Brasil. AFP.

El Congreso de Brasil elegía ayer a los presidentes de ambas cámaras, determinantes para la gobernabilidad del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en un acto con una reforzada seguridad tras los ataques a las sedes de los poderes públicos en Brasilia. Elegido en octubre, el nuevo congreso (2023-2027) que se instala está aún más a la derecha que el anterior, un desafío para el programa de reformas del flamante mandatario de izquierda.

En Brasil, los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, que se renuevan cada dos años, determinan la agenda de las votaciones. El líder de la Cámara Baja, en los hechos la tercera autoridad del país después del presidente y el vicepresidente, decide además si admite los pedidos de juicio político (“impeachment”) o si los guarda en un cajón.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Ya se da por descontado ayer que en la presidencia de la cámara repetirá Arthur Lira, figura de lo que se conoce como “Centrão” (el gran centro), una coalición informal de partidos de cuño conservador y conocida por negociar votos a cambio de cargos o inversiones para sus circunscripciones.

Rodrigo Pacheco, del Partido Socialdemócrata (PSD), era favorito a ser reelegido a la cabeza del Senado, pero podría tropezarse con la candidatura de Rogério Marinho, del Partido Liberal (PL) del ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.

El PL tendrá 99 de los 513 escaños de la Cámara de Diputados, la mayor bancada que haya tenido cualquier partido desde 1998. En el Senado, que renovó un tercio de sus 81 asientos en los comicios, será la segunda fuerza con 13, detrás del PSD, que reclutó nuevos senadores en las últimas horas.Luego de los sucesos recientes en Brasilia, el nuevo Congreso de Brasil inició ayer sus actividades bajo una fuerte custodia de fuerzas de seguridad.

Dejanos tu comentario