El economisma Anibal Insfrán considera necesario ir flexibilizando las medidas de aislamiento social, por la pandemia del COVID-19 considerando el impacto en la economía.
“Acá la decisión tiene dos elementos importantes, o sea por un lado está el tema de salud, qué es realmente es lo que conviene y que es finalmente la decisión del Ministerio de Salud. Y por otro lado está el costo en términos económicos y cómo hace la gente para sobrevivir en este período, especialmente aquellas personas que no tienen un ahorro o que viven de su trabajo diario”, indicó.
El experto insistió en la necesidad de asistir a los grupos más vulnerables en este nuevo período de cuarentena. “Lastimosamente no tengo una medición exacta porque también tenemos una economía muy informal, entonces no sabemos a ciencia cierta los montos que se necesitan y exactamente a qué grupos tenenos que proveer de los recursos”, manifestó.
A su criterio la situación de encierro debe limitarse al mínimo por lo que cree oportuno el levantamiento paulatino de las restricciones. Apeló a la conciencia de la población para evitar el retorno en masa en las calles. “Lo que necesitamos es que la población en sí contribuya, es decir tomemos todas las medidas de aislamiento que se pueda. O sea, tenemos que ser también conscientes, que no sea que todos estemos saliendo en masa y no tomando las precauciones”, acotó
Insfrán alertó de las consecuencias negativas que está ocasionando a la economía esta crisis sanitaria. Dijo que no necesariamente se tiene que apelar a una nueva Ley de emergencia para mitigar el impacto de la pandemia, sino más bien se deberían “disponibilizar fondos para evitar pérdidas de empleos”.
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Pacto Abdo-Ostfield derivó en acción detestable y peligrosa con grave efecto económico, asegura analista
El economista Víctor Pavón sostuvo que el pacto entre el expresidente de la República, Mario Abdo Benítez, y el exembajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, tuvo un efecto nefasto en la economía tras las sanciones impuestas por la OFAC a una empresa paraguaya, Tabacalera del Este S.A. (Tabesa).
“El efecto económico fue grave, porque al darse este tipo de imposiciones que no son más que obras de pensamientos maquiavélicos para dañarle a una persona y a una empresa, lo que se tiene es precisamente una reducción drástica de los ingresos en particular, en primer lugar, de esa sociedad privada, de esa firma, pero también se ven perjudicados los ingresos del erario público”, dijo en conversación con el diario La Nación/Nación Media.
Agregó que, “de esa manera, una de las causas del déficit fiscal, que el gobierno actual de alguna manera ya está corrigiendo, se debe a que precisamente ellos mismos (el gobierno anterior) generaron esos desórdenes en el orden fiscal y monetario”.
El economista recordó además, que durante el gobierno de Mario Abdo, incluso se estaba por perder el control de la estabilidad monetaria de la inflación de un dígito. “Se llegó a topear el 10 %, en este caso de la inflación, y eso iba a crearnos todavía más problemas que ya teníamos y que fue corregido, por fortuna, por las decisiones que se fueron llevando a partir de este nuevo Gobierno que le dio mucha importancia al orden macroeconómico”, refirió.
Un acuerdo detestable
Afirmó que, sin ninguna duda, este acuerdo hizo un grave daño, no solamente a las personas involucradas y a las empresas, sino en particular a todo el país. “Realmente resulta detestable desde todo punto de vista para todas las democracias, porque implica una suerte de cordón umbilical por el cual nada más y nada menos que un representante de otro país viene a supeditarse a los intereses locales, en este caso de una parte del partido oficialista”, expresó.
Así mismo, indicó que, con todas estas acciones, se emitió una señal muy negativa del país, de un país inseguro y de que cualquier cosa puede ocurrir, con el único objetivo de atacar a una persona y sus intereses económicos, y dañarlo.
“Cuando se propagan este tipo de medidas, que son obviamente basadas en las mentiras y los intereses ocultos para sencillamente desplazarle a una persona con tal de lograr su objetivo. Lo que estamos haciendo es nada más y nada menos es, dañando a las personas más necesitadas, que requieren de más inversiones”, cuestionó.
