El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que una reunión con su homólogo ruso, Vladimir Putin, sería “la forma más eficaz de avanzar”, ante el estancamiento de los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra.
Estas declaraciones tuvieron lugar durante el 34.º aniversario de la independencia del país europeo, un día marcado por diversas conmemoraciones, pero también por una serie de ataques ucranianos con drones contra Rusia.
Las posibilidades de paz y los esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump por organizar una cumbre entre los presidentes de Rusia y Ucrania quedaron estancadas el viernes, cuando Moscú descartó cualquier encuentro inmediato entre ambos.
Zelenski insistió ayer domingo en que “el formato de las conversaciones entre líderes es la forma más eficaz de avanzar”, renovando sus llamamientos a una reunión bilateral con Putin.
Sin embargo, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, criticó horas antes al líder ucraniano en una entrevista con el canal público Rossia por “empecinarse, poner condiciones y reclamar sea como sea un encuentro inmediato” con su par ruso.
Lavrov acusó también las potencias occidentales de “buscar un pretexto para impedir las negociaciones”, “lanzadas por los presidentes” ruso y estadounidense.
Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, rechazó las acusaciones de que Moscú está frenando un acuerdo de paz y afirmó que Rusia ha hecho “concesiones significativas” al presidente Donald Trump sobre sus demandas para terminar la guerra.
En Kiev, las conmemoraciones por el día de la independencia estuvieron marcadas por la participación del emisario estadounidense Keith Kellog, y la del primer ministro canadiense, Mark Carney.
“Juntos, los ucranianos y nuestros socios, nos esforzamos por empujar a Rusia hacia la paz”, declaró Zelenski durante la ceremonia.
Por su parte, el dirigente canadiense señaló que “no corresponde a Rusia decidir cómo garantizar la soberanía, la independencia y la libertad de Ucrania”, a la vez que reclamó un alto al fuego en el frente.
La guerra, que ya dura tres años y medio y ha dejado decenas de miles de muertos, está actualmente en un punto muerto, aunque Rusia ha logrado avances recientes en la ruda ofensiva en el frente oriental.