Suiza. AFP
Los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) condenaron ayer por una amplia mayoría los bombardeos rusos contra instalaciones sanitarias en Ucrania durante la 75ª asamblea anual del organismo. La resolución, adoptada por 88 votos a favor, 12 en contra y 53 abstenciones, insta a Rusia a “cesar de inmediato todos los ataques contra hospitales” y otros servicios de salud.
El texto “condena en los términos más enérgicos” la “agresión militar de Rusia contra Ucrania, incluidos los ataques a instalaciones sanitarias”. De los 194 Estados miembros de la OMS, 183 tenían derecho a votar y 30 países estaban ausentes.
La embajadora de Ucrania en Ginebra, Yevheniia Filipenko, declaró que la invasión rusa a gran escala, que comenzó el 24 de febrero, había provocado una enorme crisis sanitaria y humanitaria dentro y fuera del país. La asamblea “debe tener muy claro dónde está la responsabilidad de esta crisis sanitaria: es de la Federación Rusa”, dijo.
La agresión “constituye una situación excepcional, que afecta gravemente a la salud de la población ucraniana y tiene repercusiones en la salud de la región y fuera de ella”, indica el texto. Según datos recientes de la OMS, se registraron 256 ataques contra el servicio de salud en Ucrania desde el inicio de la invasión y estos dejaron 75 muertos y 59 heridos. En 212 ataques se utilizaron armas pesadas, según el organismo.
La asamblea también votó en contra de un segundo texto sobre la guerra en Ucrania, presentado por Rusia y apoyado por Siria, que pretendía ser “más neutral” que el texto ucraniano y fue denunciado rotundamente por varios países miembros.