La Comisión Internacional de Crecimiento, Equidad y Desarrollo recomienda siete acciones transformadoras en las áreas de educación, clima de negocios, conectividad, desarrollo urbano, recursos naturales, resiliencia macroeconómica y capacidad del estado, para dar el gran salto a una economía más desarrollada y con mayor equidad.

¿Qué debe hacer el Paraguay para dar el gran salto hacia una economía de ingresos altos en el transcurso de una generación? Esta es la pregunta central que guía el trabajo de un grupo de expertos nacionales e internacionales que conforma la Comisión Internacional de Crecimiento, Equidad y Desarrollo que se reunió en Washington DC, en el marco de las Reuniones de Primavera del Banco Mundial, para socializar los resultados principales de su reporte final.

La Comisión, promovida por el Ministerio de Hacienda, con el apoyo técnico del Banco Mundial, se creó para contribuir, con análisis e ideas, a diseñar una estrategia de desarrollo de largo plazo para impulsar una sociedad más próspera y equitativa. La Comisión ha analizado las fuerzas socioeconómicas a largo plazo y los desafíos de crecimiento que enfrenta Paraguay en un contexto de incertidumbres económicas y tendencias emergentes en la economía global.

También ha trabajado en la revisión de las características sobresalientes de las experiencias exitosas de crecimiento en otros países dentro y fuera de la región que proporcionan un marco de políticas y acciones que pueden ser útiles para los tomadores de decisiones del Gobierno.

Para cumplir con su mandato, la Comisión también llevó a cabo un proceso de consulta a través de una serie de eventos organizados en Paraguay en los últimos dos años en los que las autoridades nacionales, especialistas del sector público, el sector privado, la academia y la sociedad civil discutieron una serie de temas críticos para el desarrollo del país.

Resultado de ese proceso, la Comisión concluyó que hay siete acciones que son críticas para apoyar la evolución socioeconómica hacia una economía de altos ingresos: transformar el sistema educativo y el desarrollo de las habilidades y competencias a todos los niveles.

Desarrollar un clima de negocios e inversión atractivo para movilizar un crecimiento de base amplia y oportunidades de empleo de calidad; fortalecer la conectividad para mejorar la competitividad y la asignación de recursos en el sector comercial más allá de la agricultura.

Fomentar un desarrollo urbano inclusivo; implementar una estrategia de gestión sostenible de los recursos naturales.

Fortalecer la resiliencia macroeconómica para enfrentar los riesgos de la volatilidad económica y los desastres naturales y fortalecer la capacidad del estado con un mejor sistema tributario haciendo énfasis en la equidad y la eficiencia, especialmente en impuestos directos, para brindar servicios públicos de calidad a los ciudadanos.

La Comisión subraya que las siete áreas prioritarias no deben encararse como iniciativas autónomas separadas, sino como acciones coordinadas y paralelas que funcionen de manera coherente y se refuerzan mutuamente.

Con este fin, los siguientes objetivos y principios generales deben dirigir el diseño e implementación de acciones bajo las siete áreas prioritarias y servir para movilizar a la sociedad para respaldarlos: (i) una mentalidad abierta hacia el exterior y un compromiso fuerte para la interconexión con el resto del mundo; (ii) centrarse en la inclusión y la resiliencia; (iii) fuerte integridad institucional y cultura del sector público y (iv) mantener una implementación abierta y pragmática.

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