El Paraguay cerrará este año con el 27,6% de la población del país en estado de pobreza a raíz de las consecuencias generadas por la pandemia del COVID-19, señala el informe publicado el día de hoy por la reconocida consultora Mentu.

El documento explica que, en los últimos cinco años, aproximadamente 126.000 personas salieron de la situación de pobreza y que, a finales del 2019, el porcentaje cerro en 23%. Con la crisis, la población mayor a 18 años, que gana mensualmente entre G. 700.000 y el salario mínimo vigente, G. 2.192.839, es la más expuesta a caer en pobreza. Cierta proporción de dicha población, al quedarse sin ingresos durante la cuarentena y/o no poder recuperarlos inmediatamente en los meses pos crisis, podría ingresar a la franja de pobreza.

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Créditos

Ante este escenario, el economista Aníbal Insfrán explicó que esta tendencia se veía venir y que la manera de paliar esta situación es fomentando los créditos blandos y sobre todo cuidar de los empleos existentes de manera a evitar un mayor nivel de desempleados.

“Cuando hay contracción económica los sectores desprotegidos, informales van a sentir la consecuencia, y la primera variable es el aumento del desempleo”, expresó el economista. Agregó que el Estado debe enfocarse en los sectores medianamente formales con préstamos evitando recurrir a los sistemas bancarios habituales.

Por su parte, el analista económico Amílcar Ferreira explicó que se debe fomentar líneas de créditos para estimular la economía. Comentó que los préstamos, ya sea para inversiones o consumo, deben estar por encima de las políticas fiscales y monetarias.

“Creo que la salida a este escenario son los fondos crediticios. Esto sería el protagonista el próximo año. Lo otro son las obras públicas, se debe estimular y tener un mayor dinamismo en proyectos de obras de infraestructura. Es un sector que dinamiza bastante la economía”, dijo el analista.

Ayudas sociales

Aníbal Insfrán explicó sus dudas sobre las ayudas sociales en subsidios como son los programas Pytyvõ y Ñangareko. Comentó que no ve con mucho progreso que la gente dependa de este tipo de ayuda, sino que se debe tener un plan mejor para sacar de la complicada situación que pasan muchas familias.

Por su lado, Amílcar Ferreira dijo que estos programas deben ser utilizados como ayuda hasta que la situación de la cuarentena inteligente culmine.

“El sector de las obras públicas es transversal a toda la economía, por lo que se debe estimular hasta finales de año y empezar con buen ritmo el próximo periodo”, dijo Ferreira.

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