La situación actual del contrabando no es algo nuevo, ya que históricamente es conocido como un mal que afecta a las empresas, trabajadores formales y la industria nacional, pero lo alarmante es la cantidad de mercaderías ilegales que ingresa y los controles evidentemente no son la solución.

Uno de los sectores más afectados dentro del rubro alimenticio es el azúcar, que desde el Centro Azucarero Paraguayo aseguran que no pueden vender sus productos a raíz del incesante contrabando, por lo que se encuentran en terapia intensiva.

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“Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para presionar y que ejerzan los controles necesarios, pero lo cierto es que nosotros ahora no estamos vendiendo nada”, expresó Ariel Felippo, secretario del Centro Azucarero Paraguayo.

El mal momento que atraviesa el sector es visible, ya que históricamente exportaban la mitad de la producción, mientras que ahora no pueden vender ni a nivel local. Foto: Archivo.

Apelan a la conciencia ciudadana

Señaló que el sector lamentablemente tuvo que aprender a convivir con el contrabando, lo cual son conscientes de que no debe normalizarse, por lo que están acompañando junto con los asociados la reciente campaña lanzada por la UIP y la Capasu, que busca concienciar a la ciudadanía de que el contrabando afecta a todos.

Mencionó que el sector históricamente suele exportar la mitad de la producción, pero que con el contexto actual global del factor logístico, se vuelve difícil vender azúcar paraguaya al extranjero, a lo que se suma el componente local del flagelo del contrabando.

En ese sentido, Felippo aseveró que los números no mienten y que desde siempre existió en Paraguay el contrabando, lo cual afecta a un enorme número de paraguayos que trabajan formalmente en las empresas productoras nacionales, que al dejar de vender se ven comprometidos a dejar de emplear.

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“Tenemos que entender que está en las manos de los paraguayos el erradicar el contrabando, es hora de ver que se pierden puestos de trabajaos, se desarman estructuras y aumenta la criminalidad. El contrabandista es un delincuente”, sentenció el azucarero.

Felippo instó a todos a no dejar crecer la estructura delincuencial que es el contrabando, ya que al comprar un producto de contrabando, se le está financiando la organización a los criminales, acotó.

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