El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) informó que las exportaciones de productos de la ganadería permitieron un ingreso de US$ 1.867,4 millones hasta noviembre, cifra que representa un crecimiento del 49% en comparación a los US$ 1.256,3 millones generados en el mismo periodo del año pasado.
Los US$ 611,1 millones más ingresados en lo que va del año fueron posibilitados por la firme demanda internacional, el aumento del volumen de envíos y la mejora de los precios. Siguiendo esta tendencia, el sector ganadero ingresará por encima de los US$ 2.000 millones al finalizar este 2021.
Lea también: Llamosas insta a direccionar inversiones a proyectos que promuevan la economía verde
Entre enero y noviembre de este año se exportaron 555.356 toneladas de rubros de la ganadería, evidenciando un aumento del 19% con relación a las 467.394 toneladas embarcadas en la temporada pasada. En el rubro bovino, los ingresos llegaron a US$ 1.475 millones, mientras el porcino llegó a los US$ 8.9 millones y el avícola a US$ 4,9 millones, según el reporte de Senacsa.
Hasta el undécimo mes del año se registraron alzas en los embarques de carne bovina, menudencias bovinas, menudencias porcinas, menudencias avícolas, despojos avícolas, subproductos no comestibles y subproductos comestibles de origen animal.
Como contraste, se tuvieron retracciones de exportaciones de carne porcina, despojos porcinos y carne aviar, refiere el informe del servicio veterinario oficial. El precio promedio de exportación de productos de la ganadería fue de 3.362 dólares la tonelada, que corresponde a una mejora del 25% en comparación con el año pasado.
Dejanos tu comentario
Piden priorizar acciones de prevención y mantenimiento del estatus de libre de aftosa
En su última reunión la Federación de las Asociaciones Rurales del Mercosur (Farm) pidió priorizar las acciones de prevención y el mantenimiento del estatus libre de fiebre aftosa, como garantía de acceso seguro, confiable y competitivo a los mercados de exportación.
El gremio se refirió acerca de la importancia prioritaria en el desarrollo de políticas regionales, y de continuar consolidando la sanidad animal como eje central de las políticas públicas del bloque. “Apoyamos el concepto de libre es libre, mas allá de que cada país decida su estrategia en cuanto a la vacunación”, mencionaron.
Así también, ante el riesgo constante de ingreso de enfermedades animales, la Farm subrayó la relevancia de fortalecer los servicios veterinarios oficiales, modernizar los sistemas de vigilancia epidemiológica, así como sistemas seguros y comprobables de trazabilidad para asegurar una respuesta sanitaria rápida y eficiente frente a emergencias, de acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de Sanidad Animal (Omsa).
Según afirmaron, la fiebre aftosa es una enfermedad que a pesar de los avances regionales en su control y erradicación sigue siendo utilizada como barrera no arancelaria al comercio internacional.
Paraguay contó con la representación de Dario Baumgarten, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), quien participó de la reunión realizada en el marco de la Expo Palermo, en Buenos Aires.
Por su parte, el presidente del gremio, Gedeao Pereira, pidió consolidar una estrategia regional con una fuerte cooperación técnica y con orientación comercial entre los países del Mercosur. “La sanidad animal es un bien público regional y debe ser defendido con visión estratégica y acción coordinada entre el sector público y privado”, manifestó.
En junio pasado el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) se había ratificado en su postura de que Paraguay está en condiciones de dejar de vacunar contra la fiebre aftosa. La planificación busca que para mayo del 2028 el país obtenga el estatus, gracias al trabajo realizado durante 59 años de vacunación.
Dejanos tu comentario
Hay consenso en avanzar hacia el máximo estatus sanitario, pero no en plazos
Los productores y el Gobierno se encuentran en pleno debate acerca del momento en el que se debe dejar de vacunar contra la fiebre aftosa y dar el salto al máximo estatus sanitario: el de país libre de aftosa sin vacunación.
En general, tanto el sector productivo como el industrial y el Gobierno están de acuerdo en avanzar en el estatus, pero discrepan en términos de plazos.
El sector público considera que las condiciones están dadas para dar un paso adelante y dejar atrás casi 60 años de inmunización, de los cuales en los últimos 12 años se realizó de forma sistemática, según explicó a La Nación/Nación Media el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), José Carlos Martin.
