París, Francia. AFP.

Los incendios forestales en 2023 destruyeron casi 400 millones de hectáreas, se cobraron más de 250 vidas y arrojaron a la atmósfera 6.500 millones de toneladas de CO2.

El continente americano conoció este año una temporada de incendios forestales que batió todos los récords, con cerca de 80 millones de hectáreas quemadas al 23 de diciembre, es decir más de una vez y media la superficie de España, y 10 millones de hectáreas más que el promedio anual 2012-2022 hasta la misma fecha, según el Global Wildfire Information System (GWIS).

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Solamente en Canadá, los incendios destruyeron 18 millones de hectáreas.

En Brasil, las hectáreas quemadas este año fueron 27,5 millones hasta el 23 de diciembre, por debajo de la media de la década 2012-2022 (31,5 millones de hectáreas), según datos de GWIS.

El Pantanal, el mayor humedal del mundo, sufrió en noviembre incendios récord, con cerca de 4.000 focos, nueve veces el promedio histórico para este mes según las imágenes satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil.

Los incendios, muchos de ellos alimentados por condiciones más secas y calientes causadas por el cambio climático, resultaron “incontrolables” y “la política de extinción ineficaz”, explica a la AFP Pauline Vilain-Carlotti, doctora en geografía y especialista en incendios.

“Ya no somos capaces de hacerles frente con nuestros medios humanos de lucha. De ahí la importancia de actuar sobre la prevención”, añade.

Noventa y siete muertos y 31 desaparecidos en los incendios de Hawái en agosto, 34 muertos en Argelia, al menos 26 en Grecia. El año fue el más mortífero del siglo XXI según la Emergency Events Database (EM-DAT) de la universidad católica de Lovaina, Bélgica, con más de 250 muertos.

“Una sobremortalidad que corre el riesgo de aumentar en los próximos años”, con incendios “que se acercan peligrosamente a los espacios urbanizados”, señala Vilain-Carlotti.

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