Estados Unidos. AFP

Después del fracaso del intento de alunizaje de la primera compañía privada estadounidense en enero, otra empresa debía intentar un nuevo lanzamiento espacial desde Florida hacia la Luna la noche de ayer martes, con la esperanza de convertirse en la primera firma que logre un aterrizaje en la superficie del satélite terrestre.

La misión, bautizada IM-1, tenía programado enviar un módulo de aterrizaje de más de cuatro metros de altura desarrollado por la empresa texana Intuitive Machines, fundada en 2013.

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Este es “un momento crucial en la exploración espacial, donde las empresas privadas desempeñan un papel cada vez más vital”, dijo Intuitive Machines. Se trata del primer intento de misión lunar encarado por esta empresa, pero el segundo en el marco del nuevo programa CLPS de la agencia espacial estadounidense NASA, que ha encargado a compañías privadas llevar equipos científicos hasta el satélite natural, con el fin de preparar el regreso de astronautas.

En enero, la compañía Astrobotic no pudo llegar a la Luna debido a una fuga de combustible y su módulo de aterrizaje debió ser destruido deliberadamente en pleno vuelo.

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