El principal argumento en favor del cese de la vacunación es que países de la región como Bolivia y Brasil ya se encuentran con el máximo estatus sanitario y no tienen circulación del virus de la aftosa, mientras que en Paraguay también la circulación es nula, lo que propicia, según el titular de Senacsa, el escenario correcto para dar el salto.
La entidad maneja un cronograma que apunta a que el 2026 sea el último año de vacunación antiaftosa, para luego proceder a un monitoreo de 24 meses en los que, de no ocurrir escenarios adversos, se podrá presentar en 2027 los resultados ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que validaría el máximo estatus para Paraguay en 2028.
Martin considera que tal estatus es coherente con el trabajo realizado tanto por el Senacsa como el sector privado, que desde el último brote en 2011 trabajó de forma más profesional y científica, con resultados a la vista.
Podés leer: Caballos criollos: una raza de alta resistencia y adaptabilidad que crece en el país
“Venimos trabajando con el sector privado de manera muy seria y con base técnica, en base a ciencia, hace alrededor de 12 años. Entendiendo que en estos 12 años se ha mejorado muchísimo y los planes de vacunación son procesos finitos”, explicó a LN.
Igualmente, recordó que en todo el continente, tanto América del Norte como América del Sur, el 85 % del ganado se encuentra inmunizado y en Paraguay, alrededor del 95 % se encuentra vacunado, por lo que insistió que en el país, la circulación viral es nula.
Respaldo de la academia
Desde la academia, la decana de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción, la doctora Viviana María Ríos Morínigo, explicó que tienen una postura técnica a favor, pero consideró importante un consenso con el sector productivo y con un plan bien diseñado con principios técnicos y científicos.
“Hay evidencia de que no hay una circulación activa y yo creo que hay posibilidad ahora de invertir los esfuerzos que se están haciendo a nivel nacional, ya sea en vigilancia pasiva y activa, o desde el punto de vista del control de los hatos para hacer una detección temprana y demás”, dijo a LN.
Mencionó que la vacuna no incide en absoluto en la calidad de la carne, ya que su función es meramente de inmunizar a los animales contra el virus de la fiebre aftosa.
Igualmente, señaló que al dejar de concentrar esfuerzos en la aftosa, los recursos podrían centrarse más en otras enfermedades como la brucelosis, que es una zoonosis, es decir, es transmisible a los humanos.
“La aftosa no es una zoonosis. La aftosa tiene una repercusión en el precio del ganado y en los mercados, pero no se transmite al hombre. O sea, el hombre no sufre de aftosa. A diferencia de la brucelosis, que tiene repercusiones importantes en la salud humana, es transmitida por la leche, por ejemplo, o por el contacto con carne no bien cocinada”, explicó.
Postura de la industria cárnica
Daniel Burt, gerente general de la Cámara Paraguaya de la Carne, señaló que están de acuerdo con la postura de Senacsa, pero coincidió en que la decisión no podría ser tomada sin un consenso con todos los actores.
Recordó que en 2011, durante el último brote de aftosa en el país, se comprometió el estatus internacional y se afectaron las exportaciones, por tanto, consideran vital agotar las instancias de diálogo para garantizar procesos bien definidos y una evaluación costo-beneficio para el país.
Consultado sobre los beneficios comerciales del estatus de país libre de aftosa sin vacunación, Burt consideró que es relativo, ya que existen mercados en los que no es un requisito el máximo estatus.
“Categóricamente es una elevación de estatus y un reconocimiento sanitario internacional. Ahora, hay muchos otros factores que entran a jugar a la parte comercial, que hace que eso no sea una respuesta demasiado obvia. tenemos países en donde si hay una ventaja comercial y tenemos países donde no”, dijo a La Nación.
Ganaderos piden más tiempo
La Asociación Rural del Paraguay (ARP), que nuclea a los principales productores del país, tampoco se opone al plan, pero pide más tiempo para afianzar el proceso y convencer a la base productiva.
“Nuestra propuesta es mantener la vacunación hasta el 2030”, explicó a LN Mario Apodaca, vicepresidente de la ARP y presidente de Fundación Servicios de Salud Animal (Fundassa).
Apodaca afirmó que el estatus sanitario actual es óptimo, con animales sanos, con alta inmunidad y nula circulación viral. No obstante, mencionó que los ganaderos necesitan mayor confianza para dejar la inmunización, que resultó esencial para la producción durante décadas.
