Ucrania. AFP.

Las fuerzas rusas lanzaron ayer un “potente ataque” contra la acería de Azo­vstal, último reducto de resistencia ucraniana en la devastada ciudad de Mariú­pol (sudeste), tras un alto el fuego que permitió la eva­cuación de un centenar de civiles.

“Un potente ataque en el área de Azovstal se está lle­vando a cabo actualmente, con apoyo de blindados y tanques”, indicó Sviatos­lav Palamar, subcoman­dante del batallón Azov, que defiende las instalacio­nes, en un mensaje video en Telegram.

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Previamente, el Ministerio ruso de Defensa, citado por agencias rusas, había anun­ciado que “unidades del ejér­cito ruso y de la República Popular de Donetsk, utili­zando artillería y aviones, comenzaron a destruir” las “posiciones de tiro” de los combatientes ucranianos que salieron de la planta. La “República Popular de Donetsk” es uno de los dos enclaves separatistas pro­rrusos de la región ucra­niana del Donbás.

Según el portavoz de las fuerzas armadas rusas, el batallón Azov “usó” el alto el fuego –que se había decre­tado para evacuar a los civi­les de la acería– para “tomar posiciones de tiro en el terri­torio y en los edificios de la fábrica”.

En el resto del país, “el ene­migo ha seguido disparando contra Járkov”, la segunda ciudad de Ucrania, después de la capital, Kiev, y con­tra “localidades vecinas”, indicó el Estado Mayor del ejército ucraniano. Más al sur, cerca de Izium, los rusos bombardearon “intensa­mente” las posiciones ucra­nianas y en el Donbás inten­tan “tomar pleno control de las localidades de Popasna y Rubizhne y avanzar hacia Limán y Sloviansk”, agregó el reporte.

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