Afganistán. AFP.

El líder supremo de los talibanes, Hibatullah Akhundzada, conminó ayer al mundo a que deje de “entrometerse” en los asuntos afganos y afirmó que la aplica­ción de la ley islámica es la clave del éxito de su país. Akhund­zada, que normalmente vive retirado de la vida pública, tomó la palabra en Kabul ante una asamblea de eruditos reli­giosos convocada por el régi­men para consolidar su poder.

“Nos dicen: ‘¿Por qué no hacen esto, por qué no hacen aquello?’ ¿Por qué el mundo se entromete en nuestros asuntos? No acep­taremos directivas de nadie. Solo nos inclinaremos ante Alá Todopoderoso”, dijo Akhund­zada en un discurso de una hora transmitido por la radio estatal.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El líder no había sido grabado ni fotografiado en público desde la llegada al poder de los talibanes en agosto. Solo se habían hecho públicas graba­ciones de audio suyas, pero que no han podido ser autentifica­das de forma independiente. A pesar de su discreción, Akhun­daza, que según estimaciones tiene más de 70 años de edad, mantiene, según los analis­tas, un férreo control sobre el movimiento de los talibanes y ostenta el título de “Coman­dante de los fieles”.

Los talibanes han vuelto en gran medida a la interpreta­ción ultrarrigorista del islam que marcó su primer período en el poder. Restringieron los derechos de las mujeres, excluyéndolas de la función pública y obligándolas a usar el velo integral en público. Tam­bién prohibieron la música no religiosa, la representación de rostros humanos en los anun­cios publicitarios, la difusión de películas o series en las que aparezcan mujeres sin velo, y pidieron a los hombres que llevaran ropa tradicional y se dejaran crecer la barba.

Déjanos tus comentarios en Voiz