Por Javier García de Viedma, embajador de la Unión Europea en Paraguay
Recientemente se cumplieron 100 días del ataque militar no provocado e injustificado de Rusia contra Ucrania, 100 días de una agresión que ha traído de vuelta la guerra a Europa y ha ocasionado miles de muertos y casi 7 millones de refugiados.
La guerra rusa de agresión contra Ucrania viola flagrantemente el derecho internacional, los principios de la Carta de las Naciones Unidas y socava la seguridad y la estabilidad europea y global. Afecta a los inocentes ciudadanos ucranianos obligados a defenderse o a huir de sus hogares, pero también a personas en todos los rincones del mundo. Las amenazas a la integridad territorial, a la soberanía nacional, y a la independencia de cualquier Estado son una amenaza para todos nosotros. Todo ello sin olvidar las violaciones masivas a los derechos humanos, los crímenes de guerra y el uso de la violencia sexual como arma en los territorios ocupados por Rusia.
Contrariamente a la desinformación rusa, la agresión de Rusia a Ucrania también está teniendo un fuerte impacto económico global con el riesgo de desencadenar una grave crisis de seguridad alimentaria. En efecto, el bloqueo ruso de los puertos del Mar Negro y la destrucción selectiva de infraestructuras viales y portuarias está paralizando las exportaciones de Ucrania. El ejército ruso ha atacado almacenes de grano, maquinaria agrícola, y la superficie agrícola cultivada de Ucrania en 2021 podría reducirse a la mitad. Las sanciones del G7 y de la Unión Europea al régimen de Putin no tienen la culpa de esta situación. La responsabilidad recae en Rusia, y exclusivamente en Rusia, y no en quien solo busca frenar este inaceptable ataque a un país soberano, y al orden internacional.
Seamos claros, la OTAN nunca fue una amenaza para Rusia. Basta con mirar el mapa: Rusia comparte ya frontera con los Países Bálticos, Polonia y Noruega, miembros de la alianza atlántica. En realidad, la guerra contra Ucrania ha tenido un efecto contrario para las expectativas rusas; países como Finlandia y Suecia, neutrales durante mucho tiempo, ahora desean unirse a la OTAN, ante el riesgo de una agresión rusa.
El Proyecto Europeo, materializado en la Unión Europea, que comenzó en 1950 después de una devastadora Segunda Guerra Mundial, se basa en los principios de libertad, democracia, igualdad, estado de derecho, y en la promoción de la paz y la estabilidad. Esos principios son los que animan a la Unión Europea a exigir a los líderes rusos que detengan su agresión porque tal uso de la fuerza no tiene cabida en el siglo XXI. Las sanciones de la UE continuarán y seguirán dirigiéndose al gobierno ruso, a su sector financiero y élites económicas, no a su pueblo. Hemos sancionado a 1.158 personas y 98 entidades rusas, movilizado 9 mil millones de euros de ayuda europea. Nuestro objetivo es frenar la capacidad del Kremlin para financiar su agresión a Ucrania. Y, contrariamente a la desinformación propagada por Rusia, las sanciones de la UE y sus aliados no son responsables de la creciente inseguridad alimentaria (los productos agrícolas y su transporte están expresamente excluidos de las sanciones), Rusia es la única responsable.
Naciones de todo el mundo se han unido para condenar la invasión de Rusia y expresar su solidaridad con el pueblo ucraniano. Las tres resoluciones de la Asamblea General de la ONU adoptadas con el apoyo abrumador de los Estados miembros, demuestran que el derecho internacional y el orden multilateral basado en normas importan, y que no se tolerarán los ataques contra la integridad territorial o la independencia de ningún estado.
Paraguay ha sido parte de estos esfuerzos y ha condenado los ataques rusos al pueblo ucraniano en todos los foros multilaterales. La Unión Europea aprecia la firmeza de la posición paraguaya, su coherencia con la historia del Paraguay y los principios que defiende para promover un orden internacional justo, que no se base en el uso de la fuerza o la ley del más fuerte. No hemos dejado pasar un solo día sin buscar vías diplomáticas para que Rusia ponga fin a esta guerra sin sentido. Y seguiremos haciéndolo, con apoyo de países amigos como Paraguay, hasta que regrese la paz.
No es tarde para que Ucrania gane la guerra, asegura Stoltenberg
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El secretario general de la OTAN aseguró este lunes que “no es demasiado tarde” para que Ucrania gane la guerra, pero reiteró junto al presidente ucraniano que Kiev necesita más ayuda, cuando Rusia avanza en el frente.