Igualmente, apuntó a la peligrosidad de este tipo de acciones, sobreponiendo los intereses personales ante los intereses del país. “Esto es muy detestable, pero por sobre todas las cosas, muy peligroso porque quiere decir que cuando las ambiciones personales están por encima de los intereses, en este caso, de todo un país, pude darse rienda suelta a lo que se llama la subordinación de los intereses de otro país, o de una embajada, sobre los intereses del Estado paraguayo”, sentenció.
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Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
- Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
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Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
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Economista propone avanzar en sectores sostenibles
El 2025 trae consigo una serie de incertidumbres globales e internos de los cuales dependerá el desempeño de la actividad económica y, por ende, el crecimiento esperado. En este sentido, el Banco Mundial (BM) habla de que Paraguay será la segunda economía de mayor crecimiento en la región para este año y la pregunta que nace es, ¿cómo lograrlo? Al respecto, el economista Aníbal Insfrán, en conversación con el diario La Nación/Nación Media, compartió algunas apreciaciones respecto a cómo avanzar hacia el crecimiento sostenido del país, a más de dejar en claro la serie de factores dependientes para lograrlo.
“En primer lugar hay que tener en cuenta que el crecimiento económico de Paraguay estará ligado a las condiciones climáticas, al ser un país agrícola productivo y depende de las buenas condiciones climáticas. Además, hay otra serie de factores externos que generan incertidumbre, por lo que habrá que seguir de cerca eso. Pero el camino que veo es aprovechar los sectores sostenibles”, expresó.
Y es que el Banco Mundial citó a Paraguay como una de las economías más prometedoras de América Latina para este año, con un crecimiento proyectado del PIB del 3,6 %, que se mantiene respecto a la última actualización del organismo. Este desempeño lo convertiría en la segunda economía de mayor expansión en la región, después de Argentina, según el reporte.
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Ministro de Industria aboga por flexibilizar salario mínimo en Paraguay
Con el objetivo de impulsar la economía y la competitividad del mercado, el ministro de Industria y Comercio (MIC), Javier Giménez argumentó que para ello es necesario eliminar el salario mínimo legal vigente en nuestro país. Sostuvo que países como Suecia, Suiza o Finlandia, (países nórdicos en su mayoría), no cuentan con este salario mínimo por ley y que aún así los trabajadores perciben buenos salarios.
“Queremos que el paraguayo gane más, y eso va a mejorar eliminando el salario mínimo. Todas las empresas grandes se van a fijar en eso, entonces vamos a tener una mayor inversión y más demanda de trabajadores. En los países donde tomaron esta medida, ahora ganan mucho más”, manifestó el ministro Javier Giménez a la 1020 AM.
El ministro enfatizó en que con esto, lo que se quiere buscar es que el paraguayo gane cada vez más. Sostuvo que hoy el salario mínimo es muy bajo y se preguntó: “¿Quién vive con G. 2.800.000? y si vive, vive mal. Eso se mejora, eliminando”.
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Hizo énfasis en la palabra flexibilidad, porque es darle a los inversionistas reglas sencillas para que ellos vengan al país y ante la demanda de mano de obra, sean los paraguayos los que más se beneficien con esta dinámica, con la posibilidad de ganar mucho más que el salario mínimo.
“Las empresas van a decir, este es un país espectacular, el empleador va a decir, acá hay energía, grado de inversión, logística y reglas laborales flexibles. Me quedo acá. Entonces acá se va a ganar un mejor salario por el lado de la mano de obra, a más empresas, más demanda. Que se peleen las empresas por contratarte y que el salario mínimo sea anecdótico, estoy exagerando para que la audiencia entienda (SIC)”, explicó.
Los países que no tienen salario mínimo son los que pagan un mejor salario, reiteró el ministro de Industria, y que esa pelea la tenemos que ganar a través de la demanda, que vengan las empresas a Paraguay y que se peleen por la mano de obra. Un ejemplo es el caso de Alemania, mencionó. Contó que ahí “nadie le da pelota al salario mínimo”, y que por eso mucha gente migra de Sudamérica y se van a estos países de Europa.
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