“La vacunación le da seguridad al productor, y esa seguridad no se reemplaza fácilmente. Hay que fortalecer aún más la vigilancia, el banco de vacunas, las contingencias e indemnizaciones”, sostuvo.
En ese sentido, insistió en que están de acuerdo con alcanzar el máximo estatus sanitario, pero piden vacunar unos años más, evaluar el entorno internacional, principalmente de los países vecinos y luego avanzar. “Estamos totalmente de acuerdo con el objetivo, pero discrepamos en el plazo. Queremos llegar al 2030 con todos los deberes hechos, sin apuros”, añadió.
Hoy Paraguay exporta carne bovina a más de 50 países, incluyendo destinos exigentes como Israel, Taiwán, Chile y Estados Unidos, y la visión del Estado es consolidar la competitividad de la producción nacional con el máximo estatus sanitario.
Dejanos tu comentario
Hay acuerdo en avanzar al máximo estatus sanitario, pero no en plazos
Los productores y el Gobierno se encuentran en pleno debate acerca del momento en el que se debe dejar de vacunar contra la fiebre aftosa y dar el salto al máximo estatus sanitario: el de país libre de aftosa sin vacunación. En general, tanto el sector productivo como el industrial y el Gobierno están de acuerdo en avanzar en el estatus, pero discrepan en términos de plazos.
El sector público considera que las condiciones están dadas para dar un paso adelante y dejar atrás casi 60 años de inmunización, de los cuales en los últimos 12 años se realizó de forma sistemática, según explicó a La Nación/Nación Media el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), José Carlos Martin.
El principal argumento en favor del cese de la vacunación es que países de la región como Bolivia y Brasil ya se encuentran con el máximo estatus sanitario y no tienen circulación del virus de la aftosa, mientras que en Paraguay también la circulación es nula, lo que propicia, según el titular de Senacsa, el escenario correcto para dar el salto. La entidad maneja un cronograma que apunta a que el 2026 sea el último año de vacunación antiaftosa, para luego proceder a un monitoreo de 24 meses en los que, de no ocurrir escenarios adversos, se podrá presentar en 2027 los resultados ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que validaría el máximo estatus para Paraguay en 2028.
Martin considera que tal estatus es coherente con el trabajo realizado tanto por el Senacsa como el sector privado, que desde el último brote en 2011 trabajó de forma más profesional y científica, con resultados a la vista.
“Venimos trabajando con el sector privado de manera muy seria y con base técnica, con base en ciencia, hace alrededor de 12 años. Entendiendo que en estos 12 años se ha mejorado muchísimo y los planes de vacunación son procesos finitos”, explicó a LN. Igualmente, recordó que en todo el continente, tanto América del Norte como América del Sur, el 85 % del ganado se encuentra inmunizado y en Paraguay, alrededor del 95 % se encuentra vacunado, por lo que insistió que en el país, la circulación viral es nula.
RESPALDO DE LA ACADEMIA
Desde la academia, la decana de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción, la doctora Viviana María Ríos, explicó que tienen una postura técnica a favor, pero consideró importante un consenso con el sector productivo y con un plan bien diseñado con principios técnicos y científicos.
“Hay evidencia de que no hay una circulación activa y yo creo que hay posibilidad ahora de invertir los esfuerzos que se están haciendo a nivel nacional, ya sea en vigilancia pasiva y activa, o desde el punto de vista del control de los hatos para hacer una detección temprana y demás”, dijo a LN.
Acotó que la vacuna no incide en absoluto en la calidad de la carne, ya que su función es meramente de inmunizar a los animales contra el virus de la fiebre aftosa. Señaló que al dejar de concentrar esfuerzos en la aftosa, los recursos podrían centrarse más en otras enfermedades como la brucelosis, que es una zoonosis, es decir, es transmisible a los humanos. “La aftosa no es una zoonosis. La aftosa tiene una repercusión en el precio del ganado y en los mercados, pero no se transmite al hombre. O sea, el hombre no sufre de aftosa. A diferencia de la brucelosis, que tiene repercusiones importantes en la salud humana, es transmitida por la leche, por ejemplo, o por el contacto con carne no bien cocinada”, explicó.
POSTURA DE LA INDUSTRIA CÁRNICA
Daniel Burt, gerente general de la Cámara Paraguaya de la Carne, señaló que están de acuerdo con la postura de Senacsa, pero coincidió en que la decisión no podría ser tomada sin un consenso con todos los actores. Recordó que en 2011, en el último brote de aftosa en el país, se comprometió el estatus internacional y se afectaron las exportaciones, por tanto, consideran vital agotar las instancias de diálogo para garantizar procesos bien definidos y una evaluación costo-beneficio para el país.