“Las demoras importantes en el apoyo tienen graves consecuencias en el campo de batalla”, admitió Jens Stoltenberg en una visita a la capital ucraniana, en referencia al retraso que se ha producido en la entrega de ayuda europea y de Estados Unidos a Ucrania.
“Pero no es demasiado tarde para que Ucrania se imponga”, aseguró el responsable de la OTAN, añadiendo que se estaba enviando más ayuda y que “pronto” habrá nuevos anuncios de apoyo.
A su lado, el presidente Volodimir Zelenski pidió a los aliados occidentales acelerar las entregas de armas y “hacer fracasar” la nueva ofensiva de calado que Moscú está preparando, según Kiev.
“Juntos, podemos hacer fracasar la ofensiva rusa”, declaró Zelenski. Moscú “intenta aprovecharse” de la demora en la entrega de ayuda, agregó.
“La artillería, (los obuses de) calibre 155 mm, las armas de largo alcance y la defensa antiaérea, principalmente los sistemas Patriot. Es lo que nuestros socios tienen y lo que debería ahora funcionar”, indicó el jefe de Estado ucraniano.
Bombardeo ruso
Desde el fracaso de la contraofensiva ucraniana lanzada a mediados de 2023, esta exrepública soviética está a la defensiva. Rusia va ganando terreno en el este desde principios de año, frente a las fuerzas de Kiev que luchan con escasas municiones.
Un bombardeo ruso con misiles dejó al menos cuatro muertos en la ciudad ucraniana de Odesa, en el mar Negro, informó el gobernador regional.
“Tres mujeres y un hombre murieron. Según un balance actualizado, 28 personas resultaron heridas, entre ellos dos niños y una mujer embarazada”, declaró en Telegram el gobernador provincial de Odesa, Oleg Kiper.
Kiper añadió que el ataque dañó “viviendas e infraestructuras civiles”.
Según imágenes de medios ucranianos, un edificio situado al bordo del mar, perteneciente a la Academia jurídica de Odesa y conocido por su parecido con un pequeño castillo, se incendió.
Según el gobernador, un niño de cuatro años está “muy grave”, seis adultos se encuentran en cuidados intensivos y un hombre murió de una crisis cardiaca causada por el ataque.
Odesa, puerto del suroeste de Ucrania, vital para las exportaciones, es blanco habitual de bombardeos con misiles y drones.
Asimismo, las tropas rusas reivindicaron el lunes la toma del pueblo de Semenivka, en el este, y la víspera dijeron controlar Novobajmutivka, una aldea también en el frente oriental.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Syrsky, admitió el domingo que la situación ha “empeorado” en el frente y que las tropas rusas, militarmente ventajosas, registraron “éxitos tácticos” en varias zonas.
Profesor e historiador ítalo-brasileño Mario Maestri, autor de importantes libros y publicaciones académicas sobre la historia paraguaya. Foto. Gentileza
“Las cuatro naciones sufrieron retrocesos institucionales y sociales debido a la lucha fratricida”
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Por Jorge Coronel Prosman
En esta segunda y última parte de la entrevista al profesor e historiador ítalo-brasileño Mario Maestri, autor de importantes libros y publicaciones académicas sobre la historia paraguaya, abordamos el contexto socioeconómico de los países involucrados en la guerra contra la Triple Alianza, en especial el Paraguay, que sufrió de manera más directa y dramática los efectos de la contienda.
La perspectiva de Maestri pone énfasis en relatar la historia desde la perspectiva de los pueblos que pelearon y sufrieron la guerra, por lo que rechaza la visión de que los países vencedores resultaron beneficiados con el conflicto y, por el contrario, afirma que todas las naciones sufrieron retrocesos con secuelas que llegan hasta nuestros días.
–Después de tantos años de estudio sobre la Guerra Grande, ¿qué opinión le merecen las vertientes historiográficas más actuales, la corriente restauradora patriótica del discurso decimonónico y el neorrevisionismo que trata de introducir la visión de los pueblos sobre dicho conflicto.
