• Lima, Perú. AFP.

El “Tiburón 7″ zarpó de nuevo después de meses atra­cado en el puerto del Callao. Su tripulación está ansiosa. Ha sido un año de pérdidas para la industria pesquera peruana, que lucha para no zozobrar en las aguas cada vez más calientes del Pacífico.

El Niño, el fenómeno cli­mático que eleva cada tanto la temperatura del océano causando sequías y también inundaciones, está provo­cando estragos en Perú, el mayor productor mundial de aceite y harina de pescado ela­borado a base de la anchoveta, una variedad de pez de hasta 20 centímetros de longitud que vive en las aguas mode­radamente frías del litoral peruano y chileno.

“No hemos tenido pesca en la primera temporada del año, que se suspendió por el tema de las temperaturas” altas, señaló el capitán Luis Celis.

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Después de la veda, el sector centra sus expectativas en el segundo período de pesca que inició el 26 de octubre y se extenderá aproximada­mente hasta mitad de diciem­bre, cuando debería comple­tarse la cuota de 1,6 millones de toneladas de anchoveta.

“La temperatura del mar está encima de cuatro, cinco grados (de lo normal) y nos afectó bastante. (...) Nues­tro sector pesquero no está preparado para afrontar una corriente de El Niño de uno o dos años. Sería catastrófico”, sostiene Celis.

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