Consultado sobre los beneficios comerciales del estatus de país libre de aftosa sin vacunación, Burt consideró que es relativo, ya que existen mercados en los que no es un requisito el máximo estatus. “Categóricamente es una elevación de estatus y un reconocimiento sanitario internacional. Ahora, hay muchos otros factores que entran a jugar a la parte comercial, que hace que eso no sea una respuesta demasiado obvia. Tenemos países en donde si hay una ventaja comercial y tenemos países donde no”, dijo a La Nación.
GANADEROS PIDEN MÁS TIEMPO
La Asociación Rural del Paraguay (ARP), que nuclea a los principales productores del país, tampoco se opone al plan, pero pide más tiempo para afianzar el proceso y convencer a la base productiva. “Nuestra propuesta es mantener la vacunación hasta el 2030”, explicó a LN Mario Apodaca, vicepresidente de la ARP y presidente de Fundación Servicios de Salud Animal (Fundassa).
Apodaca afirmó que el estatus sanitario actual es óptimo, con animales sanos, con alta inmunidad y nula circulación viral. No obstante, mencionó que los ganaderos necesitan mayor confianza para dejar la inmunización, que resultó esencial para la producción durante décadas. “La vacunación le da seguridad al productor, y esa seguridad no se reemplaza fácilmente. Hay que fortalecer aún más la vigilancia, el banco de vacunas, las contingencias e indemnizaciones”, sostuvo.
Insistió en que están de acuerdo con alcanzar el máximo estatus sanitario, pero piden vacunar unos años más, evaluar el entorno internacional, principalmente de los países vecinos y luego avanzar.
“Estamos totalmente de acuerdo con el objetivo, pero discrepamos en el plazo. Queremos llegar al 2030 con todos los deberes hechos, sin apuros”, añadió.
Hoy Paraguay exporta carne bovina a más de 50 países, incluyendo destinos exigentes como Israel, Taiwán, Chile y Estados Unidos, y la visión del Estado es consolidar la competitividad de la producción nacional con el máximo estatus sanitario.
Dejanos tu comentario
Precio de la carne responde a factores que incluyen producción e industrialización, afirman
Dentro del precio de la carne se incluyen varios factores, principalmente el procesamiento industrial, según explicó el viceministro de Ganadería, Marcelo González. Al cierre del primer semestre, la carne acumula 7,4 % de inflación y es 22 % más cara que en junio del año pasado, según datos del Banco Central del Paraguay.
El subsecretario de Estado señaló que los precios de la carne provienen de una serie de factores que van desde la producción de ganado hasta su industrialización en los frigoríficos.
“Es un tema complejo la formulación de precios de cualquier producto, en este caso, que tiene una cadena productiva, insumos”, dijo este miércoles a la 650 AM.
Leé también: Sector cárnico cerró el primer semestre con más ingresos y nuevos mercados
González consideró que la opinión pública debe tener en cuenta que existen precios para el ganado, donde el productor es tomador de precios, además de la comercialización de los mismos a las cadenas frigoríficas, señalando que en cada etapa se añade un valor agregado.
“Después ese ganado pasa por un proceso dentro de los frigoríficos de desagregación, en plancha o en corte, y eso es lo que llega al consumidor, ya con precio de carne”, sostuvo el viceministro.
Rol de la industria
Insistió en que dentro de la producción de carne, la industria juega un rol fundamental e indispensable debido a que es la que provee los cortes al sector comercial. “Hay que entender que dentro de una cadena de producción, se necesita de la parte industrial, porque nadie puede consumir un producto que no está preparado”, afirmó.
La inflación
De acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor del Banco Central del Paraguay (BCP), en junio la carne tuvo una inflación negativa de 1,3 % comparando con mayo, que explicaron por una reducción de precios en cortes para asado, que aumentaron en mayo por las fiestas patrias y feriados.
No obstante, cortes cotidianos como el puchero de primera y de segunda tuvieron aumentos de 1,2 % y 2,2 %, respectivamente. La carne molida de segunda y la carnaza de segunda también tuvieron incrementos superiores al 2 % en junio.
Te puede interesar: BCP mantiene tasa de interés de política monetaria en 6 %