–Con mis alumnos de maestría y doctorado cuestionamos los principales mitos historiográficos, ofrecemos nuevas explicaciones para el conflicto, planteamos problemas y avanzamos en una lectura popular supranacional de la guerra. Sin embargo, esta lectura ha sido poco discutida por el mundo académico, que comúnmente continuó presentando una restauración historiográfica de las narrativas patriótica con raíces en el siglo XIX. El ejemplo excelente de esta realidad es el libro hoy sacralizado de Francisco Doratiotto, quien escribió sobre la Guerra Grande prácticamente sin el estudio detallado, usando comúnmente “guaraní” como sinónimo de paraguayo. Lo mismo podría decirse de una historiografía paraguaya que navega en el actual pantano neolegionario, proponiendo literalmente que las naciones involucradas en el conflicto, todas, tuvieron logros y avances con la hecatombe de 1864-70.
EL PASADO DESDE EL PRESENTE Y EL FUTURO
–¿A qué atribuye usted esta situación?
–La historiografía es una de las ciencias sociales más politizadas, que habla del pasado, con los pies en el presente y ojos en el futuro, bajo la influencia de las clases sociales en lucha. La legitimación historiográfica de las interpretaciones que desvelan el pasado dependen en gran medida de las clases subordinadas que buscan interpretar. El avanzar o retroceder de las clases populares iluminan u oscurecen sus representaciones diversas. En Paraguay, Argentina y Uruguay, gobiernos más progresistas permitieron una apertura para las lecturas críticas sobre la Guerra Grande. En Brasil jamás hubo tales facilidades. La “guerra del Paraguay” es el mito fundador central del Ejército brasileño, eje conservador permanente en la historia del país. La Guerra Grande continúa siendo vigilada por Itamaraty y, sobre todo, por el Ejército de tierra.
–Entre los hechos que la historiografía tradicional dejó en el olvido está la relación entre el uruguayo Venancio Flores y el Imperio del Brasil con la masacre de la heroica Paysandú.
–La guerra comenzó con el apoyo del Gobierno paraguayo al uruguayo debido a que (Bartolomé) Mitre estaba financiando la invasión de Uruguay (19 de abril de 1863) por Flores para derribar al Gobierno oriental blanco. El Gobierno paraguayo declaró que la independencia uruguaya de hecho era esencial a los intereses paraguayos. Lo que era correcto en cuanto a los intereses mercantiles. Buenos Aires estaba en manos del unitarismo argentino y, si sucediera lo mismo con Montevideo, Argentina podría bloquear el comercio internacional paraguayo como en los días de (Juan Manuel de) Rosas.
La interrupción del comercio internacional disolvería la base social mercantil-exportadora de apoyo del lopismo, que favoreció el renacimiento de las fuerzas proporteñas, dependientes del comercio con el Plata. En 1863, Solano López y el Gobierno paraguayo se preparaban para una guerra con Argentina. Había posibilidades de ganar teniendo como aliados a los federalistas argentinos y al Gobierno oriental.
–Y luego la trama de alianzas sufre cambios importantes...
–Las tropas imperiales invadieron el Uruguay (10 de agosto de 1864) sin declaración de guerra. En respuesta, el Paraguay entró en guerra con el Imperio y la Argentina unitaria, con muy limitada posibilidad de vencer. Las tropas paraguayas avanzaron sobre el Mato Grosso, Corrientes, el Río Grande do Sul. Y no fueron enviadas como apoyo las tropas orientales, masacradas en Paysandú (2 de enero de 1865) por las tropas de Venancio Flores, de los hacendados del Río Grande del Sur, por el Imperio, con el vergonzoso asesinato de oficiales orientales rendidos.
Desembarco de los aliados. Pintura de Cándido López
EL LOPISMO
–¿Cómo observa la valoración de la imagen de Francisco Solano López en la época que se desempeñó como presidente paraguayo?
–La afirmación de que el lopismo, la valorización extremadamente positiva de la acción de López durante laguerra, fue una invención interesada de Juan Emiliano O’Leary es una mitología. Al concluir la fracasada campaña ofensiva, posiblemente el prestigio del mariscal era bajo, con las tropas paraguayas luchando mal, con la rendición en Uruguayana sin resistencia (18 de setiembre de 1865). Los soldados y las clases populares no se motivaron con la expedición al exterior, desinteresados en las cuestiones del Plata. Cuando las tropas paraguayas se retiraron a los territorios nacionales, las clases populares comprendieran que se trataba entonces de defender el Estado nacional y todo lo que habían conquistado: chacras, animales, autonomía. Lucharán, entonces, como leones, dando un carácter campesino a la resistencia, con la deserción de las clases dominantes incluida a la familia del mariscal.
–¿Cómo evalúa el papel de López como conductor militar?
