondrán distintas formas de habitar, recordar y resignificar Asunción desde una mirada profundamente femenina. La ciudad, en la conmemoración de sus 488 años de fundación, se convierte en escenario de una propuesta artística única que invita a repensar los vínculos entre arte, ciudad, género y memoria.
Norma Annicchiarico, Osvaldina Servián, Gloria Valle y Carla Ascarza reunirán sus obras en la propuesta artística “Arte femenino en diálogo con la memoria urbana”
La exposición estará abierta hasta el sábado 30 del corriente, con entrada libre y gratuita. Se ofrecerán paralelamente varias actividades abiertas al público como visitas guiadas y charlas, con el objetivo de generar diálogo entre artistas, estudiantes, ilustradoras, gestores culturales y ciudadanía en general.
LAS EXPOSITORAS
En esta muestra, Norma Annicchiarico invita a caminar entre colores vivos, paisajes serenos y memorias del territorio. Su obra es un homenaje a la tierra, a sus ritmos y a la belleza cotidiana que muchas veces pasa desapercibida. Por su parte, Gloria Valle, artista plástica uruguaya residente en Paraguay, parte de la observación aguda de la vida suburbana, deteniéndose en escenas domésticas protagonizadas por mujeres mayores.
Con una paleta vibrante y composiciones dinámicas, Osvaldina Servián construye una poética del color, donde la geometría se funde con la tradición. La danza, la música popular y los objetos cotidianos se convierten en símbolos de identidad y pertenencia. Entre tanto, Carla Ascarza representa escenas cargadas de fuerza simbólica y sensibilidad social donde las mujeres cobran protagonismo con una presencia firme y conmovedora.