Desde la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) señalaron su preocupación por la falta de condiciones para la navegación de los ríos Paraná y Paraguay, ya que presentan bajos niveles de agua.
Esta situación hace que los procesos de movimiento de la producción de granos sean mucho más lentos y costosos, según manifestaciones del director ejecutivo de Capeco, Hugo Pastore.
Afirmó que hay demoras por parte del sector público para hacer las tareas de dragado de los ríos. La excesiva burocracia del sector público hace que los trabajos sean lentos, situación que deja un escenario de incertidumbre en materia de logística para el próximo año.
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Mencionó que existe un esfuerzo del sector privado para llevar adelante una iniciativa público-privada, para que el sector privado se encargue del mantenimiento y balizamiento de los ríos, para que la navegación sea más predecible.
“Esperamos que las negociaciones maduren y se puedan consolidar en el año 2022, porque hasta el momento la expectativa es que las aguas continúen bajas”, dijo.
En cuanto a la logística terrestre, comentó que se está llegando al límite de la capacidad de la infraestructura. Del lado brasileño y del lado paraguayo hay patios de estacionamiento de camiones con limitaciones de la capacidad, por lo que es importante que el movimiento de camiones funcione de manera ágil y precisa.
Señaló que esta situación requiere que las instituciones trabajen a ritmo redoblado, ya que se viene trabajando al límite y con la presión de las aguas bajas en los ríos. Esto hace que parte de las mercaderías sean redireccionadas por el flujo terrestre hacia Brasil.
“Si tenemos una cosecha razonable, vamos a seguir trabajando en los canales fluvial y terrestre a full y con limitaciones. Esto va a exigir mucho esfuerzo de los sectores público y privado”, agregó.
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