–López permaneció irreductible en la dirección de la resistencia en una forma no muy hábil hasta su dramático asesinato, ya herido mortalmente, en Cerro Corá el 1 de marzo de 1870, lo que no lo transformó en general del pueblo, como (José Gervasio) Artigas, (Emiliano) Zapata y (Pancho) Villa. López luchó por la defensa del orden de la oligarquía mercantil-exportadora y antipopular inaugurada por su padre. Preparaba a su hijo Juan Francisco López para ser su sucesor. Intentó legar inmensos territorios a su compañera y herederos, pero no legalizó la posesión de tierras ni siquiera de los campesinos que lucharan bajo su comando. López y los campesinos paraguayos pelearon en la misma guerra con objetivos diferentes.
NARRATIVAS
–¿Por qué la resistencia del pueblo paraguayo fue tan tenaz?
–Las clases populares resistieron, hasta el último aliento, oponiéndose a la destrucción de los fundamentos del Estado surgido de la revolución francista. Luego de la derrota, los exoficiales lopistas, al integrarse a la política y gestión del Estado, aceptaron reivindicar, como mucho, la heroicidad de las tropas paraguayas y abrazar la anatematización del mariscal, las narrativas aliancistas y el nuevo Estado oligárquico, antipopular, antinacional, corrupto, en el contexto de la privatización de propiedades estatales, pobreza popular, expatriación de campesinos en busca de trabajo, etc.
–En un país devastado y ocupado, ¿cómo se fue construyendo la narrativa propia sobre la guerra?
–Incluso antes del fin de la resistencia, fue materialmente imposible producir narrativas defendiendo las razones nacional-populares sobre el conflicto. Las clases populares jamás aceptaron las narrativas legionarias, imperiales y argentinas sobre la guerra. Ellas emprendieron la producción y canonización defensiva de un mariscal demonizado, sustituyendo la heroicidad de la resistencia popular, por una visión de un mariscal semimesiánico, en producciones sobre todo orales, más registradas en cartas, canciones, poesías, dibujos y pinturas rústicas y cuadros de Solano López, etc., que aún no fue objeto de un estudio sistemático. Estanislao Zeballos, de visita en Paraguay relató asombrado la producción popular que se oponía a las interpretaciones de los aliancistas y de los legionarios, construyendo una visión romántica y heroica del mariscal, dando así vida al lopismo.
CONSECUENCIA PARA LAS NACIONES
–¿Cuáles fueron las principales repercusiones de la guerra en el Brasil?
–En el Imperio de Brasil, contrariamente a lo que tantos historiadores proponen, la victoria militar sobre Paraguay y Uruguay fortaleció la Casa y el Estado imperial. Don Pedro se fue en viaje de placer, dejando tranquilamente la regencia en manos de la princesa Isabel, educada y tratada por el padre y por el marido como una tonta. La guerra alivió la presión abolicionista. Después del fin del conflicto, el Estado imperial impulsó una reforma que mantuvo la esclavitud por casi vente años. Sectores populares murieron como moscas en el Paraguay y el Imperio nunca pagó realmente lo que prometió a los veteranos y mutilados. Jamás hubo apoyo popular al conflicto. A los capturados para ir luchar en el Paraguay, se les llamaba “voluntarios de palos y cuerdas”. Por el Brasil se gritaba “¡Dios es grande, la floresta es más grande!”, a la que se escapaban para los quilombos. La única preocupación del soldado imperial era retornar vivo.
–¿Para la Argentina?
La Guerra Grande atrasó la república y la industrialización al consolidar el carácter antipopular, oligárquico y esclavista del Estado imperial. En Argentina se consolidaron el unitarismo autoritario y elitista y los intereses de los grandes terratenientes, exportadores del comercio inglés, mientras que las provincias del litoral y del interior se hundieron en un atraso que no superan hasta hoy. Fueron aplastadas las fuerzas federalista y democráticas. El latifundio oligárquico se mantiene fuerte hasta hoy.
–¿Y para el Uruguay?
–Con la derrota del Gobierno constitucional y la imposición de la dictadura de Flores, la República de Uruguay permaneció, durante largas décadas, como un Estado dependiente del Imperio y luego de la República de Brasil, y bajo la presión de siempre de Buenos Aires. También fueran aplastadas las fuerzas democráticas y autonomistas, consolidándose el latifundio oligárquico en el país.
–¿Y para el Paraguay?
