Taipéi, Taiwán. AFP.

La médica Lin Yuh-ting aprovechó el fin de semana para seguir un curso de defensa civil y saber cómo reaccionar en el caso de que China invada a Taiwán. “Cuando hay posibilidad de una guerra, creo que debemos estar preparados”, dijo Lin, 45 años, quien recibió clases en la Academia Kuma de Taipéi.

La guerra de Ucrania y dos maniobras militares chinas a gran escala en menos de 12 meses convencieron a muchos de los 23 millones de habitantes de la isla de la necesidad de prepararse para lo peor.

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“Estar en la línea de frente no es la única forma de ayudar”, aseguró Lin, que va a transmitir a sus hijos de 12 y 8 años lo que aprendió en el curso. Los instructores de Kuma no hablan de armas. Ofrecen consejos práctico sobre preparativos de evacuación, como encontrar el refugio más cercano y qué empacar en su maletín de emergencias.

También se enfocan en la desinformación sobre cómo sería una invasión china, refutando versiones sobre mil misiles cayendo sobre la isla o 50.000 buques militares en sus costas. Los organizadores dicen que están construyendo una “primera línea de defensa física” contra la narrativa china que busca generar desconfianza en el sistema democrático y capacidad defensiva de Taiwán.

El curso de una jornada cuesta 1.000 dólares taiwaneses (33 dólares estadounidenses) e incluye entrenamiento de emergencias médicas, como aplicar torniquetes y vendar heridas. Los instructores usaron imágenes del desembarco en Normandía de la película “Salvando al soldado Ryan” y de ataques con misiles en zonas residenciales de Ucrania para ilustrar las clases.

“Fue muy difícil conseguir un cupo, creo que es en parte debido a la guerra en Ucrania”, señaló Lin. Kuma ha entrenado a 10.000 personas desde enero del 2022, con clases agotadas en minutos después de abrir, ante la preocupación de los taiwaneses por más conocimiento sobre cómo mantenerse a salvo.


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