–Sobre todo el Paraguay sufrió las secuelas del conflicto. El país no conoció una reconstrucción de lo que fuera destruido más allá de la construcción de un Estado nuevo, antinacional y antipopular, con relaciones sociales refundidas por la destrucción humana, en la guerra, y la desorganización socioeconómica, después del conflicto, de su mayor riqueza: la clase campesina. Más allá de los intereses no nacionales de las clases dominantes, podemos decir que, en grado y formas diversas, con destaque para el Paraguay, las cuatro naciones involucradas en la guerra sufrieron retrocesos institucionales y sociales debido a la lucha fratricida de 1864-70 con secuelas que llegan hasta nuestros días.
El armamento de ayuda a Ucrania incluirá municiones de defensa aérea, sistemas antidrones, munición de artillería y material de apoyo, anunciaron. Foto: AFP
EE. UU. anuncia segundo envío de ayuda a Ucrania en una semana
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El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció este viernes que se liberan 6.000 millones de dólares en ayuda para Ucrania, parte de los 61.000 millones aprobados esta semana, como forma de recuperar el tiempo perdido en las entregas a Kiev tras meses de estancamiento en el Congreso.
Es el segundo paquete de esta semana, después de uno de unos 1.000 millones que fue anunciado justo después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, firmara el gigantesco proyecto de ley, en un momento en el que Ucrania se enfrenta a dificultades en el campo de batalla contra las tropas de Rusia.
“Estoy (...) encantado de anunciar hoy un compromiso adicional de 6.000 millones de dólares a través de nuestra Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania”, dijo Austin a periodistas al final de una reunión por videoconferencia de decenas de aliados internacionales de Kiev.
Añadió que es el de mayor cuantía hasta la fecha y que el armamento incluirá municiones de defensa aérea, sistemas antidrones, munición de artillería y material de apoyo.
Estados Unidos ya proporcionó decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar a Kiev desde que Rusia invadió territorio ucraniano, el 24 de febrero de 2022.
Este año, hasta esta semana, el gobierno de Biden solamente había anunciado una partida de 300 millones de dólares, en marzo, procedente del dinero que el Pentágono había ahorrado en otras compras.
Esto se debe a las arduas negociaciones que hubo en el Congreso, en un contexto tenso entre republicanos y demócratas en plena campaña para las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Finalmente, la Cámara de Representantes (Baja) aprobó el 20 de abril un proyecto de ley de asistencia externa que autoriza el desembolso de 95.000 millones de dólares, incluidos los 61.000 millones para Ucrania. El Senado dio el visto bueno el martes y Biden lo firmó al día siguiente.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, estimó este viernes que Rusia aprovechó estratégicamente el retraso para ganar terreno. “Mientras esperábamos una decisión sobre el apoyo estadounidense, el ejército ruso logró tomar la iniciativa en el campo de batalla”, señaló Zelenski en la videoconferencia con aliados.
“Ahora, todavía podemos no sólo estabilizar el frente, sino también avanzar, logrando nuestros objetivos en la guerra”, dijo. Pero el jueves un mando militar estadounidense matizó ese optimismo.
La ayuda desbloqueada por Estados Unidos y otros países “permitirá a los ucranianos comenzar a retomar la iniciativa”, consideró, pero “esto no será un proceso rápido”.
El Gobierno de Rusia ha anunciado ayer domingo la toma del control de la localidad ucraniana de Bogdanovka, situada en la provincia de Donetsk (este), en el marco de sus avances de los últimos meses en esta zona del país, sin que las autoridades de Ucrania se hayan pronunciado al respecto.
El Ministerio de Defensa ruso ha señalado en un comunicado publicado en su cuenta en Telegram que las tropas de Rusia “han liberado completamente la localidad de Bogdanovka, en la República Popular de Donetsk” y “han mejorado la situación en la línea de frente”.
Así, ha recalcado que las tropas han causado además “daños en personal y equipamiento a la 53.ª Brigada Mecanizada de las Fuerzas Armadas ucranianas” en los alrededores de Krasnohorivka, también en Donetsk, y han repelido dos “contraofensivas” ucranianas en Chasiv Yar, situada en esta misma provincia.
“Las pérdidas del enemigo equivalen a 440 miembros del personal militar, tres vehículos y un vehículo de combate con un sistema antiaéreo Osa-AKM”, ha destacado, en el marco de una ofensiva en la zona tras la toma en febrero de la estratégica ciudad de Avdiivka.
Por otra parte, Ucrania y sus aliados de la OTAN y la Unión Europea celebraron al unísono la aprobación por la Cámara de Representantes de Estados Unidos de un paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares, que según Rusia causará la muerte de “aún más ucranianos”.